Paraguay elige presidente el domingo con EE.UU como principal elector

 El 30 de abril los paraguayos irán a las urnas para elegir presidente. Los candidatos que pican en punta son Santiago Peña (Partido Colorado-ANR) y Efraín Alegre (Concertación para un Nuevo Paraguay), que cuenta con el apoyo del ex presidente Fernando Lugo. El que resulte electo tendrá un mandato de cinco años, sin posibilidad de reelección. En el país vecino no existe la segunda vuelta por lo que el candidato que obtenga la mayor cantidad de votos asumirá el próximo 15 de agosto.

Será el momento de las urnas, porque la elección real empezó el año pasado con Estados Unidos en un papel clave. El país del norte exhibió una nueva y poderosa arma para ordenar la política local: la designación de “significativamente corrupto”. Así, con un simple comunicado entregado desde la Embajada a los medios de prensa, dejó fuera de competencia al actual vicepresidente en ejercicio Hugo Velázquez, que aparecía con muchas chances, e hirió en su base de sustentabilidad al Partido Colorado, al poner en la misma lista al titular Horacio Cartes, padrino político de Peña.

Lo de Cartes, que gobernó entre 2013 y 2018, merece una mención aparte. Estados Unidos lo declaró “significativamente corrupto” y le prohibió la entrada al país a él y a toda su familia. Además, lo inhabilitó para operar personalmente y a sus empresas en cualquier entidad crediticia que controla el país del norte. El daño económico al pool empresarial estaba hecho. Consecuencia: en los primeros meses de este 2023 Cartes terminó por enajenar todas sus empresas. Sin embargo, se ocupó de seguir al frente de Partido Colorado como presidente.

El poder es algo que el millonario dirigente no quiere resignar. Se cree que sigue siendo el principal financista de la campaña del candidato colorado aún bajo la atenta mirada de la Embajada estadounidense que exige a la justicia local controlar los gastos partidarios. Cartes estaba hace tiempo bajo la lupa de EE.UU por falsificación de marcas, pero ahora lo acusa de estar relacionado al crimen organizado y a organizaciones terroristas.

Cabeza a cabeza

Santiago Peña (Partido Colorado) fue ministro de Hacienda durante el gobierno de Cartes y se impuso en la interna colorada al candidato del actual presidente, Mario Abdo Benítez que tuvo que buscar un reemplazante de última hora después que su vice fuera anulado por EE.UU.
Sus propuestas pasan básicamente por tres puntos: controlar la inflación, recuperar el crecimiento económico (en 2022 cerró con crecimiento -0,3%) y mejorar la calidad de vida de los paraguayos, generando 500 mil nuevos empleos.

Efraín Alegre, representa a una alianza de 14 partidos y organizaciones opositoras que se aglutinó con el objetivo de terminar con la supremacía del coloradismo. Propone aprovechar la energía de las represas Itaipú y Yacyretá para el desarrollo con beneficios a industrias y pymes. También propone recuperar la salud gratuita para los paraguayos, falencia que la epidemia del Covid 19 puso en evidencia.

Esta es la tercera vez que Alegre va por la presidencia. En 2013 obtuvo el 37,11% y en 2018 43,04%, siempre detrás del candidato colorado. Las actuales encuestas indican una paridad entre los dos contendientes, aunque algunos politólogos hablan del momento y la oportunidad que tiene el candidato de la Concertación sobre todo después de la fuerte intervención de la Embajada estadounidense.

Según las mismas encuestas, en tercer lugar se ubicaría Paraguayo “Payo” Cubas, calificado por los medios locales como un dirigente de derecha y populista. El que también decidió probar en política es el ex arquero de Vélez Sarsfield y de la selección paraguaya, José Luis Félix Chilavert, que encabeza la fórmula por el Partido de la Juventud Fuerza Joven.

