Presunto femicida cayó en el monte: creen que planeaba huir a Brasil

Juan Carlos Krisezuz (51) le avisó a sus cercanos que se iría, que no pasen su contacto, que no digan que habían hablado con él. También habló y se despidió de su hijo, a quien le pidió perdón por ser un mal padre. Lo hizo porque pensó que podría huir de la Justicia.

Sin embargo, ayer por la mañana fue atrapado por la Policía de Misiones en la zona rural de Comandante Andresito, a unos 15 kilómetros de la costa del río Iguazú, por donde se cree quería escapar a Brasil. El procedimiento se concretó 20 horas después del hallazgo del cuerpo de Jéssica Silvana Duarte (30), crimen por el cual es el único sospechoso.

Ayer la autopsia al cuerpo de la mujer realizada por el Cuerpo Médico Forense en Posadas arrojó que murió debido a una asfixia por estrangulamiento. Aún se debe determinar si esto ocurrió de forma manual o el agresor utilizó un cinto u otro elemento. 

El presunto femicida, por quien ya se habían emitido órdenes de detención a nivel nacional e internacional tras determinar que se había fugado, fue detenido cerca de las 10 de la mañana en el paraje El Verde. Llevaba consigo unos 55.000 pesos en efectivo discriminado en billetes de 1.000 y 500 pesos.

Según pudo saber este medio, el cuidador de una chacra del lugar fue quien dio aviso a la Policía de Misiones que estaba por la zona luego de enterarse que buscaban a una persona por un crimen. Avisó que en horas de la mañana Krisezuz había llegado al lugar a pedir un jabón y que después se metió otra vez en el monte.

Este peón lo conocía porque Krisezuz había trabajado antes en ese sitio. Su aporte, redujo considerablemente el rango de búsqueda de distintas dependencias policiales de la Unidad Regional V y los apoyos desplegados para atraparlo. “Lo pudieron rodear nuevamente”, dijo una fuente al tanto del operativo.

El hombre fue alojado en una celda a disposición del Juzgado de Instrucción Tres de Puerto Iguazú, a cargo del juez Martín Brites. El magistrado deberá decidir cuándo se hará el traslado para la realización de la audiencia indagatoria, instancia en la que se concretará formalmente la imputación. Aunque se cree que dicha audiencia se podría concretar el próximo viernes.

Antecedentes violentos

Como informó ayer este medio, uno de los elementos que compromete al sospechoso eran los antecedentes de violencia hacia la víctima. Incluso a principios de este año el Juzgado de Violencia Familiar local decretó una restricción de acercamiento y contacto mutuo y le entregó un botón antipánico a Jessica, aunque según la familia en uno de los ataques el acusado destruyó su celular.

Por otra parte, en 2020 fue elevada a juicio una causa por amenazas y desobediencia judicial con inicio en 2017. En su momento el hombre estuvo detenido, pero al tratarse de un delito excarcelable afrontó el proceso en libertad.

Jéssica (30) tenía un hija de 6 años.

“Ellos habían terminado hace unos dos años por ahí, pero él seguía con su relación tóxica. Entre el año pasado y este año unas tres o cuatro denuncias hicimos porque él le amenazaba, le pegaba y varias veces le rompió el celular. Ellos no seguían en pareja pero él igual le buscaba y le pegaba”, dijo ayer a El Territorio Raquel Duarte, hermana de la víctima, antes de la detención del implicado.

La mujer detalló que Jéssica vivía sola con su hija de 6 años, lejos de su familia, algo que la hacía vulnerable. “Él aprovechaba, le perseguía, subía arriba de su techo, quería abrir la puerta y no podía”, detalló, confirmando con dolor que no les sorprende que Krisezuz haya sido capaz de asesinarla.

“No hay otro, él la perseguía por todos lados, no la dejaba respirar”, lamentó.

Antes de conocer sobre la detención del presunto asesino de su hermana Raquel señaló -atinadamente- que era muy probable que estuviera escondido en el monte, debido a que conocía muy bien toda la zona de haber trabajado en varias chacras de la localidad.

Incluso reveló indicios de que buscó varias cosas en el domicilio de Yéssica: “El domingo fuimos y estaba normal su casa, pero ayer fuimos cerca de las 14 por ahí y había ropa sucia de la expareja - Krisezuz -, por lo que se ve que él llegó, se bañó, comió y después se llevó garrafa y mercaderías como para una provista. Además se llevó fotos de mi hermana con mi sobrina”.

Además confió que el sábado a la tarde “él le dio 500 pesos a su hijo y le dijo ‘perdón, hijo, por ser mal padre’ o algo así. Esa fue la última vez que le vieron”, cerró. 

Salió y no volvió

Según lo reconstruido hasta este momento, Raquel y su madre hicieron la denuncia por desaparición el sábado a la noche en la comisaría de Andresito, aunque el pedido por redes sociales se empezó a replicar antes.

A Jéssica la vieron por última vez el miércoles por la mañana, pero como la mujer era una trabajadora rural, sus ausencias por algunos días eran normales. Sin embargo, la primera alerta fue que -ante los mencionados posteos en redes- un vecino expresó que había encontrado una mochila con sus pertenencias al costado de la ruta.

En el marco de la investigación, Krisezuz fue consultado por las autoridades pero dijo no saber nada sobre ella. Más tarde, como se dijo, se encargó de despedirse de su hijo. Luego el sospechoso diría en sede policial que había visto a Jéssica en su chacra el miércoles, justamente el día que se presume desapareció. También que su peón había estado el fin de semana en el lugar, algo que no le correspondía.

Ya durante la jornada del lunes un vecino de la localidad encontró abandonada la motocicleta Kymco 110 de Yéssica, sobre un camino que conduce a un yerbal del paraje Cabure-í donde trabajaba el hombre. Esto hizo sospechar a los pesquisas que en esas inmediaciones podrían hallar más pistas de la mujer.

Luego de rastrillar durante la siesta, a unos 700 metros del lugar en el que apareció el vehículo y en una propiedad privada lindante a la chacra donde trabaja la expareja de la mujer, uno de los efectivos detectó rastros de tierra recientemente removida.

Las sospechas sobre un atroz final fueron confirmadas al remover el suelo en ese sector. Allí se toparon con el cuerpo de Yéssica, quien llevaba puesta una remera negra, jeans azul. Un nuevo femicidio, el quinto en lo que va del año en Misiones, se había descubierto.

Estrangulada y con signos de arrastre

Según precisaron voceros de la pesquisa a este matutino, los resultados preliminares de la autopsia a Jéssica Duarte confirmaron que la causa de muerte se produjo por asfixia por  estrangulamiento. Además, se añadió que otro aspecto que se estableció con los estudios forenses es que el cuerpo presentaba signos de arrastre, aunque resta confirmar si el estrangulamiento se dio de manera manual o por el uso de algún elemento como ser un cinto.  Por otro lado, se espera que en los próximos días se conozcan los resultados de las manchas que serían de sangre encontradas en una pala hallada en la chacra del empleador del detenido y que se sospecha fue utilizada para la comisión del femicidio.