Le ganó al cáncer, superó el Covid y cumplió el sueño de pasear como héroe

martes 01 de diciembre de 2020 | 2:29hs.
Le ganó al cáncer, superó el Covid y cumplió el sueño de pasear como héroe
Le ganó al cáncer, superó el Covid y cumplió el sueño de pasear como héroe

Los aplausos y los gritos delataron la sorpresa. Fuera de su casa, en Las Heras y Martín Fierro, lo esperaba el camión autobomba de la Policía de Misiones. Sueño cumplido: que los bomberos lo paseen en autobomba por la calle tras haber ganado la batalla más difícil de su vida: la leucemia.

Fernando Nicolás Franco, de 13 años, recibió ayer en Posadas un tributo cual héroe de película luego de que recibiera el alta médica del hospital Garrahan de Buenos Aires, tras un trasplante de médula ósea que resultó exitoso. El procedimiento médico no fue simple, no sólo por las 36 quimioterapias que debió afrontar sino porque una vez trasplantado, Nico -como lo llama su familia- contrajo Covid-19, de cuya enfermedad también se recuperó.

Quizás todavía no dimensiona lo que representa, pero su lucha es testimonio de fortaleza, de amor, de resiliencia, de fe. Y su abuela, Margarita Aponte (62), en complicidad con la pandilla familiar, los amigos del Bachillerato Humanista, y las autoridades del Club Mitre de donde Nico es jugador, concretó la celebración por la vida. “Él me dijo una vez, lo vio en la tele, ‘cuando me cure del cáncer, también quiero que me busquen los bomberos como a esa nena’”, comentó Margarita a El Territorio. Fue entonces que la abuela no tardó en hacer realidad su sueño. Se lo merecía. Envió una nota al cuartel de bomberos contando la historia de su nieto. La respuesta fue inmediata y positiva.

Emoción absoluta se vivió en el barrio. Gritos, silbidos y lágrimas. Desde la casa, donde fue escoltado por dos policías, quienes le cedieron el caso antes de subirlo a la autobomba, hasta la cancha de Mitre. Allí lo esperaban sus compañeros del club y sus amigos del Bachillerato.

El adolescente devenido en héroe llegó el viernes pasado a la capital misionera, en avión, tras un año y medio de estar internado en el Garrahan, derivado desde Misiones. Ahora le quedan los controles de rutina, el primero será el 11 de diciembre y tras un semestre de monitoreo el control será anual.

Felicidad y escalofrío
“Felicidad y escalofrío. Esperamos bastante este momento. Tuvo períodos en los que estuvo muy debilitado, tuvo una úlcera en el estómago, las quimio son agresivas siempre le afectaban un órgano. Esto es un milagro”, confesó con los ojos brillosos la madre, Silvana Díaz. El llanto presiona, los recuerdos la invaden pero se impone el momento feliz de tener a su hijo con vida, recuperadod del diagnóstico inicial: leucemia linfoblástica aguda.

“Después de haber sido trasplantado, agarró Covid y yo también me contagié. Pero realmente la llevó muy bien. Después del trasplante hay que cuidarlo un montón, quedan muy débiles”, relató.

“El pilar de esto fueron sus amigos, el amor que le dieron hizo que hoy él esté acá. Sus compañeros del colegio nunca lo dejaron. El estado de ánimo para este tipo de enfermedad es muy importante”, contó Silvana.

Por su parte, Santiago Masloski, director del Bachillerato Humanista de Posadas, que acompañó a una comitiva de alumnos ayer en la cancha Mitre, comentó que “en un año difícil que nos toca vivir es la noticia más linda que nos toca como institución. Me sorprendió la compañía de los compañeros vía redes sociales.

“Los bomberos, mi regalo”
“Estamos llenos de emociones, después de un año y medio de ganarle al cáncer y al coronavirus”, señaló Margarita Aponte, madre de cinco hijos y que además ostenta 18 nietos y ocho bisnietos.

“Él estaba conmigo cuando se enfermó porque es mimado de la abuela y a la noche me dice que le dolía la boca del estómago. Llamó a la mamá para llevarle al hospital, donde le detectan algo malo en los glóbulos blancos y rojos, al quinto día ya los médico de acá lo derivaron de urgencia al Garrahan”, relató.

“El donante de médula es de Estados Unidos y de ahí siguió con los tratamientos y salió todo bien. Gracias a Dios, ahora está hecho un tigre”, dijo la mujer, y destacó que “tiene un papá y una mamá de oro, además toda la familia que somos de hierro. Los médicos del Garrahan se portaron muy bien, las enfermeras, todos. Estamos muy agradecidos”.

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