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Se sospecha que la víctima y su familia podrían estar ligados al mundo del narcotráfico

Tarefero ultimado en Garuhapé habría sido víctima de un ajuste de cuentas

Ignacio Osorio Parodi (30) fue asesinado hace dos semanas de un tiro por la espalda. Se supo que meses atrás había sido baleado por sicarios en San Pedro del Paraná, Paraguay

domingo 01 de octubre de 2023 | 6:03hs.
Tarefero ultimado en Garuhapé habría sido víctima de un ajuste de cuentas
La víctima recibió un impacto letal en la espalda en la chacra de Colonia Luján en donde trabajaba como tarefero.
La víctima recibió un impacto letal en la espalda en la chacra de Colonia Luján en donde trabajaba como tarefero.

Un ataque certero, por la espalda y sin testigos, son las características que sobresalen en la investigación por el asesinato del paraguayo Ignacio Osorio Parodi, un tarefero de 30 años que el pasado 19 de septiembre fue ultimado de un disparo de arma de fuego cuando ingresaba a la humilde morada donde trabajaba en Colonia Luján, en la localidad de Garuhapé.

Si bien existen varias líneas investigativas en torno al móvil del crimen, una de las que más cobró fuerza durante los últimos días apuntaría a un presunto caso de ajuste de cuentas ya que se supo recientemente que en marzo de este año, en el vecino país, la víctima estuvo al borde de la muerte al ser atacado a tiros por sicarios, circunstancias en donde falleció uno de sus hermanos.

Se sospecha que quienes atacaron en ese momento a los hermanos Osorio Parodi llegaron a Misiones para terminar lo que empezaron meses atrás, aunque hasta el momento no se pudo lograr contar con ningún aporte de relevancia para el caso ya que muchos conocidos de la víctima tendrían miedo de aportar datos al caso. Más aún por el presunto trasfondo narco que involucraría a víctimas como victimarios en este hecho.

Como informó este matutino en sus ediciones anteriores, el fallecido fue encontrado durante la tarde del martes 19 de septiembre, junto a la puerta del rancho donde este y otros peones rurales realizaban trabajos en la tarefa.

La víctima trabajaba con otros cuatro hombres en la cosecha de yerba mate. Era un trabajo informal, de palabra, y de la misma forma estas personas se presentaban en el sitio: por pasos clandestinos, sin hacer ningún tipo de migración.

Los tareferos habrían llegado del vecino país ese fin de semana previo. Ese lunes, cerca del mediodía, el patrón le llevó mercaderías, y regresó nuevamente en horas de la siesta a la plantación.

En el ataque en marzo, un hermano de Ignacio fue acribillado. Foto: abc color

En esa instancia no encontró a nadie, algo que le pareció raro. A las 18 se dirigió al  sitio donde estaban viviendo y se encontró con que todo estaba cerrado, aunque pudo divisar que una persona “estaba durmiendo” en el lugar.

Aunque el martes regresó y fue en esa instancia en que pudo constatar que se encontraba en la misma posición y que en verdad estaba muerto.

Lo que se presume con esta secuencia es que los demás trabajadores huyeron nuevamente a su país, con la ventaja de la ventana de tiempo entre el crimen y el hallazgo del cadáver.

Por la espalda

En un primer momento se pensó que fue ultimado con arma blanca, pero luego de los resultados preliminares de la autopsia dieron un giro al caso.

El informe forense indicó que el hombre había recibido un impacto de bala en la espalda, de arriba hacía abajo, y que se produjo por la espalda.

Se cree que los atacantes actuaron cuando entraba a la chacra y que si bien alcanzó a ingresar a la precaria morada, instantes después murió a causa del certero impacto.

Un fragmento del proyectil fue extraído del cuerpo, aunque restan informes que confirmen el calibre y a qué tipo de arma pertenece.

Sin datos hasta ese entonces de la identidad del fallecido, el peón rural fue sepultado en el cementerio de Garuhapé como NN y hasta ahora ningún familiar o allegado se presentó ante el Juzgado de Instrucción Uno de Puerto Rico para reclamar el cuerpo.

Aunque en base a distintas averiguaciones y entrecruzamiento de datos con la Policía de Paraguay se logró la identificación formal. Allí, se supo que estaba domiciliado en el barrio San Cayetano, del distrito de Bonanza, en la ciudad paraguaya de San Pedro del Paraná.

Ataque de sicarios

Al tener el nombre del fallecido, uno de los primeros aportes que surgieron a la causa fue el ataque que Ignacio (30) y su hermano Brígido Osorio Parodi (53) sufrieron a principios de marzo de este año en su natal San Pedro del Paraná, en Paraguay.

Ambos, fueron emboscados en una zona conocida como Compañía Santiago Cué en donde dos sicarios los atacaron a tiros y en donde el mayor de los hermanos falleció en el acto.

Este último recibió al menos cinco disparos, mientras que Ignacio recibió dos, uno en el muslo derecho y el otro en su mandíbula y que lo tuvo internado durante varios días en el hospital de área de San Pedro del Paraná.

Según reporta el diario paraguayo ABC Color, las víctimas de aquel ataque fueron atacadas cuando regresaban caminando de una cancha de vóley de la zona.

Al menos dos sicarios que se movilizaban en un auto concretaron el ataque mediante el uso de armas cortas y largas. Y de inmediato escaparon tras concretar el feroz ataque.

Además, mientras se recuperaba en el hospital de Encarnación donde tuvo que ser derivado por su delicado estado, la policía del vecino país obtuvo el dato que el herido registraba una orden de captura emitida en 2017 por una causa por coacción grave.

Entre las sospechas que se tienen en Paraguay se habla que el ataque ocurrido en marzo fue consecuencia de una venganza por el asesinato a tiros de un primo de los Osorio Parodi, ocurrido un mes antes. Y en el que estarían implicados otros dos hermanos de Ignacio y que hasta ahora continúan prófugos. 

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