Mahira Bergallo despega y se anima a soñar

Hablar con Mahira Bergallo (19) es compartir un momento cargado de risas y buenas energías. La carismática atleta obereña expresa todo con tono de sorpresa, pese a que su trabajo la deposita en esos lugares que todo deportista ansía, en su caso, ser la N°1 del ranking mundial U20 en lanzamiento de bala en atletismo adaptado.

Además, sus marcas le abren camino a nuevas conquistas como tener la chance de decir presente en los reprogramados Juegos Paralímpicos de Tokio, que se desarrollarán el año próximo.

“Soñar no cuesta nada. Es más, todavía no caigo que estoy primera en el ranking, así que Tokio sería un regalo más”, reflexionó con su risa contagiosa.

Justamente en el Cepard, hace dos semanas, en el Test Evaluativo Provincial para atletismo adaptado dejó en claro que ni la pandemia merma con sus fuerzas, ya que realizó su mejor registro con un lanzamiento de 7,42 metros, mejorando los 6,68 que había realizado en el Nacional de Resistencia, Chaco, que la había depositado en la cima del U20.

Con esto ya tiene marcas mínimas para Tokio y aún siendo juvenil, tendría chances de estar aunque la cita sea para mayores. De todas maneras la clasificación en deporte adaptado tiene cupos, por lo que habrá que esperar para ver si es convocada al equipo que irá a los Juegos Parapanamericanos.

Para la obereña no fue un año fácil y en sintonía con la mayoría de los deportistas, tuvo que lidiar con reformular la motivación sin tener competencias. “Fue un año raro y difícil. En marzo empezó el parate, pero seguí entrenando en mi casa a full, estuve dos meses trabajando así y el tercer mes me re deprimí porque entrenaba sola, era horrible”, compartió.

Pero justo cuando todo se ponía gris, “surgió la posibilidad de entrenar en una cancha de fútbol, ahí nos movimos un mes. ¡Fue re duro!, estaba totalmente fuera de estado -risas- pero de a poco fui poniéndome a punto, realmente fue empezar de cero”.

Luego el polideportivo Ian Barney abrió sus puertas, tras la habilitación municipal, y Mahira lo describió  con un “fue volver a vivir”.

“Estar en la pista era un sueño, correr es volver a vivir. No es lo mismo correr en el pasto de una cancha”, acotó.

¿Ya asimilaste que estás primera en el ranking mundial?

¡Noooo!, todavía no. Es más, cuando me dijeron en 2019 primero no creía, les dije ‘basta, me están jodiendo’, y era cierto, una locura. Además, el año pasado fue uno de los peores para mí porque cuando comenzó, yo quería mucho ir a los Juegos Parapanamericanos de Lima, estuve a un pasito, y eso me bajoneó mucho porque estaba con la mente en ir, pero son cosas que pasan como deportista. Me costó mucho entender eso y dije ‘ya está’... iba a dejar de hacer atletismo y mi entrenador -Jorge “Chino” Flores- me propuso seguir un año más, a fin de año se dio lo del ranking y salir Mejor Deportista Obereña, la primera vez que dan ese premio a una deportista con discapacidad, así que fue mi peor mejor año.  Fue realmente un regalo para mí, me hizo bien. Y comenzó bien este año y ‘pum’, pandemia ¿qué tal? -risas-.

Igual tenés chances para Tokio, no te podés quejar...

Sí, pero no me desespero, más que nada apunto a los Parapanamericanos juveniles del año que viene, pero si viene Tokio, bienvenido sea.

¿Qué sacaste de positivo este año tan particular?

Tuve un año tranquilo y me sirvió para darme cuenta de que quiero dedicarme más al lanzamiento que a correr en la pista. También para descansar de tantas competencias y viajes.