Se llevaron media carga de productos de primeras marcas

Piratas del asfalto vestidos de policías robaron una carga de vinos

Según denunció el chofer, cinco personas armadas y con pasamontañas lo abordaron ayer sobre la ruta 14. Luego fue secuestrado y abandonado en un pinar sin lesiones
jueves 12 de agosto de 2021 | 5:00hs.
Piratas del asfalto vestidos de policías robaron una carga de vinos
Piratas del asfalto vestidos de policías robaron una carga de vinos

Un camión de Central Argentino que llevaba una carga de vinos fue asaltado por piratas del asfalto en la madrugada de ayer, en la localidad de San Pedro. Según consignaron fuentes policiales y judiciales a El Territorio, los delincuentes tenían vestimentas similares a la de la Policía de Misiones, armas y pasamontañas.

Según se reconstruyó en la víspera, el chofer fue secuestrado y abandonado en un pinar de la zona. El hombre viajaba solo y su destino final era la localidad de Bernardo de Irigoyen.

Por otra parte, luego de la intervención policial se logró ubicar mediante el GPS el vehículo, cuyo semiremolque fue forzado y abierto. Según las estimaciones iniciales, los delincuentes se hicieron con el 50% de los vinos, que eran en su mayoría costosos -la Policía los describió como “finos”-.

Al respecto, se pudo establecer mediante fuentes ligadas a la investigación que la banda tuvo tiempo de elegir los vinos más caros para llevarse, dejando de lado los de menor valor. “En un camión entran 12 palets y los camiones prácticamente siempre vienen llenos. En esos palets entran 1.200 cajas y puede llegar a valer $800.000 más o menos, si hablamos de unos vinos baratos -para el mercado donde se comercializan-. Hay muchos más caros”, señaló un conocedor de ese rubro.

Es decir, un golpe multimillonario. Los investigadores podrán tener precisiones con el cruce de información entre el inventario y el conteo final. Ayer ya se habían comunicado con los comerciantes dueños de esos vinos, por lo que se espera que haya certezas en las próximas horas.

El camionero, un hombre de 52 años oriundo de Candelaria, relató a las autoridades de la Policía de Misiones que cerca de la 1de la madrugada fue interceptado en la ruta provincial 17, a unos siete kilómetros de la rotonda entre la ruta nacional 14 y la ruta provincial 20, en Gramado -a 10 kilómetros de San Pedro-.

Puntualizó que sobre la calzada había al menos cinco personas. Dos de ellas con uniformes policiales negros, sin insignias, y el resto con ropas de civil. Todos ellos tenían el rostro cubierto y armas, que serían 9 milímetros. Rápidamente lo detuvieron y, mediante amenazas, hicieron que se baje para reducirlo.

El hombre fue maniatado con cintas de embalaje y lo subieron a un vehículo Peugeot rojo. Los malvivientes lo llevaron hasta un pinar, ubicado sobre el kilómetro 90 de la ruta provincial 17, donde lo dejaron abandonado sin lesiones. Recién horas más tarde, cerca de las 5.30, lo asistieron efectivos de la Comisaría de Pozo Azul.

El camión, en tanto, fue hallado mediante el sistema de rastreo a las 8.30, abandonado sobre la ruta nacional 14, a la altura de Colonia Alegría de San Pedro. Al lugar arribaron efectivos de la División de Criminalística que hicieron las tareas de rigor, como el relevamiento de huellas.

Este medio pudo confirmar que un testigo de la zona aportó datos de relevancia, que dan cuenta de la logística con la que actuó la banda. Al parecer, luego de cargar los vinos del camión a un vehículo se fueron y, en otra zona, se hizo un “transbordo” a un camión pequeño.

Varias comisiones de la flamante Unidad Regional XIV trabajaban anoche abocados a dar con los responsables, coordinados por las autoridades del Juzgado de Instrucción Uno de San Pedro. Por el momento no se descarta ninguna hipótesis, por lo que se cruzará la información del recorrido con el relato del denunciante y establecer que no haya grises.

El contrabando y un asesinato

Los pesquisas creen con firmeza que el cargamento se fue pronto a Brasil. El contrabando de vino, junto a la soja -y en los últimos tiempos el maíz- ha crecido exponencialmente con el cierre de las fronteras y particularmente en Bernardo de Irigoyen y San Antonio, donde los límites son secos, se ha explotado la venta ilícita de la bebida alcohólica.

En mayo una vecina de la zona dio un relato del movimiento que hay en la zona: “Central Argentino viene tres veces por semana a Irigoyen. Un camión gigante, tienen que traer un sampi para bajar la cantidad de vinos. Vinos, vinos, vinos, es increíble la cantidad que bajan. Pero este es un lugar, también mandan por otras empresas, como Expreso Jet y Vía Cargo”.
Tal es la cantidad de lo incautado en el vecino país que la Universidad Estatal de Paraná empezó a hacer el año pasado alcohol en gel, que se reparte en hospitales y demás organismos públicos.

Como se dijo, son negocios millonarios y justamente en este contexto es investigado el crimen de Juan María López (50), un abogado entrerriano que fue asesinado por sicarios en Irigoyen el 15 de mayo. El profesional circulaba en su camioneta cuando fue interceptado por una moto con dos ocupantes. Uno de ellos le asestó tres disparos con un arma de grueso calibre.

Lo que se sabe es que el hombre vendía vinos a comerciantes de la zona, por lo que la principal hipótesis es que se trató de un ajuste de cuentas. Los homicidas huyeron sin robar nada, se cree que con destino a Brasil, de donde serían oriundos y donde habrían sido contratados.

Al respecto, se pudo saber que la investigación avanzó con la toma de testimoniales. Hace algunas semanas, incluso, declaró el hombre que viajaba con López, quien también es abogado. Su participación en la trata estuvo en la lupa de los investigadores, que no podrían descartar nada, pero al momento no hay elementos para que deje de ser un testigo del caso.
Investigadores judiciales esperan aún las conclusiones de las pericias a los seis teléfonos celulares que se incautaron por orden judicial, dos de ellos Iphone del abogado asesinado, y que fueron remitidos al personal de la Secretaría de Apoyo para Investigaciones Complejas (Saic).

Los aparatos serán sometidos a una pericia tendiente a recuperar datos, conversaciones y registros de llamadas, tanto entrantes como salientes, durante -al menos- los últimos diez días con el objetivo de encontrar pistas, principalmente detectar si tenía conflictos con alguien o si estaba amenazado. 

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