Domingo de Ramos: la alegría de compartir en comunidad

Pese a la incesante lluvia de ayer, el Domingo de Ramos fue una excusa especial para que la comunidad cristiana se reúna a celebrar una de las fiestas más importantes de la iglesia. Con palmitas y ramos de diferentes tipos y especies, una multitud se congregó en la Catedral de Posadas, en la misa central de las 18, para participar del encuentro que da inicio a la Semana Santa. Este año, marcada por la alegría del reencuentro, la apuesta se llevó a cabo con la premisa de compartir con el prójimo. 

Hubo gran concurrencia. Algunos traían largas palmeras, otros llevaban mitades -ya que compartían una sola hoja de palma con el de al lado-. Varios llevaron una gran cantidad de palmas y las obsequiaron a quienes no las tenían. Estaban quienes le sumaron alguna decoración a sus hojas con ramitos de marcela o eucalipto. Muchos también acudieron con ramos hechos de flores y hierbas caseras. Menta, romero, carqueja, rosas y cedrón. Los yuyos de uso doméstico tuvieron preponderancia.

“Las hojitas de palmera son típicas para esta celebración, pero con el correr de los años las familias comenzaron a anexar a sus ramitos las diferentes hierbas que suelen consumir como té o con el mate. Hoy, vienen a celebrar este día especial que marca la entrada triunfal de Jesús con yuyitos de la naturaleza que consumen a diario”, destacó María, quien disponía de un gran balde con palmeras a la venta.

Poco a poco, y escabulléndose de la fría lluvia, los fieles comenzaron a colmar la catedral.

“Nosotros trajimos una para cada uno. Cuando era niña mi mamá me traía a esta celebración y hoy trato de inculcarles lo mismo a mis hijos”, contó Carolina que asistió con sus pequeños Martín y Adela y cada uno tenía su palma.

“Nosotros trajimos muchas pero porque las bendecimos y repartimos a familiares y amigos que no pudieron participar de la celebración”, dijo doña Cecilia que participó de la misa con su esposo Juan. Ambos tenían varias palmas que pensaban regalar tras la ceremonia a amigos enfermos y nietos principalmente, que no pudieron estar presentes en la ceremonia.

La celebración comenzó con música. Las personas participaron meciendo las palmas y cantando al son del ritmo. La misa empezó puntual y fue presidida por el obispo Juan Rubén Martínez.

“Este tiempo fuerte de Semana Santa y Pascua es una oportunidad para que todos, especialmente los cristianos, realicemos un profundo examen de conciencia, sobre cómo vivimos el llamado a la santidad, en el servicio de nuestra condición de ciudadanos”, destacó Martínez en su discurso, haciendo hincapié en la necesidad de globalizar la solidaridad.

En consonancia, el sacerdote Leandro Kuchak resaltó que esta semana será caracterizada por el convite y la posibilidad de volver a compartir. “Con la pandemia, muchos se fueron aislando, nos fuimos encerrando en nosotros mismos. Más allá de que hicimos lo necesario para cuidar la salud de todos, muchos se quedaron solos. Pero ahora, con un poco más de libertad -aunque manteniendo los cuidados- podremos compartir, celebrar, disfrutar con los demás. Esta Semana Santa será para eso, solidarizarnos y compartir la alegría de la Pascua con todos”. 

Actividades varias

Este año, se llevarán a cabo variadas actividades en diferentes puntos de la provincia. El jueves, a las 9, la Parroquia San Miguel Arcángel de Cerro Azul será sede de la Misa Crismal. Además, a las 19, se celebrará la institución de la Eucaristía y el tradicional lavatorio de pies. Esta última celebración se llevará a cabo en San Ignacio, con la Misa Popular de las Misiones. La propuesta contará además con la participación del elenco del Ballet Folclórico del Parque del Conocimiento que presentará una versión de Misa Criolla y la actuación especial de Nahuel Penissi, entre otros artistas. 

El Viernes Santo, en tanto, a las 8.30 se llevará a cabo un Vía Crucis viviente, en el emblemático Loreto. Y a las 13 se celebrará la Adoración de la Cruz en el Parque Temático de Santa Ana. 

El sábado la celebración comenzará a las 20, con una vigilia pascual, en la catedral de San José.