Desde hace algunos años, la economía del conocimiento se ha consolidado como uno de los sectores que mayor aporte hace al desarrollo económico de las sociedades mostrando un horizonte concreto y esperanzador al cual seguir. Como siempre, la interpretación y la voluntad política son indispensables para orientar los esfuerzos hacia un sendero de oportunidades. Un sector que crece globalmente y que es accesible para Argentina. Y además no para de demandar recursos humanos.

En este sentido, la provincia de Misiones ha logrado posicionarse como una de las regiones más importantes en materia de innovación y tecnología de nuestro país, gracias a proyectos como Silicon Misiones, el Polo TIC, la escuela de robótica e innovación, las aulas maker, los gamers y la escuela de programación.

Estos proyectos han tenido un impacto transformador en los misioneros y las misioneras, no sólo en la generación de empleo, sino también en hacer posible el acceso a salarios de calidad. Estos proyectos han estimulado el emprendedurismo, la creación de nuevas empresas y proyectos, lo que ha contribuido al crecimiento de un ecosistema tecnológico.

Una experiencia para destacar es también la ponderación que la provincia de Córdoba ha hecho en relación al peso del sector de la economía del conocimiento en su matriz productiva, creando las escuelas Proa para formar egresados del secundario que tengan herramientas para incorporarse al mercado laboral que los demanda.

En Argentina, tenemos empresas unicornios que tienen mucha reputación entre nuestros trabajadores y trabajadoras. Tal es el caso de empresas como Mercado Libre, Globant, OLX, Tiendanube, Despegar, entre otras. Por otra parte, están las empresas de biotecnología, Bioceres es el exponente más claro.

En conclusión, con una realidad apremiante y con un mundo en crisis ascendente es importante tener certezas respecto de cuáles son las claves para el desarrollo económico y social de la nueva economía.