Camino al arte BA

La empresa Alto Paraná puso en marcha un proyecto educativo en Artes Visuales que tiene como objetivo promover la participación de artistas misioneros en Arte BA y llevar adelante una clínica a lo largo del 2005.
sábado 11 de diciembre de 2004 | 2:00hs.
Una empresa privada lanzó la iniciativa: abrir a través de la capacitación y el ofrecimiento de materiales (productos que elabora la empresa) el camino a la muestra de arte contemporáneo ArteBA. Los artistas misioneros respondieron a la propuesta, principalmente los jóvenes, si bien el concurso no fijaba límite de edad.
El jueves, el jurado realizó una primera selección y ayer se reunió con los artistas en el primer piso de la Biblioteca Popular Posadas. Así comenzó a rodar el Programa Educativo de Artes Visuales organizado por la empresa Alto Paraná y ArteBA Fundación.
Los artistas seleccionados - cerca de 20- fueron ingresando en grupos para conversar con el curador y artista Jorge Gumier Maier (Buenos Aires) y la crítica de arte Ana Martínez Quijano (Buenos Aires), integrantes del jurado junto con el artista misionero Francisco Alí Brouchoud.
Los futuros becarios defendieron sus proyectos y explicaron porqué seleccionaron determinados materiales y formatos. También escucharon sugerencias sobre los recursos utilizados, cómo resolver problemas en la ejecución de los proyectos que ahora deberán comenzar a trabajar para presentarlos el 10 de marzo del año que viene. Las obras que entonces sean seleccionadas -la cantidad dependerá de la evolución de los proyectos y de la disponibilidad de espacios- serán exhibidas en la 14° Feria de Arte Contemporáneo arteBA 2005, a realizarse en Buenos Aires del 20 al 25 de mayo del año próximo.
Más allá de los artistas que accedan a la muestra internacional, todos los trabajos serán expuestos en una muestra colectiva en el Museo Municipal de Bellas Artes Lucas Braulio Areco y en la sala Kowalski del Centro Cultural Vicente Cidade. Y, lo más importante de todo, el grupo sentará las bases para una clínica de Artes Visuales que se desarrollará a lo largo del año que viene.

Los proyectos
Cecilia Azcué -artista plástica- vinculó en su proyecto imágenes de la naturaleza con animales que fueron considerados con poderes sobrenaturales por las culturas originarias de América como el jaguar o las serpientes, y la representación simbólica de éstos en piedras y objetos sagrados.
En su búsqueda incluyó hasta los pueblos del Norte americano. También recolectó textos y expresiones orales de los distintos pueblos para proponer una reflexión sobre la relación de los símbolos de la culturas originarias y la palabra, haciendo referencia al vinculo del hombre con la madre tierra. Para lograrlo trabajó sobre una estructura de alambre y retazos rasgados de papel.
Roberto Urbanowicz trabajó en base al polen, lo que define como el primer paso de la diversidad de la selva. En el Departamento de Polinología de la UNaM investigó junto a las profesoras Rosa Pauluk y Laura, las imágenes microscópicas del polen de distintas especies misioneras, entre ellas, el lapacho, el timbó y la yerba mate.
Son estas imágenes las que Roberto ampliará con pasta de fibra larga blanqueada y pasta fluf (la que se utiliza para los pañales descartables) con el objetivo de hacer visible al ojo humano el grano de polen.
Héctor Borges es de Alem y estudia Artes Plásticas en Oberá. Se propuso recrear un ambiente fingido, artificial, a partir de una caja realizada con MDF. En su interior guarda un cubo de vidrio con agua y plantas que solo es visible al proyectarse en el techo mediante un efecto óptico producido mediante una lupa y luz artificial.
"Uno puede creer que dentro de la caja hay una planta, pero es un ambiente artificial. De alguna forma también el MDF imita la madera sin serlo", explicó Héctor.
Jan Kislo, artista plástico obereño, propuso torres con madera de cajones de manzana que remiten a caseríos. En este caso, el artista propuso una obra con los materiales que suele usar y los que le propusieron en el concurso.
Maximiliano Peralta Rodríguez, también obereño, trabajó con planchas de MDF. "La idea fue simular una geología artificial. Son objetos estéticamente agradables, para plantear el juego de seducción y engaño. Al verlos, uno no reconoce el material, se siente atraído, sin ver el proceso de industrialización que hay detrás", planteó.
César Cuevas fue más lejos. Es diseñador gráfico. Propuso la reconstrucción del árbol que es destruido para obtener por ejemplo papel. El planteo es desde el humor pero sin perder el tono crítico. "Soy de acá. Creo que hay que tomar conciencia", señala desde un planteo conservacionista.
La preocupación por la naturaleza subyace en varios planteos. Por ahora son proyectos, ensayos. Tras la reunión de ayer, comienza el trabajo. Y más allá de Arte BA, se abrió el juego creativo.


Participar o no participar
Por el perfil de la empresa organizadora y auspiciantes del proyecto, participar significó para muchos artistas superar sus propios prejuicios. "Casi no participo, iba contra mis principios. Pero pensé que desde mi obra podría rescatar el mensaje que nos dejan las culturas originarias, que no es violento, sino de respeto y armonía", reflexionó Cecilia Azcué.
Para Jan Kislo, la contradicción se instaló desde el momento en que vio el afiche de promoción. Participar del concurso implicó abordar sus propias contradicciones.
Los integrantes del jurado no ignoran este aspecto. "Como crítica de arte celebro todo que se acerque al arte", analizó Ana Martínez Quijano. "Damos la bienvenida a estos aportes, sobretodo a los que pueden significar un estímulo a través de proyectos pedagógicos", aportó Jorge Gumier Maier. Claro que esta celebración no significa de ninguna manera caer en algún tipo de censura a obras de arte que pudieran cuestionar el trabajo que realiza la empresa organizadora o las consecuencias de sus acciones en la geografía y medio ambiente misionero. Es más, opinan que la obra puede ser el punto de partida de un diálogo fecundo entre la empresa y la sociedad, a partir de que los artistas vuelquen en su obra cuestiones que la gente no se anima o no logra -por diversos motivos- expresar.


La voz del jurado
El artista plástico Jorge Gumier Maier y la crítica de arte Ana Martínez Quijano (Foto), integrantes del jurado, señalaron que en los proyectos presentados predominó el trabajo con el volumen. En los encuentros de la jornada de ayer se dialogó con los futuros becarios la posibilidad de proponer otro tipo de abordaje de las obras.
También destacaron que entre los trabajos encontraron obras de buena calidad y bien presentadas. Como puntos a trabajar, señalaron la necesidad de promover el diálogo entre los artistas para romper el aislamiento a partir de generar un espacio común de reflexión sobre las obras que funcione como propiciador de la energía creativa.