Los nuevos criterios de la Junta Médica Evaluadora

domingo 16 de septiembre de 2018 | 5:00hs.
Las instancias que deben atravesar quienes tramitan un Certificado de Discapacidad (CUD) no son pocas. Y no se trata de un proceso pensado para ser sencillo y rápido para los interesados. Sobre este punto, a fines del año pasado,  la Federación Argentina de Enfermedades Poco Frecuentes (Fadepof) denunció “las juntas evaluadoras de discapacidad se han transformado en el ‘banquillo de los acusados’ en donde las personas con discapacidad, sobre todo aquellas que tienen una deficiencia que no es visible (discapacidades viscerales, sensoriales leves y ciertas intelectuales, como síndrome de Asperger), deben atravesar por un interrogatorio casi ‘acusatorio’ y demostrar que no son culpables o fraudes”.
Entre los requisitos que deben cumplinentar para acceder a la Junta Médica se encuentran los estudios clínicos que certifiquen la condición; después el solicitante se someten a un interrogatorio que será clave para autorizar o denegar el CUD.
La evaluación de la discapacidad bajo estrictos criterios, según la normativa vigente, es fundamental y absolutamente necesaria, pero las situaciones desagradables que trae aparejadas son contraproducentes.
Sobre los criterios de la Junta Médica, El Territorio consultó a Marcela Alves, titular del Consejo Provincial de Discapacidad que depende de la Multilateral de Políticas Sociales de Vicegobernación. Las juntas, no obstante, conviene aclarar, se rigen con un protocolo nacional.
La junta está conformada por un equipo interdisciplinario, un médico, una psicóloga y un trabajador social. En Misiones funcionan ocho: en el Hospital Pediátrco Fernando Barreyro, en el hospital Madariaga, en los hospitales de Oberá, Leandro N. Alem, Eldorado, Puerto Iguazú y San Pedro. Además de la Junta Evaluadora Central que se encuentra en el Ministerio de Salud Pública de la provincia (Tucumán y Junín, de Posadas).
“En el marco de lo que es el Consejo Provincial de Discapacidad a su vez las juntas tenemos el compromiso de que forman parte, sobre todo la junta titular que está dentro del marco del Ministerio de Salud Pública, que es itinerante. Esa junta sí forma parte del Consejo Provincial de Discapacidad, las profesionales son citadas para articular acciones y para  informar cómo van trabajando”, sostuvo Alves.
“Se hizo un nuevo protocolo, una modificación de dos puntos, en cuanto a lo que es el CUD . Uno que es el tema de vulnerabilidad que antes no estaba como evaluado digamos, esto viene supuestamente para tener mas datos para las poblaciones más vulnerables, entonces para que veamos a futuro las políticas públicas desde esa mirada, particular, si bien es un todo como uno ve a la persona en el contexto social, que lo rodea, es ubicarlo también en sus necesidades particulares. El otro punto es la es dependencia, es decir, dependencia y vulnerabilidad son las actualizaciones del protocolo que es del CUD.
“La educación no excluye a la discapacidad. La discapacidad tiene una mirada social y está basada en la Convención Internacional de los Derechos de las Personas con Discapacidad”, insistió la funcionaria y agregó: “La importancia de la educación está dado justamente que con el Certificado Único de Discapacidad y una mejor educación, las personas puedan acceder a distintos espacios laborales”.
“Ni la formación académica ni la inserción al mercado laboral son excluyentes. Si estamos hablando de una persona que tiene una parálisis cerebral, estamos hablando de que es una persona con discapacidad pero que tiene más limitaciones en la parte de educación,. Pero si hablamos de una persona que tiene hoy en día una incapacidad motriz, una discapacidad visual, una discapacidad auditiva, tenemos compañeros abogados, que tienen esas discapacidades y cuentan con CUD”, comentó la funcionaria.
“Nuestra llegada, nuestro trabajo es estar cerca de la gente que más necesita. Hablamos de estar en la picada, en los parajes, donde no tienen mucho acceso y a veces desconocen de la existencia de este derecho, entonces nosotros tratamos de llegar a esos espacios donde no tienen la cercanía de un centro de salud de un pueblo que tiene el hospital, que tiene un Caps, ese es el gran desafío nuestro de trabajo de todos los días”, comentó.
Consultada sobre las personas que quedan excluidas del CUD explicó: “Una persona por ejemplo diabética, no es una persona con discapacidad, ahora una persona diabética que no es sujeto a un tratamiento, avanza la enfermedad y empieza con problemas más importante de salud en el proceso de lo que es la diabetes empieza a tener otro tipo de afecciones más profundas, afectando órganos inclusive con el alto nivel de azúcar llega a la imputación de un miembro, de una pierna, ahí recién podemos hablar de que es una persona con discapacidad”.
“Es una persona con discapacidad, cuando tiene algún tipo de dificultad, ya sea mental, psíquica, intelectual, motora, y que esa dificultad le imposibilita a relacionarse con el medio que lo rodea, cuando aparecen barreras que impiden que esa persona se relacione, en igualdad de oportunidades con las demás”, definió Alves.
En ese sentido subrayó: “Una persona amputada tiene el derecho como toda persona de tener el CUD. Lo que queremos es que la persona pueda mejorar su calidad de vida, y tengamos la igualdad de capacidades en todos los espacios. Ahora que cada persona o cada profesional tenga una mirada, una visión distinta, también puede existir, depende mucho del profesional”. 

