Luego de una semana, nadie reclamó por el niño abandonado en Garupá
jueves 31 de octubre de 2019 | 9:25hs.
Luego de una semana, nadie reclamó por el niño abandonado en Garupá
A una semana de la llegada al Hogar Norberto Haase del niño de 5
años que había sido abandonado por su madre en Garupá y rescatado por la
Policía luego de la denuncia de una vecina, el pequeño está en perfecto
estado de salud, ya concurre a un jardín de infantes y está asistido
por profesionales del hospicio que desde hace más de 35 años contiene a
menores en Leandro N. Alem.
Sin embargo, hasta ayer ningún familiar directo solicitó tener
contacto con el niño ya que “cuando llegan así es la Justicia, la que se
toma su tiempo para evaluar el contexto socioambiental y recién ahí
disponen si el niño comienza un proceso de reinserción familiar gradual,
por ejemplo con sus progenitores o familiares directos, o es puesto en
guarda con posibilidades de adopción”, explicó a El Territorio Alicia
Clarck de Veloná, directora del hogar convivencial.
Clarck de Veloná confirmó que el pasado miércoles 23 de octubre la
Defensoría 8 de la ciudad de Garupá se comunicó con ella para saber si
podía enviar en guarda a este niño y “a partir de ese momento se
dispararon los protocolos habituales con los que trabajamos. Se lo
recibe y se hacen todas las evaluaciones tanto físicas como psicológicas
y se lo asigna a una de las casas que funcionan dentro de nuestro
predio”, confirmó la encargada de esta obra de beneficencia social
encarada y llevada adelante por la Iglesia Evangélica Bautista Zion.
Un pedido destapó el drama
Un pedido destapó el drama
El caso tomó estado público el pasado miércoles 23 cuando a través
de un pedido de auxilio a la Policía por parte de los vecinos del barrio
Gottschalk se detectó que un niño de 5 años que vivía con su madre
estuvo solo en la vivienda durante dos días. El hecho colmó la paciencia
de éstos, quienes estaban al tanto de la situación del menor y siempre
lo veían en la calle y ayudaban con comida.
Todo empezó a desarrollarse el lunes 21 por la noche, cuando el
pequeño se presentó en la casa de Jésica, de 22 años y con ocho meses de
embarazo, a pedir comida. Además del hambre, la joven notó que estaba
muy descuidado y sucio.
“¿Podés llamar a la Policía para que busque a mi mamá y me busque a
mí porque ayer dormí solito?”, le dijo el pequeño, según contó la joven
en diálogo con este medio. Agregó que el niño siempre anda deambulando
con la madre a cualquier hora por el barrio.
Autoridades policiales buscaron dar con familiares del pequeño sin
mucha suerte. Además se supo que su madre, de 35 años, padece una
adicción al alcohol, sufre violencia de género y no estaría en
condiciones de hacerse cargo. Y el progenitor del pequeño habría
fallecido.
En Alem, el hogar Norberto Haase tiene en su historial a 500 chicos que fueron rescatados y reinsertados en la sociedad.
El predio está sobre la avenida Maipú y cuenta con poco más de
nueve hectáreas donadas por el matrimonio de Ilda Nicolau y Bernardo
Haase, quienes habían pasado el trance de perder a su único hijo
Norberto antes de hacer esta obra de caridad.
Los plazos legales
Cuando un niño, niña o adolescente
se encuentra en riesgo material o moral por el abandono del progenitor
único, o de ambos, en caso de haberlos, sin que persona alguna se haga
cargo, transita una etapa de institucionalización que, si se prolonga,
lo marca para siempre. Cuando existen progenitores o entorno
familiar, los intentos de revinculación que no producen resultados
alargan los tiempos y los niños no siempre son declarados en situación
de adoptabilidad antes de que los daños sobre su psiquis se hayan
producido. Es sabido de la mayoría de los pretensos adoptantes
quieren niños recién nacidos o lo suficientemente pequeños como para
pensar que superarán rápidamente las secuelas del abandono y la
institucionalización. Es por ello por lo que, sin descuidar la
búsqueda del interés supremo de cada niño, niña o adolescente en riesgo,
los tiempos judiciales para determinar la posibilidad o no de su
reinserción en la familia, no deben extenderse más allá de lo necesario.
“La permanencia de un niño debe ser el menor tiempo posible, no sólo
para los adolescentes sino para todos los niños y niñas. Los tiempos
legales en el cual debe resolverse la situación de un niño son de 270
días, hasta llegar a la declaración del estado de adoptabilidad, a
partir de allí hay un tiempo que no está establecido, que es la búsqueda
de pretensos adoptantes”, había comentado a este medio Marcelo Sussini,
abogado de la Defensoría de los Derechos del Niño.
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