El auge del macramé

Tejer el arte

Liliana Galarza es docente y artesana. En plena cuarentena, se lanzó a emprender en esta técnica artística y de decoración que consiste en hacer nudos con las manos
viernes 20 de noviembre de 2020 | 5:00hs.
Tejer el arte
Tejer el arte

En el fondo del patio de su casa, Liliana Galarza tiene su taller de artesanías, lo que ella destaca como su lugar en el mundo. Una habitación donde abundan los hilos de todo tipo: blancos, rústicos y de colores, finos, anchos, de algodón y de cera; además de los troncos o retazos de madera que rescata del río y los hilados de nudos, que son el eje central de su arte.

La profesora de manualidades, egresada de la Facultad de Arte de la Universidad Nacional de Misiones de Oberá, trabaja actualmente en la Escuela Provincial 1 ‘Martín de Moussy’ y comenzó a innovar en una milenaria técnica cuando la cuarentena cambió los planes de todos.

En casa, trabajando desde la virtualidad, y con la idea de comenzar un proyecto que le permitiera ocupar su tiempo una vez que se retire de la docencia, ya que tiene 29 años de servicio en la educación, Liliana comenzó a ahondar en una práctica que ya tenía incorporada. “Cuando estudié en la facultad habíamos aprendido macramé. Y en pleno aislamiento, encontré unos hilos y me puse a fabricar. Así armé un tapiz para mi hermana y otro para mí”, señaló quien al volver a recordar la mecánica del arte no volvió a alejarse de los nudos.

Desde entonces, crea todo tipo de objetos “porque justamente el macramé es una técnica que se adapta y se la puede utilizar para todo”, reconoció la artesana.

En pocos meses realizó cortinas, portamacetas, atrapa sueños, espejos, caminos de mesa, veladores, portalámparas, posavasos, carpetas, alfombras, almohadones y muchos otros objetos de utilidad y para decoración del hogar.

Su arte consiste en la fabricación de productos a través del tejido de hilos. Una técnica que combina la geometría con los nudos, y la habilidad de las manos con la creatividad y la paciencia.

Liliana trabaja solamente con sus manos. Sus dedos, cual agujas de tejer, le dan forma redonda, cuadrada, de pluma, torneada, de rombo o hasta de figuras (como búhos y mandalas) a un puñado de hilos, para convertirlos en una pieza de arte.

Y, aunque reconoce que su nuevo emprendimiento es un paliativo económico también asegura que se trata más de un pasatiempo que la ayuda a desestresarse y transmitir buenas energías: “Antes era una persona muy negativa, creo que a veces la vida misma te lleva a ser pesimista. Me tocó atravesar una seguidilla de situaciones muy difíciles, de esas donde sentís como que se te viene el mundo abajo”, recordó. “Pero creo también que ese fue el punto de quiebre en el que dije ‘no puedo bajar los brazos, no debo hacerlo’, porque siempre hay una salida, ya sea desde el emprendimiento, el trabajo, la terapia o lo que sea que nos ayude a salir adelante. Eso es lo que quiero transmitir siempre y por eso le pongo tanto amor a mi trabajo. Creo que lo mejor es llenarse y transmitir energía positiva”, explicó quien se catalogó como ‘corajuda’ por aceptar todo tipo de desafíos y siempre ir para adelante, con optimismo y pasión por la vida.

El arte de atar 

El macramé es una destreza que tiene más de 4000 años de historia; surgió con los persas y luego los árabes lo llevaron a Europa, donde se masificó principalmente en lugares como Rusia y Ucrania, y consiste en tejer con las manos.

Si bien se trata de una técnica milenaria, no hay mucha información sobre cómo desempeñar esta destreza ni cursos intensivos y presenciales en la región, por lo que la artesana fue aprendiendo a través de la práctica. “Siempre me guío con las imágenes y videos que observo mayormente en pinterest y youtube, viendo los patrones, las técnicas, contando los nudos, el tipo de puntos que se utilizan y así voy armando el tejido, probando”, reconoció Liliana que fue aprendiendo cada vez más sobre el macramé con ayuda de internet.

 Además de las redes, comparte grupos de WhatsApp y Facebook con artesanos de la misma técnica de distintas partes del país y el mundo. De esa manera, interactúa con personas de Chile, Colombia, España y demás provincias argentinas como Entre Ríos, Santa Fe, Jujuy y La Rioja para seguir manteniendo vivo este arte que actualmente está muy en auge, sobre todo en objetos de decoración para el hogar.

Su gran variedad de productos se exhibe en las redes sociales, espacio en el que postea sus trabajos, toma pedidos y coordina entregas. Así como también en Casa Abierta, el showroom de artesanías que comparte con otras emprendedoras.

Para agendar
Macramé
Para conocer más sobre la técnica y la gran variedad de productos que confecciona la artesana en macramé, se puede consultar a través de la página de Instagram @lye.artesanías o al Instagram @casaabierta, donde también comercializa sus trabajos.   

Adornos, tapices y más objetos son construidos por sus manos.
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