Lo conformarán 30 miembros, entre ellos Alicia Bohren, rectora de la Unam
El presidente puso en marcha el Consejo Económico y Social
El gobierno nacional presentó formalmente ayer el Consejo Económico y Social, una herramienta que se plantea como una mesa de diálogo en la que participarán los principales actores sociales, en búsqueda de soluciones para diferentes problemas estructurales del país, principalmente la pobreza.
El Consejo se plantea diferentes objetivos a largo plazo como “productividad e integración social; medio ambiente y cambio climático; trabajo; seguridad alimentaria; y democracia innovadora”.
En el encuentro que se llevó a cabo en el Centro Cultural Néstor Kirchner, participaron gobernadores, empresarios, sindicalistas, integrantes de la Mesa de Enlace y productores familiares, así como intelectuales, científicos y dirigentes sociales.
El Consejo Económico y Social estará integrado por actores del mundo del trabajo y la producción. Sindicalistas, movimientos sociales, la iglesia, los empresarios y la dirigencia política.
El organismo estará a cargo del titular de Asuntos Estratégicos, Gustavo Beliz, quien aseguró que el Consejo se plantea “una agenda institucional que supere la coyuntura y marque políticas de Estado para los próximos 30 años”.
Al Consejo lo conformarán 30 miembros “surgidos del diálogo con distitnos sectores de la sociedad”. Entre esos 30 se encuentra Alicia Bohren (rectora de la Universidad Nacional de Misiones).
Qué hará el Consejo
Las misiones del Consejo son analizar y proponer estrategias de desarrollo; enriquecer iniciativas promisorias o acuerdos sectoriales en curso, elaborar propuestas de nuevas normas o mejoras en su implementación, revisar y plantear reformas a programas en marcha, identificar buenas prácticas a escalar, impulsar políticas públicas innovadoras y facilitar la cooperación pública-privada-social.
Si bien todavía no se difundió la letra fina de cómo funcionará el Consejo, todo indica que el Poder Ejecutivo busca encontrar mayores canales de diálogo entre los diferentes sectores de poder de la Argentina, para destrabar posibles conflictos y buscar soluciones que beneficien a las mayorías.
Al margen de las experiencias que hasta ahora ha tenido el gobierno cuando deciden confiar en el diálogo, la nueva herramienta se para desde un lugar superador, al convocar a todos los sectores sociales y políticos, incluidos a miembros de la oposición.
“Acá tienen que sentarse todos los argentinos. Acá hay que hablar de todo, pero básicamente tenemos que hablar del futuro del país”, explicó el presidente.
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