En San Pedro se reactivó el equipo interdisciplinario

Luego de que los sampedrinos debieron trasladarse hasta otras localidades y con turnos a largo plazo, volvió a funcionar la Junta Evaluadora en la localidad perteneciente a la Agencia Nacional de Discapacidad.
Las auditorias se realizan el primer y tercer viernes del mes, momento en que atienden a unos diez pacientes. Esta prestación resulta sumamente importante teniendo en cuenta que abarca toda la zona noreste de Misiones y trabaja de forma itinerante con las demás zonas.
La Junta estuvo en receso por más de año ante la falta de uno de los profesionales que la componen.
Los interesados pueden acercarse al hospital de San Pedro de lunes a viernes de 7 a 13 para solicitar los turnos.
“La información que obtenemos acá la enviamos directamente de forma online a la junta central donde evalúan cada caso y si responden a los requisitos, aprueban la impresión de Certificado Único de Discapacidad que luego lo retiran aquí, con esto esperamos que sea mucho más ágil la obtención del certificado”, señaló el equipo. 

“No toda enfermedad mental es discapacitante”

Marina Barreyro

Por Marina Barreyro interior@elterritorio.com.ar

Si bien con la nueva ley nacional de salud mental (26.657), las personas que padecen enfermedades psiquiátricas ya no están obligadas a permanecer encerradas en clínicas, el estigma que pesa sobre los mal llamados locos o dementes aún persiste. Esto lleva a que muchos enfermos o sus familias retarden la búsqueda de un diagnóstico y el consecuente tratamiento, o que incluso aun conociendo el diagnóstico decidan ocultarlo.
Sin embargo, el espectro de patologías psiquiátricas es amplio y contempla a un gran número de enfermedades que con el tratamiento adecuado le permiten al paciente llevar una vida normal. En ese marco, El Territorio dialogó con Mirna Corach, directora del Hospital en Salud Mental Ramón Carrillo, de Posadas, quien destacó que “no toda enfermedad mental es discapacitante” e hizo especial referencia a las patologías del orden de lo neurótico como ser la depresión, los ataques de ansiedad o ataques de pánico.
Al respecto, detalló: “Hay personas que tienen una estructura neurótica y dentro de esto una tendencia a la depresión. Entonces, hay momentos de su vida en que esta persona puede hacer una depresión reactiva porque la situación que está viviendo es la de un duelo o un conflicto en un área importante de su vida, ya sea familiar o laboral y genera síntomas depresivos. La depresión reactiva es tratada, es evaluada y se continúa con un esquema terapéutico que tiene una restitución ad integrum, es decir que el paciente vuelve a su normalidad, aunque durante un tiempo tenga una licencia laboral, por ejemplo”.
En el otro extremo se encuentran las patologías del orden de lo psicótico en las que la recuperación del paciente se torna más compleja ya que contemplan un quiebre en el juicio. Estas enfermedades entre las que se cuentan la esquizofrenia, los trastornos bipolares y la paranoia; suelen involucrar también trastornos del orden neurobiólogico, ya que se ven alterados los neurotransmisores afectando el funcionamiento normal de la psiquis.
En este caso, el tratamiento permite controlar la sintomatología, aunque limita la capacidad de la persona de desempeñarse con normalidad en distintas áreas de la vida. “Generalmente la esquizofrenia es una enfermedad discapacitante porque es una enfermedad crónica con deterioro cognitivo, entonces es muy difícil que el sujeto pueda sostener una actividad laboral. Cuando tiene episodios críticos de la enfermedad la persona además necesita la atención de un tercero. El paciente tiene alterado el juicio, y es lo que hay que corregir con la medicación y la terapia”, aseveró la especialista.
