No es mentira, no es una pesadilla, un millón de personas lo despedirán
El Ringo Bonavena, el boxeador que se inició en el club Huracán, fue asesinado en el marco de una disputa con el mafioso Joe Conforte, un siciliano dueño del Mustang Ranch, prostíbulo y casino en Reno, Nevada, Estados Unidos. Bonavena recibió un disparo de una escopeta Remington 30-08. Fue a pelear en febrero de 1976. Bonavena, en 1970, había puesto al gran campeón Mohamed Alí a borde del nocaut en un combate tremendo que finalmente perdió. El cuerpo de Bonavena fue velado el 29 de mayo en el estadio Luna Park, donde fue despedido por unas 150.000 personas. Luego fue sepultado en el Cementerio de la Chacarita.
Evita Perón falleció el 26 de julio de 1952 a los 33 años de edad. Tras su muerte recibió honores oficiales, siendo velada en el Congreso de la Nación y en la Confederación General del Trabajo (CGT), en un evento multitudinario nunca antes visto en el país.
Carlos Monzón. Otro boxeador. Había sido condenado por haber matado a su esposa, Alicia Muñiz. Falleció en 1995, durante una salida transitoria del penal santafesino de Las Flores, en un accidente en la ruta. Asistieron a su sepelio unas 60 mil personas.
Diego Armando Maradona murió este 25 de noviembre. Conmoción mundial. Poco para agregar. A este miércoles en el Obelisco porteño ya hay gente convocada por la muerte del argentino más famoso en las últimas décadas.
Las noticias aseguran que se esperan más de un millón de personas. Y que sería tan o más popular que las despedidas de Evita y del propio Juan Domingo Perón.
Se fue el Diegote. El del gol a los ingleses, el del tobillo hinchado, hecho mierda en el partido y victoria ante Brasil en el mundial de Italia 1990.
El de la frase que la pelota no se mancha. El pibe pobre que se hizo rico y la droga lo cagó. El argentino auténtico. Se lo extrañará. Con la copa del Mundo arriba en México 1986.
