En San Vicente, los bienes personales se cotizan en kilos de hoja verde

Con la materia prima de la yerba mate se puede comprar una chacra, una camioneta o un tractor. La transacción se hace mediante un acuerdo firmado ante escribano público. Argumentan que da mayor previsibilidad a las partes.
martes 04 de febrero de 2014 | 0:00hs.
Un raído de monedas.
Un raído de monedas.

El peso no para de caer frente al dólar y a otras monedas regionales, como el real o el guaraní. Es así que la moneda argentina no inspira confianza ni en propios ni en ajenos. Ante esto, aquellos que eligen este momento de la realidad económica argentina para hacer negocios deben buscar la manera de no perder o de no pagar de más por un inmueble o producto.
Ante esto, en San Vicente pusieron el ingenio en acción y encontraron diferentes manera de intercambiar bienes. Semanas atrás este diario contó como una inmobiliaria vendía propiedades usando el precio de la bolsa de cemento como referencia. Ahora, a esta práctica se sumó el usar la hoja verde de yerba como medio de pago para el intercambio inmobiliario.
Las crisis exigen a todos agudizar el ingenio para sortearlas. En la Argentina, donde las crisis económicas son recurrentes, el ingenio es una herramienta importantísima para no gastar de más, o para no perder dinero a la hora de cerrar un negocio. Y San Vicente pica en punta a la hora de implementar novedades.
En los últimos meses son cada vez más los productores yerbateros que, a la hora de cerrar un negocio inmobiliario, deciden prendar su producción de hoja verde para la adquisición de alguna propiedad, vehículo o maquina.
Según los propios productores, lo hacen porque tanto el vendedor  como el comprador confían más en el precio de la hoja verde que en el peso, y por ello deciden cotizar los bienes en kilos del producto madre de la tierra colorada.
Es que para la yerba mate se fijan precios oficiales cada seis meses. Y en los últimos años los incrementos llegan a rondar el 40 por ciento anual para el valor del producto. En este momento, el precio oficial de la yerba es de 3 pesos por kilo.
Esto pone a la hoja verde en mejores condiciones que el peso, al menos para quien la recibe como parte de pago.

Por contrato y ante escribano
La existencia de esta práctica entre los productores agropecuarios fue confirmada desde la Cooperativa Agrícola Unión Limitada de San Vicente, entidad que nuclea a cientos de agricultores de la zona. Desde la entidad indicaron que varios de sus socios decidieron realizar compras de bienes muebles o inmuebles sosteniendo como medio de pago la hoja verde de yerba mate.
Dos productores que cerraron un negocio con esta modalidad explicaron a El Territorio cómo es el acuerdo entre las partes. Explicaron que el negocio se realiza por contrato y ante escribano público, fijando una cuota anual de kilos de hoja verde para el pago de la propiedad en cuestión.
Así por ejemplo, el productor José le vendió una chacra a Eugenio (los nombres son ficticios para preservar la identidad de los participantes en el acuerdo de compra-venta). José recibirá de su comprador 50.000 kilos de hoja verde por año, durante tres años, como parte de pago por la propiedad. La cotización del bien inmueble se efectúo a valor del producto y no en pesos. Según los productores, “es para ir acompañando la inflación y que sea más o menos equitativo el interés para el comprador y el vendedor”.
Pero el caso de José y Eugenio, que negociaron así un terreno, no es el único. Otro productor de la zona compró una camioneta y la pagó con una prenda de 30.000 mil kilos de hoja verde de yerba mate. Un tercero adquirió de la misma manera un tractor forestal tipo Zanello, con similar condición de pago.
Pero no sólo los bienes se pagan con yerba mate. También se hace lo propio con los servicios. Un vecino de la zona contó a este diario que solicitó la realización de tajamares para la cría de peces a través del mismo sistema de pagos.
“Confían en el precio de la yerba. Son contados los casos de productores cuyos yerbales son suyos; casi todos ya están prendados”, expresó un conocedor del rubro en la zona.


La bolsa de cemento como referencia
En san Vicente, desde hace poco más de cinco años se comenzó a utilizar un sistema de referencias que hoy se estandarizó. Allí, la referencia en negocios inmobiliarios es la bolsa de cemento de Loma Negra. La idea fue de Margarita Carlotto y Pablo Moroz, empresarios del sector inmobiliario que vieron en la bolsa de cemento una referencia de precio estable, que le permite a ellos y a sus clientes, tener la tranquilidad de que ninguno de los dos perdería a la hora de comprar un terreno. “Como no puedo ni manejarme con el Indec (Instituto Nacional de Estadísticas y Censos) ni con el dólar, busqué algo que si bien no cubre del todo las expectativas, por lo menos mantiene su valor”, explicó Carlotto. A la hora de cerrar un negocio inmobiliario se acuerda con el comprador el pago de un adelanto y el valor restante es dividido por “el precio de lista de la bolsa de cemento de Loma Negra, tomado en un negocio serio de la localidad”. A partir de allí, se define la cantidad de bolsas de cemento que debe el comprador y la cantidad de bolsas mensuales que deberá pagar.  Al llegar la fecha del pago, se remiten al listado de precios del mismo negocio y se calcula el pago. “Va a terminar pagando lo mismo que si le ponemos intereses, pero de manera más estable”, contó Carlotto.