Quienes padecen este tipo de enfermedades mentales tienen derecho a tramitar el Certificado Único de Discapacidad (CUD) que les permite acceder a prestaciones médicas, asistenciales, cupos laborales y viajar gratis en el transporte público, entre otros beneficios. En ese orden, Corach destacó que desde el hospital se trabaja en la confección de informes de cada uno de los pacientes, que luego son presentados ante la Junta Evaluadora encargada de extender el CUD.
Asimismo, en los casos en que corresponda el acceso a una pensión por discapacidad no contributiva, uno de los requisitos primordiales es tener un diagnóstico, un pronóstico y presentar un resumen de la historia clínica, todos documentos que otorga el nosocomio provincial para que los interesados puedan iniciar el trámite.
“Son ayudas sociales para algunas personas que tienen una imposibilidad de trabajar, o a lo mejor inclusive de sostener su tratamiento. Por eso desde acá se hace una psicoeducación para que los pacientes y los familiares sepan que al salirle esta ayuda, la prioridad debe ser el tratamiento. Que no haya excusas de “no puedo ir al control porque no tengo el dinero”. Se trabaja en hacerles entender que la prioridad tiene que ser estar estable”, apuntó.
El entorno
Tanto en el caso de las personas con discapacidades físicas como psíquicas, el entorno familiar y social es determinante a la hora de garantizar una buena calidad de vida para el paciente. En los últimos años, el compromiso de los familiares ante patologías mentales se vio intensificado tras la sanción de la nueva normativa nacional de salud mental. “Según la ley de salud mental la última alternativa terapéutica es la internación. Primero hay que agotar otras instancias. Estas instancias son primero el tratamiento ambulatorio con el acompañamiento familiar, las internaciones domiciliarias que muchas veces se pueden hacer cuando el médico hace un esquema y se facilita la medicación, y en dos o tres días lo volvemos a evaluar. Hoy por hoy se trabaja mucho con la familia”, relató la especialista.
En la actualidad, el Hospital Carrillo cuenta con 34 pacientes internados que viven en la institución. Algunos de ellos residen en el nosocomio desde hace más de cuatro décadas. Sin familias que puedan cuidarlos y con pronósticos poco alentadores, el centro de salud los alberga en pos de garantizar su bienestar físico y mental.
 “Muchas veces un paciente llega en un estado crítico y no sabemos si está intoxicado por drogas o alcohol, o si es un cuadro psicótico. Hay que establecer un diagnóstico porque eso cambia el pronóstico", estableció Corach. 

Las patologías más comunes

En Misiones, existe una serie de patologías mentales que actualmente se presentan con mayor asiduidad. Tal es el caso que al Servicio de Guardia llegan en primer lugar los pacientes psicóticos, en segunda instancia quienes padecen estados depresivos, crisis de angustia o viven situaciones conflictivas que les generan angustia, y en tercer lugar las personas intoxicadas con drogas o alcohol. En consultorio externo, hay una alta demanda de atención para depresiones y trastornos de ansiedad. Por su parte, existe una gran dificultad para establecer diagnósticos de enfermedades mentales a los niños, debido a la falta de psiquiatras infanto juveniles en la provincia. Por tal motivo, los casos que se presentan son derivados a Corrientes.