Fue atropellada en un control de ruta

“Creo que si estoy viva es por milagro, y sólo porque Dios así lo quiso”

La cabo Adriana Olivera se recupera de una grave lesión en una pierna. Qué sintió al ver los videos del choque y su impotencia por la liberación de parte de la banda implicada
miércoles 27 de diciembre de 2023 | 5:30hs.
“Creo que si estoy viva es por milagro, y sólo porque Dios así lo quiso”
“Creo que si estoy viva es por milagro, y sólo porque Dios así lo quiso”

Las imágenes del impacto erizan la piel y suponen el peor de los desenlaces. Difícil soportar el choque de un vehículo del porte de un Renault Duster que transita a alta velocidad, una experiencia límite que padeció la cabo primero Adriana Olivera (34), quien sobrevivió para contarlo.

El pasado 13 de diciembre, la suboficial de la Policía de Misiones con prestación de servicio en la comisaría de Guaraní, dependiente de la Unidad Regional II, participó de un operativo que casi le costó la vida.

Ese día, los investigadores de la fuerza recibieron el dato que una banda dedicada al robo de autos en Buenos Aires pasaría por la ruta nacional 14 hacia Oberá.

Fue así que Olivera y efectivos de diferentes dependencias tendieron un control con el objetivo de dar con los malvivientes.

Dos de los autos sospechosos se detuvieron, pero un tercero se dio a la fuga y en el camino atropelló a la uniformada. 

“En un momento se escucharon disparos y traté de cubrirme, vi que la camioneta aceleró y pensé que iba a chocar contra el móvil, por eso traté de saltar a la banquina, pero me chocó. Después no me acuerdo de nada más porque quedé inconsciente. Me desperté a las dos horas en el hospital”, relató Olivera.

A consecuencia del impacto padeció un profundo corte en el muslo de la pierna derecha y contusiones menores. Afortunadamente, no sufrió ninguna lesión ósea.

Tras el incidente, la mujer se despertó a las dos horas en el hospital.

“Al otro día quería ver qué me había pasado y me mostraron los videos. Lo primero que pensé fue creo que si estoy vida es por milagro, sólo porque Dios así lo quiso”, reflexionó. 

El valor de la familia

A trece días del choque, Adriana recibió ayer a El Territorio en su domicilio en la localidad de Guaraní, donde vive con su esposo -también policía- y su hija de dos años y ocho meses.  

Contó que es policía por vocación, la primera de su familia en la fuerza y está orgullosa de su profesión.

En doce años de carrera nunca perdió un ascenso y ya le notificaron que desde hoy será sargento, aunque no podrá asistir al acto por su lesión, la cual le demandará varios meses de recuperación.

En tal sentido, reconoció que “me gustaría compartir ese momento con mis camaradas y mi familia, pero es muy complicado movilizarme”.

Durante la charla hizo hincapié en la importancia de su familia, en lo que pensó cuando vio los videos del choque y en lo que pudo haber pasado.

“Fue muy fuerte ver cómo volé por el aire. Por eso digo que Dios me ayudó y me cuidó en ese momento. Si no, no sé si podría contar mi historia. Cuando vi las imágenes pensé eso y en mi familia”, remarcó.

Incluso, mencionó que “en las horas posteriores muchos allegados y conocidos pensaron lo peor, o que perdí la pierna, como informaron en un medio nacional”.

A pesar de los días transcurridos, reconoció que “en realidad, como que no caigo todavía de lo que pasó. Y cuando me enteré que los de la banda fueron liberados me dio mucha bronca, mucha impotencia porque ellos están libres y yo así, sin poder moverme”.

Precisamente, de los cinco detenidos el 13 de diciembre, sólo el conductor de la Duster sigue tras las rejas.

De todas formas, la suboficial subrayó que “como policías estamos preparados para situaciones así. Esta vez me tocó a mí y es una experiencia más”, al tiempo que remarcó el respaldo y contención que recibió por parte de la institución, compañeros y familia.

Peligrosa banda

Tal como se informó, de los cinco detenidos inicialmente en el operativo donde resultó lesionada Olivera, el último domingo fueron cuatro los liberados.

El único que permanece privado de su libertad es Cristian Marcelo Zanata (34), quien conducía la Duster que chocó a la policía.

En tanto, se presume que los cinco integran una organización delictiva dedicada al robo de vehículos en Buenos Aires para su posterior comercialización en la zona Centro, tal como surgió de posteriores allanamientos.

Incluso, se corroboró que la Duster con que atropellaron a la uniformada fue robada en Buenos Aires, mientras que en el baúl del vehículo hallaron una motocicleta desarmada, también con pedido de captura por robo.

Los cómplices del citado se movilizan en un Chevrolet Corsa y un Peugeot 408. Fueron identificados como Luis Alberto Zanata (31), Víctor Daniel Rodríguez (37), Miriam Silvana Werbes (28) y Walter Dos Santos (40), todos con domicilio en Oberá.

El Peugeot 408, patente OFU 741, también fue robado en Buenos Aires, precisó un vocero del caso.

Condena previa

Asimismo, El Territorio confirmó que Dos Santos cumplió condena por infracción a la ley de drogas. Entre 2019 y 2022 estuvo preso en la cárcel de Devoto, ubicada en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Precisamente, si bien en su DNI figura como residente en Florentino Ameghino, el ex recluso habitaba un domicilio de calle Chacabuco de Oberá, donde la Policía secuestró una escopeta calibre 36, cartuchos, documentaciones de vehículos y anotaciones manuscritas de interés para la causa.

En tanto, en la casa de Rodríguez, en calle El Ceibo y Cedro de Cien Hectáreas, dieron con cuatro tanques GNC, dos puertas de Fiat Palio y una alfombra de un Peugeot.

Ya en la vivienda de Luis Alberto Zanata, en calle Federación de Villa Mosquere, encontraron títulos de vehículos y formularios 08 firmados.

Además secuestraron varias autopartes: una cajuela plástica de carrocería, faros, amortiguadores, depósitos de agua, cigüeñales, cubre cárter, sistema levanta cristales, alternadores, cinturones de seguridad, tanques GNC, tanque de combustible, sistema de turbo, filtros de aire y paragolpes, zócalos y kit de seguridad.

En la casa de Cristian Marcelo Zanata, de calle El Ceibo de Cien Hectáreas, decomisaron una cajuela plástica de carrocería, alfombras de vehículos, butacas de asientos traseros y delanteros.

El allanamiento del domicilio de la única mujer del grupo no aportó ningún dato sustancial para la causa, indicaron. 

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