El femicidio de Daniela Radke reabre la herida de otras familias afligidas

La secuencia no deja lugar a dudas, respaldada por la nitidez de la grabación del sistema de cámaras del lugar: a las 2.34 del pasado viernes 5 de mayo, el cuerpo inerte de Daniela Radke (23) colgaba en la parte delantera de la moto conducida por Alan Calixto C. (30) mientras abandonaba el inquilinato de avenida Néstor Kirchner, en la ciudad de San Vicente.

En diálogo con El Territorio, un vocero del caso precisó que a las 2.15 un llamado anónimo alertó a los bomberos sobre un supuesto accidente con fallecidos entre 2 de Mayo y San Vicente, sobre ruta nacional 14. Esto hizo movilizar a la Policía, pero al llegar no encontraron nada. “Creemos que el asesino hizo la llamada para poder desechar el cuerpo más tranquilo”, confió la fuente.

Dicha hipótesis deberá ser corroborada con las pericias telefónicas ordenada por la Justicia.

Pocas horas antes, a media tarde del jueves 4, el implicado llegó hasta la casa de la víctima para buscarla, ya que habían quedado para cenar esa noche. La madre y hermanos Radke lo vieron a bordo de su moto blanca. Usaba un casco del mismo color.

Minutos después de las 21 del jueves, la chica le hizo una videollamada a su mamá, Nélida Dos Santos. Le preguntó cómo se estaba portando Aron, su hijo de 6 años, tras lo cual comentó que estaban preparando un guiso, que cenaban y su amigo la llevaba de vuelta a su casa. Fue la última vez que la vieron con la vida. Daniela nunca volvió y recién supieron de ella pasado el mediodía del viernes, cuando una comisión policial llegó a la casa preguntando por la descripción de la chica. Luego la peor de las noticias. El cadáver de la joven fue hallado en el acceso al barrio Unido de San Vicente y su identificación demoró algunas horas, ya que no portaba documentos ni era de la zona. Los piercing y un tatuaje dieron los primeros indicios.

Fue estrangulada

Yanina Radke, hermana de la víctima, contó que conocía de vista al sospechoso, quien era amigo de Daniela y otras hermanas porque entrenaban boxeo en el mismo gimnasio.

“Nunca pensamos que sería capaz de hacer eso porque parecía una persona normal, tranquilo. Ese día ella dijo que iban a comer un guiso y después volvía. A las 9 de la noche le hizo una videollamada a mi mamá para decirle que estaba bien, que cenaba y volvía. Pero no volvió más porque el maldito la asesinó”, lamentó.

En la citada videollamada la madre de la víctima identificó un sillón que luego fue constatado en el domicilio del implicado. Pero la prueba clave para dar con el sospechoso surgió a partir del cotejo de las grabaciones de las cámaras de seguridad del inquilinato donde residía, ya que la secuencia permite observar cuando llegaron en moto ya entrada la tarde del jueves.

Asimismo, el aporte de las grabaciones dio con una imagen estremecedora y contundente, puesto se ve que el acusado cargó el cuerpo de la víctima en la parte delantera de la moto y salió hacia la calle. Luego regresó solo.

Como viene informando este medio, el resultado preliminar de la autopsia determinó como causa de muerte la “asfixia por estrangulamiento”. Las marcas en el cuello de la chica lo certifican.

En tanto, los voceros consultados detallaron que en el primer reporte no se detectaron indicios de que la joven haya sido víctima de un ataque sexual.

En ese sentido, si bien a las pocas horas de la detención de Alan Calixto C. trascendió que éste poseía antecedentes por delitos contra la integridad sexual, una alta fuente precisó que dichos cargos corresponden a otro sospechoso que tuvo el caso en las primeras horas, quien luego fue descartado.

“El detenido tiene antecedentes, pero por hechos contra la propiedad, no por abuso sexual”, expresó.

Se abstuvo de declarar

El informe forense también corroboró la existencia de semen en el cuerpo de la víctima, material que fue recolectado para el correspondiente cotejo de ADN.

Al respecto, existen indicios que señalan que la joven habría mantenido relaciones sexuales consentidas con el sospechoso y que fue asesinada en la cama.

