En medio de un encendido pedido de justicia, sepultaron a la estudiante atropellada en Panambí
En medio del dolor y la angustia familiar, esta tarde fue sepultada en el cementerio municipal de Panambí la estudiante Gisela Báez (19). La joven murió pasado el mediodía de ayer, tras una lucha de 24 días en el Hospital Madariaga de Posadas, donde ingresó con graves lesiones luego de haber sido atropellada por un vehículo que cirulaba al mando de un menor aparentemente alcoholizado y excedido de velocidad.
En ese contexto se replicó nuevamente el pedido de justicia e inmediata detención del protagonista del siniestro vial, que fue identificado como Mateo Román E. (16) y de acuerdo a las pericias, atropelló de atrás la moto en la que Gisela y su novio, Braian Patiño (20), regresaban a sus casas después de haber estado en la fiesta de egresados de ella. La Policía no lo encontró en la escena en razón de que ya se había ido en complicidad con un allegado y más allá de eso, reportó que cuando llegaron a él "presentaba aliento etílico".
La familia de la estudiante no encuentra consuelo y eso quedó expuesto en el camposanto, donde estuvieron acompañados por allegados y compañeros de colegio de la joven, algunos con quienes compartió sus últimos momentos en la fiesta de recepción.
Tal como viene publicando El Territorio en el seguimiento del caso, el atropellamiento ocurrió el sábado 3 de diciembre, poco antes de las 6 de la mañana, en un tramo de curvas y pendientes -a unos 6 kilómetros del cruce con la provincial 5- y como el impacto fue de atrás y a mucha velocidad, Gisela, que iba de acompañante, se llevó la peor parte. Sufrió la amputación traumática de la pierna izquierda y múltiples traumatismos.
Su estado era gravísimo y ese mismo sábado fue trasladada al Madariaga, donde los médicos la operaron varias veces durante estas tres semanas, pero el daño terminó siendo irreversible para la joven, que había planeado comenzar una carrera universitaria.
Patiño, en tanto, estuvo internado en el hospital de Oberá por una fractura expuesta en la pierna izquierda, más allá de los golpes. Fue operado y pocos días después recibió el alta médica, aunque debe cumplir con un largo tratamiento y frecuentes controles médicos para recuperar la movilidad de las partes afectadas.
Ileso
El menor al mando del auto (Volkswagen Gol) apenas sufrió algunos raspones, salió del habitáculo por sus propios medios y fue rescatado por un conocido que circulaba detrás, en otro coche, dejando abandonados a los heridos.
Según la Policía, fue para llevarlo al médico, pero los familiares de las víctimas aseguran que en realidad "lo ayudaron a escapar y atenuar el nivel de alcohol que tenía en sangre".
En consonancia con eso, desde la fuerza informaron que cuando llegaron a él, presentaba "aliento etílico".
La muerte de Gisela Báez generó un gran impacto en la familia y en parte de la comunidad de Panambí, que desde aquella mañana trágica pide justicia, la detención del adolescente o que la responsabilidad penal recaiga sobre sus padres, propietarios del coche con el que fue consumado el atropellamiento.
"Que este crimen no quede impune solamente porque el acusado es menor", había dicho un tío de la estudiante fallecida, considerando que "fue demencial, este criminal al volante es responsable absoluto de la tragedia que vive mi familia, tanto como sus padres y espero que la Justicia entienda esto y actúe en consecuencia".
Tragedia en Panambí: "Que este crimen no quede impune solamente porque el acusado es menor"