Día del médico: “Son héroes anónimos y enorgullecen a los misioneros”

La palabra que definió los primeros meses de cuarentena fue “incertidumbre”. Toda la población se vio afectada en diferentes sentidos: en lo económico, en lo familiar, en lo laboral y en lo primordial, la salud.

Y aunque parezca que los médicos están hechos de otro material y los virus no los perturban, no hay nada más alejado de esa realidad. Primero tuvieron que cambiar por completo la manera de atender a sus pacientes, organizar un protocolo en la entrada del sanatorio,cambiar el vestuario, mantener la distancia con todos y después, darse cuenta de que también, a veces, les invade el miedo.

“La pandemia afectó mucho a la forma de trabajar, tuvimos que hacer una formación nueva para los médicos, enfermeros y administrativos. Durante mucho tiempo usamos olores para ver si nadie perdía el olfato, entonces se hacía más lento el ingreso, hacemos el triage en la entrada para cuidar a los pacientes y a los profesionales. Era aprender cosas nuevas todos los días.

En nuestro caso desde el servicio de psicología generaron charlas -con poca gente- en el auditorio, para hablar del tema, porque mucha gente del personal tenía miedo”.

“Estaban muy angustiados, muy estresados, porque también les daba mucho miedo el llevar a la casa un germen, porque muchos viven con personas que están en situación de riesgo, pero gracias a las charlas lo pudieron sobrellevar mejor. También los costos se elevaron muchísimo en materiales descartables, también en lo económico fue complejo, fueron una combinación de cosas”, expresó Guillermo Vymazal, director del IOT.

El Covid llegó para quedarse y hay que hacerle frente. A pesar de la situación compleja atravesada por la sociedad, el sanatorio de calle Bolívar supo salir adelante y avanzar. Un nuevo servicio de hemodinamia con un equipo de última generación espera ser de muchísima ayuda para más personas y también están realizando el cambio del tomógrafo computado. En este sentido, Vymazal recordó algunos de los últimos logros del sanatorio que dirige. “Con esfuerzo estamos sobrellevando la situación. Se realizó un tercer trasplante en una joven paciente que se había hecho dos veces en Buenos Aires y le iba mal, y ahora con nuestro equipo fue exitoso. Esta semana se incorporó una nueva profesional al equipo de transplante, hay muchas personas con ganas de crecer y generar un servicio de calidad”.

Con muchos más logros por enumerar, el director decidió que el Día del Médico tiene que celebrarse con un agradecimiento a todos los trabajadores de la salud por el esfuerzo doble que han realizado en este 2020. “Fueron héroes anónimos. No dejó de venir ninguno a trabajar en todo este tiempo, desde el más grande que tiene riesgo de contagio hasta el más joven. Todos le pusieron el pecho y la verdad que me enorgullece como misionero y director del sanatorio” resaltó el médico.