Un producto sin pagar y dos viajes distintos de Marina

Otro testimonio que se escuchó en la sala de debates de calle San Martín casi 25 de Mayo fue el de Natalia Noemí Morel. La testigo, en aquel entonces, se dedicaba a la venta de una conocida marca internacional de cosméticos y que por esta razón solía ofrecerle varios de sus productos a Marina Da Silva.

Comentó que días antes de la desaparición de la joven, esta última le había solicitado un perfume. Por esta razón, ambas partes habían acordado que el sábado 21 de diciembre se realizaría la entrega del producto y el correspondiente pago.

Aunque Morel sostuvo que ese día, al ir por la mañana por la casa de la pareja se encontró solamente con Ramos, quien pidió a la vendedora que pase otro día ya que debía pedirle plata a su patrón para poder saldar la deuda.

En ese contexto, la vendedora relató que mientras se encontraba en su casa en Campo Bauer, vio pasar a Marina en dos oportunidades distintas por el frente de su propiedad, por calle 239. Y detalló que el primer paso fue cerca de las 16 cuando la joven pasó como acompañante de su pareja en una motocicleta 110, yendo en dirección hacía el Parque Industrial.

No obstante, luego comentó que un rato más tarde, por el mismo camino pero en dirección contraria, observó que la víctima regresaba en otra moto, en este caso de 150 centímetros cúbicos, pero que era guiada por un hombre delgado y alto al que no supo identificar. Sí añadió que este desconocido llevaba un pantalon tipo capri a cuadros blanco y negro.

Confió que al día siguiente, la mañana del domingo 22, volvió a presentarse en casa de la víctima, aunque por segunda vez consecutiva no fue recibida por la joven y sí por su pareja. Y tampoco pudo cobrar el dinero del perfume.

Luego agregó que días más tarde, tras dialogar con la madre de Ramos, ésta le contó que Marina llevaba varios días sin dar señales de vida.

En ese contexto, y por los dichos del propio imputado, añadió que le habían dicho que la joven se había ido de la casa con sus prendas de vestir y que también se había llevado hasta el perfume. 

Fiscalía puso la lupa en diez días antes del hallazgo para esclarecer el crimen