El femicida se suicidó luego de efectuarle entre cuatro y cinco disparos

Un whisky y tiros sin mediar palabras, la previa del horror en Dos de Mayo

Waldomiro De Freitas (70) habría premeditado el femicidio de su concubina y la esperó con una escopeta frente a su casa. Creen que actuó por "celos enfermizos"
sábado 11 de noviembre de 2023 | 22:19hs.
Un whisky y tiros sin mediar palabras, la previa del horror en Dos de Mayo
Un whisky y tiros sin mediar palabras, la previa del horror en Dos de Mayo

Las horas pasan y la conmoción en la localidad de Dos de Mayo no cesa luego del terrible femicidio seguido de suicidio registrado en la tarde del viernes en el kilómetro 961 de la ruta nacional 14. Como informó El Territorio, Marli Koenemann (58) fue asesinada a balazos por su concubino Waldomiro De Freitas (70), lo que se constituyó como el séptimo femicidio en lo que va del año en Misiones. El femicida luego se descerrajó un tiro en la cabeza.

Mientras los cuerpos fueron enviados a autopsia, efectivos de la comisaría local buscan establecer más detalles de la relación de la pareja, un agricultor y una vendedora. Lo que se supo es que convivían desde hace más o menos 30 años y tenían un hijo y un yerno que están detenidos por una causa de narcotráfico.

Pero más allá de eso, algunos elementos y testimoniales pudieron reconstruir los momentos previos al sangriento final, además de trazar una hipótesis del caso.

Creen los investigadores de la Unidad Regional VIII que el femicidio fue premeditado por parte de De Freitas, quien sabía a qué hora volvía su pareja y por eso la espero en frente de la casa con una escopeta calibre 12.70 marca Maverik. Ésta, tipo Itaka, estaba recortada.

Además, en el sitio había una botella de whisky W, que se cree el hombre tomó en su totalidad solo, por lo que se supone que estaba en avanzado estado de ebriedad.
Marilí Koenemann era una mujer que se dedicaba a hacer diferentes compras en Brasil para revenderlas en la localidad. Allá tenía familiares, por lo que pasaba varios días -a veces una semana- fuera de casa. "Eran cada vez más distantes los días que pasaba allá", mencionó una fuente de la investigación.

Al parecer la relación estaba muy desgastada y debido a esto su principal motivación de volver del extranjero era darle dinero a una hija. Lo que creen los pesquisas es que los largos tiempos fuera habrían sido el desencadenante de todo, que el femicida tenía celos enfermos también por la diferencia de edad.

En este contexto, ocurrió todo, apenas Koenemann ingresó al terreno de su casa -poco después de las 18- se encontró con su concubino armado. Los vecinos expresaron que no escucharon gritos o peleas -por el momento tampoco hay antecedentes de esto-, sólo los disparos.

El primer tiro fue a un transformador que está enfrente de su vivienda, lo que hizo que todo el barrio se quede sin luz. Luego siguieron entre cuatro o cinco disparos contra la víctima, que cayó desplomada con las bolsas de compras que traía. Quienes estuvieron en la escena señalaron que tenía heridas de bala en varias partes del cuerpo.

Luego de eso el hombre se suicidó en el mismo lugar. Los dos cuerpos quedaron tirados en el patio delantero del terreno, a poca distancia. Ayer, en la escena del crimen aún se podían ver los vestigios de sangre de ambos.

Casos recientes

Este caso se trata del primero en el año en el que luego de cometer el hecho el femicida se suicida. No obstante, llamativamente hubo dos episodios en los que el agresor se mató al creer que había completado su acto femicida, aunque las víctimas pudieron sobrevivir.

El último de ellos ocurrió el 27 de septiembre muy cerca, en la localidad de San Vicente. Anabella F., de 29 años, fue ferozmente atacada con un puñal por su esposo, Omar Ramón Lemes (42), alias Monchi, cuando estos se hallaban con sus dos hijos en su vivienda.

Todo se conocía cerca de las 17, cuando Hilda C. (54), denunció ante la Comisaría de la Mujer local que su hija habría sido atacada con un arma blanca, presumiendo que el agresor fue su yerno, quien días atrás había recibido una orden de restricción de acercamiento por parte de la Justicia.

La mujer quedó gravemente herida y fue trasladada al hospital, donde debió ser ingresada en terapia intensiva. Los familiares que la acompañaban recibieron luego un llamado telefónico de una de sus nietas, quien le manifestó el final de su padre.

La menor expresó que en chacra lindante a su propiedad encontraron sin vida al presunto agresor, Omar Lemes, quien al parecer se retiró de la casa dando por muerta a su esposa para luego quitarse la vida. El hombre fue encontrado con una soga en el cuello que fue atada a una planta de yabuticaba.

El otro caso ocurrió el 27 de mayo en una casa del barrio Villa Urquiza de Posadas, ubicada por el Pasaje 25 y calle Texo. Un hombre de 72 años, identificado como Ramón Nonato Dos Santos, decidió quitarse la vida en el patio de su vivienda luego de atacar con un arma blanca a su expareja de 32 años.

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