En 2019 un hijo de la víctima había sido asesinado a puñaladas en el mismo inmueble
Autopsia reveló el misterio del hombre encontrado con el rostro calcinado
La autopsia a Alberto Berndt (76) fue clave para esclarecer la causa de muerte del jubilado, quien vivía solo dentro de su vivienda del barrio San Alberto de Puerto Rico

Las extrañas circunstancias que rondaban en torno a la muerte de un vecino de 76 años del barrio San Alberto de Puerto Rico requirieron de la intervención de los peritos forenses para esclarecer las causas del deceso del hombre, que el miércoles por la mañana fue encontrado con la cabeza sumergida en una olla, con el rostro calcinado y con el cuerpo totalmente erguido, apoyado a la mesada de su cocina.
Si bien en primera instancia la requisa interna a la vivienda no detectó signos de violencia, el médico policial interviniente solicitó la realización de una autopsia. Horas más tarde la operación terminó por esclarecer el suceso.
Según los resultados preliminares arrojados por el examen forense, se descartó la existencia de una muerte violenta, es decir la intervención de un tercero en el hecho. Además se estableció que la víctima, identificada como Antonio Berndt, había sufrido un infarto.
En su garganta los investigadores hallaron un trozo de carne atascado, lo que al parecer pudo haber generado la descompensación previa a su deceso.
El caso causó mucha conmoción en el citado vecindario céntrico de la localidad.
Según señalaron voceros que intervinieron en el caso, la primera en advertir que algo malo había sucedido en el domicilio de Berndt fue una vecina. El miércoles por la mañana a la mujer le llamó la atención que la víctima no recorriera su patio como lo hacía habitualmente.
Es por eso que, preocupada por no tener señales de su vecino, decidió avisar a una patrulla policial.
Advertidos de la situación, una comisión se entrevistó con la requirente, quien contó que la última vez que había visto a Berndt había sido la noche anterior, aunque no advirtió nada extraño en la casa de su vecino.
Ante esto, con autorización de la denunciante, los efectivos treparon el muro y al observar por la ventana de la casa del hombre vieron que este se encontraba sobre la cocina, en una posición que les llamó muchísimo la atención.
Parado y apoyado sobre la mesada con los brazos al costado y con la cabeza dentro de una olla, el septuagenario yacía sin moverse. Tampoco se escuchaba nada dentro de la morada.
Ante esta escena, inmediatamente se alertó al titular del Juzgado de Instrucción Uno de Puerto Rico, Manuel Balanda Gómez, quien dispuso una orden para ingresar al domicilio y constatar la situación del vecino.
Instantes más tarde, los uniformados ingresaron y constataron la muerte del septuagenario, quien fue encontrado con el rostro totalmente calcinado y con quemaduras de tercer grado en el pecho.
Uno de los primeros indicios de una muerte por descompensación fue que las manos de la víctima estaban tensas, señal de la existencia de un cuadro de infarto. Y que luego fue confirmado por los primeros informes de la necropsia.
Lo que se cree a partir de las conclusiones médicas es que el hombre pudo haberse atragantado mientras comía de la olla y que al sufrir el infarto se desplomó sobre la cocina con la cocina aún encendida.
Un sobrino que debía ir a casa de su familiar ya que debía realizar trabajos de mantenimiento en casa del fallecido fue luego quien reconoció el cuerpo.
Atravesados por el dolor
Uno de los datos que no pasó desapercibidos por los voceros consultados tiene que ver con otro antecedente trágico ocurrido en el mismo domicilio en el que fue hallado sin vida Antonio Berndt.
Y es que un hijo de este último, Román Berndt (46), fue asesinado en el mismo inmueble, el jueves 5 de diciembre de 2019, minutos después de las 18.
La víctima, quien se dedicaba a la peluquería y también ofrecía trabajos de fotocopias en su vivienda, fue sorprendida por su agresor y recibió varias puñaladas.
Gravemente herido, después del ataque el estilista alcanzó a llegar hasta la parte delantera de su casa y pidió ayuda a gritos.
Allí fue auxiliado por dos vecinas que de inmediato llamaron a la Policía.
Los pesquisas graficaron que al momento de ser socorrida, la víctima se encontraba sobre un gran charco de sangre.
Luego de eso Brendt fue llevado al hospital local y derivado de urgencia al Hospital Samic de Eldorado, donde falleció a la madrugada siguiente producto de las graves lesiones sufridas.
Posteriormente, los resultados de la autopsia determinaron que Brendt recibió 11 heridas punzocortantes en distintas partes del cuerpo y cuatro de ellas fueron de mucha profundidad.
A tres kilómetros de la escena del crimen la Policía detuvo a José Luis A. (27) y en una obra en construcción de la calle 9 de Julio de Puerto Rico se hallaron varias prendas del sospechoso con manchas de sangre, el celular de la víctima y un cuchillo.