Creatividad e innovación volvió a ser el foco en la final de la Copa de Robótica

Este sábado se realizó la final de la Copa de Robótica y de la Liga Nacional de Robótica. El evento arrancó antes del mediodía en las instalaciones del polideportivo Finito Gehrmann de Posadas y se extendió hasta la tarde. Más de 300 robots se inscribieron demostrando empatía, creatividad e innovación en los proyectos presentados.

Unos 630 chicos de Misiones, Córdoba, Salta, La Pampa y otras provincias, se congregaron para participar en las 17 categorías disponibles divididas por edad. A su vez desde distintas ciudades de Paraguay también arribaron a tierra colorada y se sumaron a la competencia.

En este sentido, Solange Schelske, directora de la Escuela de Robótica, dijo que es la última olimpiada del año. "Tuvimos diez fechas de la Copa Robótica de Misiones, el año pasado tuvimos cinco, así que hemos duplicado la cantidad de fechas y en cada una se suman cada vez más chicos. Agradecemos a cada municipio que nos acompañó y a los Espacios Maker para que podamos realizar estos eventos y de esta forma contagiar la pasión por la robótica".

En diálogo con El Territorio el coordinador y organizador de la constitución, Sebastián Tamis explicó que cada categoría tiene su particularidad de evaluación. "En las categorías de fútbol gana el que hace más goles pero hay otras en las que los jueces tienen en cuenta la idea del proyecto, resolución del problema, cómo cuentan el proyecto a los jueces y otros puntos basados en un reglamento", explicó.

Asimismo, sostuvo que el balance de este año fue muy positivo y se logró que más personas se interesen por la tecnología y la innovación. Para el año próximo planean organizar batallas con robots.

Entre la tecnología, la robótica y la creatividad, alumnos de distintos espacios Maker presentaron sillas de ruedas para pacientes recién operados y otras innovadoras propuestas. A su vez, otros proyectos estuvieron abocados al medio ambiente, la sustentabilidad y sobre todo, la inclusión. Cabe destacar que esta semana un grupo de misioneros regresaron del Mundial de Robótica que se realizó en Panamá y un participante de la Epet 38 de Leandro N. Alem obtuvo la medalla de bronce.

Proyectos

Desde Asunción, capital del vecino país paraguayo, Giuliano Lezcano junto a sus dos compañeros desarrollaron una propuesta inclusiva pensada para personas en silla de ruedas en la categoría Innovación. "Tengo a mi compañero que simula ser un paciente que necesita atención médica. Entonces lo que hicimos fue incorporar unos botones a la silla de ruedas de necesidades básicas (hambre, sueño, baño y sed) para que él se pueda comunicar. Cotidianamente hay gente que tiene limitaciones físicas y este dispositivo hace que cuando el paciente toca, entonces se emite un mensaje para que esto pueda detectar y entonces, se emite un mensaje que llega al doctor",  detalló el participante.

Aparte de cables utilizaron una placa que sirve como simular un teclado y funciona por medio de materiales conductores. Los botones están realizados con aluminio -que es un material conductor- y a la vez, un cable a tierra conectaba a una parte del cuerpo y su función es cerrar el circuito para que la alerta funcione.

De igual forma, Albin, Sebastian, Alex y Luciano viajaron desde Campo Grande para competir en la mayoría de las categorías. El dispositivo al que le tenían más chance pertenecía a Sumo Pro. "Tuvimos que arreglar algunas cosas porque  con el calor se quemaron. Nuestro mejor proyecto tiene que derribar al otro robot que está en la cancha. Cada vez que competimos, competimos con un robot diferente, con el mismo componente, pero cambiamos y el trabajo para crearlos nos lleva entre uno y dos meses. Nuestra meta es hacer podio", expresó Albin.

Por su parte, Máximo y Santino de la Escuela de Robótica, presentaron una estación meteorológica flotante con un sistema de filtrado autónomo. "Esto se llama así porque mide cuatro valores diferentes: la humedad, la temperatura, el pH y el ppm o partícula por millón, que es  la contaminación que tiene el aire. La idea de nuestro proyecto es que cuando esté en el canal de Panamá, que es para el lugar que está hecho, y  pasen grandes barcos que a veces dejan caer desechos de aceite o petróleo esta estación puede avisarnos en tiempo real o a las autoridades competentes", comentó Máximo.

Precisamente, según mencionó Santino su trabajo de armado llevó dos semanas. Entre los componentes que se usó, están los sensores, actuadores y dos microcontroladores, uno para los sensores y otro para los motores. "Los sensores que utilizamos fueron el sensor MQ7, que lo que va a hacer es indicarnos si el aire está contaminado o no. El sensor DHT-11, lo que va a hacer es indicarnos la humedad y la temperatura del ambiente. El módulo GPS carga las coordenadas y se va a dirigir autónomamente a ese lugar. Cuenta con un módulo Bluetooth, que cuando lo conectemos a la aplicación lo que va a hacer es mostrarnos el dato que es el software. Entrenamos una inteligencia artificial mediante imágenes.150 fotos de agua sucia y 150 fotos de agua limpia que se encargará de mandar un mensaje hasta la placa Arduino para  detener los motores y va a activar la bomba de agua", contó.

Y cerró: "Cuando active la bomba de agua, va a empezar a circular el agua por un filtro natural que tiene cinco capas. Arena, arena fina, arena gruesa, algodón, carbón y piedra. Cuando pase por esa capa, lo que va a hacer es filtrar el agua limpia. Y después de eso, lo que va a hacer es mandar un mensaje a la placa Arduino de nuevo para que encienda los motores y siga su recorrido".