Los otros candidatos

-Jorge Humberto Gómez Otaño y Noelia Núñez Partido UNACE.
- Euclides Acevedo y Jorge Querey por el Movimiento Político de la Nueva República-
-Juan Felix Romero Lovera y Catalina Ramírez Alvarenga por el Movimiento Humanista y Solidario.
- Luis Talavera Alegre y Celso Álvarez Amarilla por el Partido Nacional UNÁMONOS.
- Oscar Cañete y Luis Wilfrido Arce por Partido Verde Paraguay.
- Prudencio Burgos y Leona Guaraní por el Partido Nacional de la Gente.
-Alfredo Machuca y Justina Noguera por el Movimiento Independiente Coordinadora Patriótica Ciudadana.
- Rosa Bogarín y Herminio Lesme por Partido Socialista Democrático Herederos.
- Aurelio Martínez Cabral y David Sánchez por Únete Paraguay.

Qué le espera al nuevo presidente

Al margen de la inseguridad (narcotráfico y sicariatos) en crecimiento, el próximo gobierno deberá enfrentar un país que viene de una economía estancada, que no pasaba desde hace décadas, con serias falencias estructurales y de un marcado endeudamiento externo en aumento que llega al 33,8 por ciento del PBI (informe Cepal de 2021).

Según el Banco Mundial, las condiciones climáticas que afectaron las exportaciones agrícolas y de energía hidroeléctrica, el bajo desempeño de sus socios comerciales y la pandemia de la COVID-19 afectaron el crecimiento en los últimos años, reduciendo el incremento del PBI del promedio de 4,4% entre 2003 y 2018 a 0,7% entre 2019 y 2022.

El año 2022 cerró con un crecimiento de -0,3%, pero a medida que se normalicen las condiciones climáticas, se proyecta un crecimiento del 4,8% para 2023, según el mismo informe.

“La tasa de pobreza se encuentra en un 19%, volviendo a sus niveles previos a la pandemia, pero la sequía, la alta inflación (9,8%) y la reducción de asistencia económica a los más humildes relacionadas con la pandemia, hicieron que la pobreza extrema aumentara del 4,1% en 2021 al 5,2% en 2022”, describe el informe.

Para el Banco Mundial, si bien valora la estabilidad macroeconómica, Paraguay tiene desafíos importantes. Utilizando datos anteriores a la pandemia, el Proyecto de Capital Humano del Banco Mundial estimó que un niño nacido en Paraguay en el año 2020 solo alcanzaría el 53% de la productividad que podría haber alcanzado si tuviera pleno acceso a la salud y a la educación. Este resultado es inferior a los promedios regionales y a los de los países de ingresos medios altos.

Significativamente corruptos

Las designaciones de “significativamente corrupto” realizadas por Estados Unidos contra el expresidente Horacio Cartes y el vicepresidente Hugo Velázquez es una copia de la política implementada por el Departamento de Estado en Centroamérica. En Paraguay ya se habla de la “centroamericanización” de la política exterior estadounidense.

Un punto en común es el combate a la corrupción a través de las sanciones a actores políticos como ocurrió en Guatemala, Nicaragua, Honduras y El Salvador, señaló la especialista en política exterior Julieta Heduvan en declaraciones a medios del país vecino. En Paraguay ya hubo otras designaciones. En 2019, fueron señalados el exsenador colorado Óscar González Daher y el exfiscal general Francisco Javier Diaz Verón y, en 2021, el diputado colorado Ulises Quintana.

Esta intervención casi directa que realiza Estados Unidos sobre la vida política de Paraguay en tiempos electorales implicaría, para algunos observadores, el fin del apoyo histórico de ese país al Partico Colorado.

La explicación aceptada es que EE.UU. busca mejorar los hábitos de gobierno con asistencia al Poder Judicial y el apoyo a jueces y fiscales para combatir delitos financieros, con el objetivo de combatir la corrupción, fortalecer las democracias y así asegurar sus inversiones y apoyos financieros.
“Obviamente Estados Unidos no es un actor desinteresado. En relaciones internacionales no existe el desinterés en las acciones, nunca”, dijo Enduvan, que es licenciada en Relaciones Internacionales y especialista en Política Exterior de Paraguay.