Se quebró en la escuela y relató que era abusada por su padre

Una adolescente de 13 años, que a mediados de marzo denunció haber sido abusada sexualmente por su propio padre, un suboficial de la Policía de Misiones con prestación de servicio en la capital provincial, ratificó la semana pasada en Cámara Gesell todo lo expresado en su presentación policial.

A partir de esto, sumado al aporte de otras testimoniales aportadas durante la instrucción del expediente que investiga el Juzgado de Instrucción Tres de la capital provincial, la situación procesal del implicado se complica aún más, refirió un pesquisa que participa de la investigación.

De acuerdo a los datos recabados por este matutino en base a fuentes que intervienen en la pesquisa por el hecho que trascendió hace pocos días, el calvario que padeció la víctima habría comenzado cuando tenía 4 años y se extendió hasta los 12.

Por este hecho, ni bien se conoció la fuerte acusación en su contra y en base a los primeros elementos de prueba, desde la Justicia se dispuso la inmediata detención del acusado, de 37 años, quien aguarda tras las rejas el avance del proceso penal en su contra.

Según lo detallado por los voceros consultados, el caso salió a la luz cuando docentes del instituto educativo al cual asiste la adolescente en Posadas advirtieron que presentaba una lesión en uno de sus brazos.

Para interiorizarse sobre la salud de la estudiante, el gabinete psicológico del citado establecimiento mantuvo una entrevista con la alumna en la que ésta terminó por contar el infierno que venía padeciendo desde hace varios años dentro de su seno familiar.

En ese instancia narró distintos hechos de abuso sexual que sufrió por parte de su progenitor, lo que derivó luego en el aviso a su madre, responsable posteriormente de la presentación policial por los aberrantes hechos.

Ya detenido el suboficial de Policía, desde el Juzgado a cargo del magistrado Fernando Verón se lo citó oportunamente a prestar declaración indagatoria, en donde por recomendación de su abogado prefirió guardar silencio sin que esto le genere alguna complicación en su situación procesal.

En paralelo a las pesquisas realizadas por la fiscalía, la madre de la adolescente se constituyó como querellante particular en el expediente y mediante la representación de abogados del estudio jurídico Zapana-Tilli comenzaron a incorporar distintos elementos de prueba para la causa.