De residencia señorial a palacete de gobierno
Cuando aún la Ciudad de San Martín (actual Corpus) era la capital del Territorio Nacional de Misiones, en Posadas (que pertenecía a Corrientes) Rudecindo Roca adquiere una propiedad en la que construirá su residencia particular. El italiano Juan Coll fue quien la diseñó, utilizando mano de obra especializada, con la colaboración de los soldados del regimiento III de Línea del Ejército Nacional.
Con ventanas de madera, con detalles de carpintería y rejas de hierro con diseños europeos, forjadas en la herrería del portugués Gayol, sufrió diferentes ampliaciones a través del tiempo, una de ellas de la mano del arquitecto Alejandro Bustillo. Funcionó originalmente como vivienda familiar del gobernador. El ala sur fue hasta 1969 residencia de gobernadores.
En medio de la realidad política sobre la anexión de Posadas al Territorio Nacional, Rudecindo Roca se instala en Posadas luego de estar en Corpus. Vuelve y se queda, al encontrar una ciudad que comenzaba a sobresalir.
Según la tradición oral, jugando una partida de naipes con Eladio Guesalaga, el dueño de una propiedad donde funcionaba un ingenio, pierde la misma en favor de Rudecindo. Éste envía una carta al presidente (su hermano Julio Argentino Roca) diciéndole que había conseguido una propiedad que se podría adquirir para vivienda del gobernador o residencia y que su valor es de 40.000 pesos.
El primer inventario de inmueble de la gobernación fue ordenado durante la administración de Justino Solari (1908-1911). El documento cuenta que el terreno tiene 65 metros de frente por 40,30 de fondo, con una superficie de 2.814,30 m2.
El ala sur de la casa (sobre calle San Martín) fue hasta 1969 residencia de gobernadores.
Construida sobre un antiguo ingenio de caña de azúcar que pertenecía a Eladio Guesalaga, hoy el paso del tiempo allí se detiene. Basta con sólo ingresar a su patios internos, para ver todo su esplendor. Entre los años 2016 y 2017 en una de las columnas de la galería sobre calle San Martín, se había desprendido un pedazo del revoque saliendo a la luz algo que la hace mucho más valiosa. Se observó que la columna, debajo del revoque tenía un corazón de madera de urunday.
La Rosadita, como se la conoce por estos días, en 1996, por decreto provincial Nº 1249 fue declarado Patrimonio Histórico Provincial. Mientras que años más tarde, en 2005, por decreto Nacional 1119 fue declarado Monumento Histórico Nacional.
Queremos, por último, dar un agradecimiento especial por la colaboración en la elaboración de la infografia a la Magister Arquitecta Mary Edith González.
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