Alcoholizado que provocó la muerte de un amigo tenía 1,06 gramos de alcohol en sangre

lunes 25 de febrero de 2019 | 6:00hs.
Alcoholizado que provocó la muerte de un amigo tenía 1,06 gramos de alcohol en sangre
Alcoholizado que provocó la muerte de un amigo tenía 1,06 gramos de alcohol en sangre
Cristian Valdez

Por Cristian Valdez fojacero@elterritorio.com.ar

Una seguidilla de imprudencias al volante protagonizadas por un joven de 19 años derivó ayer al mediodía en un brutal accidente de tránsito que acabó con la vida de una persona.
El hecho se produjo minutos antes de las 12, sobre la avenida Quaranta, a pocos metros de su intersección con la avenida San Martín y la ex ruta provincial 213 de esta capital provincial.
Cuando la Policía llegó a la escena constató que los vehículos protagonistas del siniestro fueron un Toyota Corolla (dominio IIM-450) y un colectivo urbano de la empresa Tipoka. Y el escenario era tal que dentro del rodado menor había una persona sin vida que luego fue identificada como Alberto Rubén Galeano (31), quien viajaba en el sector izquierdo del asiento trasero del automóvil.
A partir de ahí los uniformados comenzaron a trabajar en el caso y de esa forma pudieron reconstruir que el siniestro se debió a una mala maniobra del conductor del automóvil que -de acuerdo a las personas que testificaron ante la Policía- pretendió adelantarse a la fila de vehículos que circulaba con lentitud ante el verde del semáforo de las avenidas Quaranta y San Martín.  
Es que en el sobrepaso, que ocurrió a alta velocidad, el Corolla chocó contra el interno 60 que cubría la Línea 126 de Tipoka, que circulaba hacia la estación de transferencia al mando de Federico B. (40).
El conductor del rodado menor, identificado como Matías Z. (19), logró maniobrar otra vez hacia su derecha para evitar aparentemente el impacto frontal, pero de la mitad hacia atrás el auto fue destruido.
En consecuencia, Galeano murió en el acto, mientras que el joven que iba al mando y otro amigo que viajaba en el asiento del acompañante sufrieron golpes y algunos raspones, por lo que de modo preventivo fueron trasladados en una ambulancia hasta el Hospital Madariaga. Salieron del habitáculo por sus propios medios, por lo que pudieron ofrecer su testimonio a los primeros policías que se ocuparon de demarcar la escena.
En cuanto al colectivero, con el parabrisas desprendido y parte del paragolpes roto, pudo frenar la unidad pocos metros más adelante (frente a la empresa Río Uruguay), poniendo a salvo a los pocos pasajeros que a esa hora transportaba. Sufrieron algunos raspones que no ameritaban otra atención médica más allá de la que los paramédicos brindaron en el lugar. 

Sobrepaso en zig zag
De acuerdo a la reconstrucción que hicieron los peritos de la Policía Científica, apoyados en las cámaras de seguridad urbana, el Corolla con sus tres ocupantes circulaba sobrepasando autos en zig zag sobre la avenida Quaranta, hacia San Martín (sentido hacia el aeropuerto), cuando en determinado momento se cruzó al carril contrario en el cual transitaba el colectivo con cuatro pasajeros a bordo.
El colectivero no pudo esquivarlo debido a la velocidad, impactando la parte trasera que se desarmó por completo, aprisionando el cuerpo de Galeano en el piso. “No pude hacer nada. Salió de golpe a una velocidad excesiva y lo agarré de lleno. Lastimosamente murió un chico, pero fue una maniobra desacertada del que manejaba el auto”, se escuchó decir al colectivero cuando hablaba con algunos representantes legales de la empresa que estaban acompañando el pasaje.
Su relato coincidió con el de algunos testigos. “La fila de autos circulaba lenta y el coche, que ya había pasado a otros, se abrió para adelantarse, así, de una. Seguro que no vio que venía el colectivo, pero no le dio para meterse otra vez. Fue fuertísimo, aunque los que viajaban adelante pudieron salir por sus propios medios”, detalló un hombre a este matutino.

Los minutos previos
Con el correr de las horas se fueron conociendo más detalles del siniestro, dejando al descubierto una trama repleta de imprudencias.
Es que los uniformados intervinientes luego constataron que el Toyota Corolla no era propiedad del joven que lo conducía, sino que éste lo había tomado sin permiso mientras se encontraba en un denominado ‘after’ en el barrio Terrazas.
Fue el propio dueño del rodado, un hombre identificado como Eduardo R. (27), quien luego aportó su testimonio a la Policía y en esa instancia relató que tanto él como su amigo Matías Z. habían asistido a un after en el cual se refrescaban en una pileta y compartían bebidas alcohólicas.
Fue en esa instancia en que aparentemente el joven implicado comenzó a pedir prestado algún automóvil para salir a comprar más bebidas, pero recibió varias negativas y después de eso tomó las llaves del Corolla sin permiso.
La continuidad de la trágica trama ya es conocida: accidente y muerte sobre la avenida Quaranta.
Fuentes consultadas al cierre de esta edición señalaron que en el interior del Corolla se hallaron tres botellas de cerveza, una botella y una lata de Dr. Lemon. Todo fue secuestrado para fines periciales.
Pero además de eso también se conoció el resultado de alcoholemia practicado al joven que conducía el Corolla y el resultado fue de 1,06 gramos de alcohol por litro de sangre.
A partir de todo esto, la situación del joven cambió considerablemente, ya que la Justicia dispuso que quede en condición de detenido por homicidio en accidente de tránsito. La causa quedará en manos del Juzgado de Instrucción Uno.

1,06

Alcoholemia.
Según indicaron fuentes consultadas, el examen de alcoholemia del joven implicado arrojó 1,06 gramos de alcohol por litro de sangre.