El Chamamé sonó fuerte y dejó huella en las Tres Fronteras

Después de una alegre y maravillosa Peña y Bailanta en los jardines de Radio Nacional Iguazú, el público presente recobró fuerzas para disfrutar la segunda edición del Festival Internacional de Chamamé de las Tres Fronteras que se realizó en una de las plazas de la avenida Costanera Eduardo Arrabal, de Puerto Iguazú.

A las 19 en punto con una tímida llovizna que amenazó y puso nerviosos a los organizadores se largó el festival que une fronteras y que se extendería hasta las 2 de la madrugada con grandes referentes de la música del Litoral.

Los sones mesopotámicos hicieron vibrar y bailar a los amantes del chamamé que desde el primer momento salieron a la pista a mostrar su pasión.

El público no dudó en ponerse a bailar rápidamente.

La apertura estuvo a cargo del Colectivo Cultural Folklórico Misionero Soñadores, con una creación en homenaje a Andresito, la emotiva presentación puso primera para dar lugar a las Guainas Misioneras del acordeón. El grupo presentó un homenaje a Blas Martínez Riera, junto a los hijos del gran Blasito, Ernesto y Blas, y otros músicos que se sumaron a escena. Al ritmo de La Cambacita volvió la llovizna a amenazar la suspensión del festival pero la música no quiso parar y los bailarines tampoco. Es que siendo que el año pasado el festival fue solamente vía streaming y este 2022 debió posponerse atentos a la rehabilitación del aeropuerto de Posadas, entre otros contratiempos, el público no se lo perdería por nada.

Tal como lo habían adelantado, María Ofelia Cemborain fue la gran estrella y homenajeada de esta segunda edición. Así, sobre el escenario el Ministerio de Cultura de la provincia reconoció su trayectoria iniciada quizás antes de ganar el primer premio como Solista Vocal en el Festival de Cosquín (en 1971). A partir de allí grabó su primer disco ‘La nueva voz del Litoral’, proyectándose rápidamente a países como Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay y desarrollando una gran carrera como intérprete y difusora de la música del Litoral. En su show la acompañarán Osvaldo de la Fuente, Federico Fabián Acuña, Ramón Orlando Lima, Jonathan Miguel Mombage y Zakary David Phillips.

Exponentes de distintas partes de la región dijeron presente.

El público presente esperaba ansioso el momento en el que el Chango Spasiuk subiera al escenario teniendo en cuenta que el artista fue uno de los protagonistas de la primera edición y con la alegría de haber sido distinguido por la legislatura porteña como Personalidad Destacada de la Cultura de la Ciudad de Buenos Aires recientemente. Otro regreso esperado era el de Mario Bofill, que luego de superar algunos inconvenientes de salud volvía a la Tierra Colorada junto a Chingoli, su hijo y eterno parcero.

El escenario brilló con los misioneros Fabián Meza y Las Guainas Misioneras, el ensamble que revoluciona de la mano de las tres jóvenes: Guadalupe Noziglia, Cecilia Luján Gómez y Naty Da Luz.

Entre cada número musical, el payador Cayo Fernández y el recitador Andrés Aguirre desplegaron sus habilidades con las palabras para mantener la atención de los presentes.

Sin embargo, la lluvia más copiosa obligó a una suspensión momentánea que terminó por ser definitiva promediando la grilla, tras la presentación de Meza cerca de las 22. Tomasito, ícono local que con su arpa -que ha sabido tocar para reyes y emperadores- esperaba su turno y también el Chango Spasiuk que decidió tocar un tiempo a capela. Como embajadores de su tierra se prestaban a sucederse en el escenario Damián Lemes (representando a Entre Ríos), Gicela Méndez Ribeiro (de Corrientes), Los C-Govias (encabezados por Lucas Segovia, hijo del recordado Zitto Segovia), el Elenco Artístico Municipal de Ciudad del Este (música y danza, dependiente de la Dirección de Educación y Cultura de la Municipalidad de Ciudad del Este) y Juventude Missioneira (representando el sentir chamamesero gaucho del sur de Brasil).

Gicela Méndez Ribeiro fue una de las primeras en subir a escena.