“Me dejaron de torturar cuando vieron que me moría”

Sábado 24 de marzo de 2018
El Territorio recibió a interesados en conocer su archivo; uno de ellos fue Augusto Speratti. | Foto: Natalia Guerrero
La memoria no lo traiciona. En un pestañeo, todo regresa a su mente. Aquellas noches de dolor extremo atado sobre un tirante, la picana dañando su piel, la voz de su madre buscándolo. Y, en ese instante que se deja llevar por los tristes recuerdos, se quiebra su voz. Contiene sus lágrimas, pero no la emoción que le produce la posibilidad de dar testimonio.
Augusto Speratti (60) era muy joven cuando militaba en la Juventud Peronista y en la Unión de Estudiantes Secundarios, cursaba en la nocturna del colegio Nacional Manuel Belgrano, ya tenía su compañera de vida y una hijita de tan sólo 7 meses, cuando la pesadilla se apropió de su vida por más de tres semanas, pero con recuerdos imborrables.
La cicatriz impide olvidar. Pasaron 42 años de una de las etapas más oscuras de la Argentina, el golpe de Estado cívico-militar de 1976  que persiguió, torturó y desapareció a 30.000 personas.
Augusto es un sobreviviente. Su presente lo encuentra desempeñándose en el Ministerio de Acción Social y con una familia compuesta por cuatro hijos, a quienes les deja como legado la defensa de la democracia. “Yo creí que me moría, que se me iba la vida”, confiesa.
Radicado en la chacra 157 de Posadas, en marzo del 76 fue llevado al departamento de información de la Policía, vendado y esposado. “Fui torturado, me llevaron a la famosa casita del Rowing junto a otros compañeros, nos colgaron de las manos para golpearnos, incluso me pasaron a la parrilla eléctrica, hasta que me llevaron a Candelaria, para luego ser trasladado a Resistencia, estuve en libertad vigilada hasta el advenimiento de la democracia que también es una tortura psicológica”, relata.
A la frase le sigue una de las tantas anécdotas que marcaron su físico y espíritu. “Me colgaron con otro compañero, Ricardo Cáceres. Y no era sólo estar colgado del tirante del techo, con los brazos atados y de puntas de pie, sino los golpes y todo lo que significan las torturas. Llegó un momento en que ya no sentía mis brazos, era desesperante. Cada tanto venía la patota a torturarnos. Después venía la parrilla eléctrica, que ya no nos quedaba más voz para gritar”.
“Me dejaron de torturar con electricidad cuando se dieron cuenta que me estaba muriendo. Yo escuché: ‘Este se nos va’. Entonces me tiraron a un costado y siguieron con la tortura a Ricardo Cáceres”, rememora con pesar.
“Hubo momentos de extremo dolor, donde uno hacia un blanqueo en la mente y trataba sobrellevar el momento, he tenido fortaleza que no se de dónde sacaba, creí que mi vida terminaba”, sostiene.
“Nuestro compromiso era con los trabajadores y el pueblo, nuestro ideal era aportar para la toma de conciencia en las luchas populares por el avance que sabía que se venía de las políticas neoliberales, nuestro país iba a camino a una colonia como tanto otros países, y queríamos mantener la lucha para volver a la democracia”, comenta.

Legado
“Creemos que la democracia es el mejor sistema de vida, necesitamos representantes que realmente se jueguen por el pueblo y dejen de lado sus intereses personales que lamentablemente hubo y hay, esperemos que ese sueño con justicia social se llegue a dar, que la distribución de la riqueza sea para mejorar a miles de familias que hoy no tienen viviendas, trabajo”, remarcó.
Por último, alentó a “comprometerse con la vida, con lo que uno cree que es positivo para el pueblo, tenemos que trasladar a las nuevas generaciones que quieran a nuestra patria y no permitan que vengan a lavarnos la cabeza desde los grandes poderes”.

Para agendar
En Oberá se realizará un acto por el Día de la Memoria hoy a partir de las 10 en plazoleta de la Memoria ubicada sobre avenida Sarmiento, frente al Barrio Mayor Krause.
En Posadas convocan a marchar. La concentración será hoy a las 9 en la plaza San Martín para marchar hacia la 9 de Julio, donde se hará el acto.

Los archivos, un tesoro invaluable
En el marco de las actividades por la Semana de la Memoria, Verdad y Justicia, el diario El Territorio recibió a los interesados en leer los archivos referidos a la última dictadura cívico-militar (1976-1983) acompañado de los protagonistas y sobrevivientes de esta triste historia.
“Me parece más que interesante que el medio ponga estos archivos al servicio de la ciudadanía para que se pueda conocer la realidad de nuestro pasado reciente, reforzar la memoria para que las nuevas generaciones conozcan lo que pasó en la última dictadura cívico - militar”, remarcó Speratti.
Asimismo sostuvo: “Esto nos mueve mucho, hemos vivido esta historia, fuimos secuestrados, torturados, conocimos compañeros que ya no están porque quedaron en la tortura, hoy podemos contar pero hay muchos que no, hay familias destruidas”.
“Han destruido miles de familias, tenemos 30.000 compañeros desaparecidos, seguimos pidiendo Justicia por ellos y seguimos pidiendo por la restitución de la identidad de alrededor de 400 nietos que aún estamos buscando”, remarcó.
Por Griselda Acuña
interior@elterritorio.com.ar