Luego de perpetrar el crimen el implicado vistió el cadáver y colocó la ropa interior dentro de la calza. De ahí la cargó en la moto, de lo cual quedó registro fílmico, para desechar el cuerpo en el barrio Unido. En primera instancia tampoco se halló el celular de la víctima, ya que el presunto autor del hecho dejó su mochila y pertenencias en el local de un conocido, el cual al enterarse de su detención dio aviso a la Policía. Ahora el teléfono será sometido a pericias técnicas en busca de datos que aporten a la causa.

Alan Calixto C. fue capturado el lunes 8 cuando se hallaba en la habitación que alquilaba en el inquilinato de avenida Néstor Kirchner.

Tal lo previsto, el último viernes fue trasladado al Juzgado de Instrucción 3 de San Vicente, instancia en la que designó a un defensor oficial y se abstuvo de declarar.

El juez Gerardo Casco lo imputó por femicidio, tras lo cual el implicado regresó a su lugar de detención en la Seccional Segunda.

Pedido de justicia

Precisamente, desde dicha dependencia partió el último miércoles una multitudinaria manifestación en reclamo por justicia por el asesinato de Daniela Radke.

“Señor juez, justicia por mi mamá”, rezaba el cartel que llevaba Aron, el hijo de la víctima.  “Justicia”, “Ni una menos” y “Perpetua para el asesino”, fueron algunas de las consignas de la jornada. 

En la previa a la marcha, el pastor Alfredo Campos expresó: “Hoy somos el grito de aquellas que ya no pueden pedir auxilio. Simplemente pedimos justicia, porque hoy parece que hay que suplicar justicia. Hay tiempo para todo y hoy nos toca llorar por el asesinato de Daniela, y le pedimos a Dios que dé sabiduría a las autoridades para esclarecer el caso y que se haga justicia”.

Alrededor de 500 personas participaron de la manifestación que partió desde frente a la Seccional Segunda y se trasladó hasta la sede del Juzgado de Instrucción Tres, con intervención en el expediente.

Nélida Dos Santos, la mamá de Daniela Radke, se mostró quebrada y apenas podía sostenerse en pie, por lo que tuvo que ser permanentemente asistida por sus otros hijos. “Éramos nueve hermanos y ahora somos ocho porque un maldito asesino nos arruinó la vida a todos. Daniela era una buena persona, una hija cariñosa, gran hermana y excelente madre. No hay palabras para lo que le hicieron”, lamentó su hermana Yanina Radke.

“Nos destruyó la vida”

La familia de Daniela Radke destacó la investigación policial por la celeridad en la que dieron con las pruebas que permitieron identificar y detener al sospechoso.

“No tenemos reclamos para la Policía porque actuaron rápido y encontraron al asesino. Lo que pedimos es que la Justicia actúe a fondo y le den el máximo castigo. Nos destruyó la vida. Mi mamá está muy mal, y ni pensar en mi sobrinito que perdió a su mamá”, lamentó Mara, hermana de Daniela.

Al arribar frente al Juzgado de Instrucción Tres los manifestantes reclamaron justicia y solicitaron la presencia del juez Gerardo Casco. Transcurridos varios minutos el magistrado accedió a recibir a la madre y hermanas de la víctima.

“El juez nos atendió y nos dijo que está muy comprometidos con la investigación, que la Policía tiene muchas pruebas y que nos quedemos tranquilos, que se hará justicia. Le dijimos que queremos cadena perpetua y nos dijo que está todo encaminado para eso”, remarcó Mara.  A su vez, varias mujeres expresaron a viva voz sus sentimientos y reclamaron más seguridad en una ciudad que en los últimos años padeció graves hechos, como ser el femicidio de Fiorella Aghem, la joven de 20 años asesinada por su ex Leopoldo Borovski, quien luego fue condenado a prisión perpetua.

También se recordó el caso de Candela Correa de Melo, de 15 años, quien desapareció el 3 de febrero del 2018 y nunca fue encontrada.

Pablo Correa de Melo, el padre de Candela, estuvo presente en la movilización, al igual que  Mercedes Pereira, mamá de Fiorella Aghem.

Femicidio de Fiorella Itatí Aghem, crónica de un crimen anunciado