Un recurso para mostrar y cuidar

Domingo 28 de noviembre de 2004
Las Reducciones Jesuíticas de San Ignacio no sólo son un tesoro histórico cultural patrimonio de la Humanidad, sino un recurso económico y turístico de los misioneros.
Sin embargo, en el sitio parece quedar cada vez menos y peor presentado. El atractivo tiene serias deficiencias en la señalización y explicación. Además, los trabajos de apuntalamiento destinados a proteger el lugar molestan visualmente y limitan los circuitos ya que varios pasajes -principalmente en las áreas del templo- que años atrás estaban abiertos al público, hoy se encuentran cerrados.
Los trabajos realizados este año en uno de los portales del templo (Ver página 6) permitieron detectar que era posible retirar el apuntalamiento exterior del templo hacia el lado del Colegio de los Padres ya que los muros ceden hacia adentro. Sin embargo, se recomienda hacer un seguimiento de las estructuras, como precisa el arquitecto Marcelo Margadán, al frente de los trabajos.
Dentro del templo se cambiaron dos apuntalamientos de madera por dos de hierro que se evalúan de un menor impacto visual y cumplen la doble función de apuntalar y de andamio para trabajo. Para el año que viene está previsto su reemplazo total por estructuras  metálicas. En cuanto a la posibilidad de recuperar los circuitos, Margadán señala que será necesario realizar pasarelas para evitar que se transite sobre los pisos originales.

Sin explicaciones
El desagradable efecto visual que produce el apuntalamiento podría disminuirse con una debida explicación al visitante, como se realiza en trabajos similares en otros lugares del mundo.
"Empezamos a trabajar puntualmente en el portal. En función de la actitud de distintos agentes, empezando por el gobierno de la provincia y después por fundaciones que se fueron sumando, el proyecto empezó a crecer. Fue  una cuestión de emergencia", explicó Margadán. "Pero hay que trabajar en la presentación del sitio", reconoce.

Nuevo centro de interpretación
Según lo trabajado en el taller, la información que reciben los turistas es confusa. "Las piedras no hablan. Salvo que les des a los visitantes los elementos para puedan leerlas", ejemplifica Margadán. En ese sentido es que ya se obtuvieron los fondos para reformular el Centro de Interpretación.
Ya comenzaron las mejoras edilicias en el lugar, trabajo financiado por la provincia de Misiones. Los cambios de contenidos se realizarán a lo largo del 2005. El primer paso es una investigación científica en la que se convocará a especialistas para abordar distintos temas que tienen que ver con el medio ambiente, la historia guaraní y jesuítico-guaraní, la arquitectura, la llegada de los inmigrantes, la situación actual del lugar. De modo que, cuando el turista ingrese en el sitio, tenga el ojo preparado para poder leer las piedras.
También es necesario ofrecer cartelería, folletos y una guía del sitio en más de un idioma.


Participar y opinar
"Este es un sitio que fue proclamado patrimonio de la humanidad hace 20 años. Capta recursos y podría captar muchos más. Hay que mejorar el atractivo y ser muy cuidadosos en el modo de conservarlo para no perder el recurso que es histórico, cultural pero a su vez también es económico desde el punto de vista de la explotación turística", advierte el arquitecto Margadán.
El próximo 14 de diciembre en el Centro de Convenciones y Eventos de Posadas se realizará una consulta pública sobre la Evaluación Ambiental Programática del Corredor de las Misiones Jesuíticas convocada por la Secretaría de Turismo de la Nación. El documento completo y un documento de síntesis se puede encontrar en www.turismo.gov.ar


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