Nicolás Yapuguay, el cacique guaraní pionero en el mundo de las letras

domingo 06 de julio de 2014 | 0:00hs.
Libros incunables.
Libros incunables.

“Muy conocida y superior a lo que puede caber en un indio es la capacidad de ese Nicolás Yapuguay, cacique y músico de Santa María, y con razón muy alabada de todos su composición, por la propiedad, claridad y elegancia con que felizmente se explica, aún en cosas tocantes a Dios… Yo no hice más que darle la materia…”. Así describe el padre jesuita Pablo Restivo a su amigo y confidente, pues juntos enseñaban el idioma guaraní a los jesuitas y la escritura a los guaraníes.
De acuerdo a la antropóloga y arqueóloga, Ruth Poujade, Nicolás Yapuguay, nació en Santa María (hoy Misiones, Argentina) en el año 1680.  Fue cacique de esta reducción; y un erudito guaraní: grabador, tipógrafo, escritor y orador; además fue el literato de mayor producción en lengua guaraní. Conocía el latín, el guaraní y el castellano a la perfección. “Enseñó guaraní a los padres jesuitas y diseñó las famosas Tablas de Parentesco o consanguinidad de algunas parcialidades guaraníes, hecho que le otorga el rango de primer antropólogo social del Río de la Plata y posiblemente de Sudamérica” desliza Poujade.
En cuanto a su nombre, su significado remite a 'Nicolás, el verídico o verdadero' porque sus escritos eran fieles a lo que traducía del latín y del español.
Escribió y publicó: su primer libro cuyo nombre original es Explicación de el Catechismo en lengua guaraní (1724) y Sermones y Exemplos en lengua guaraní (1727), además colaboró como ilustrador (grabador) en el Arte de la Lengua guaraní del padre Antonio Ruiz de Montoya.
“Yapuguay fue una persona fundamental en la historia de las misiones jesuíticas porque ayudó a crear puentes de comunicación entre la cultura de guaraníes y jesuitas”, sostuvo Susana Brandariz, del laboratorio que lleva su nombre y agregó: “los jesuitas provenían de diferentes países, con idiomas distintos y cuando llegaron a la región del Guayrá se encontraron con un mundo totalmente nuevo para ellos y en este punto la figura de Yapuguay, como la de otros tantos de guaraníes, fue fundamental porque posibilitaron la comunicación intercultural”.
 Explicaciones de el Catecismo..., señala Brandariz “fue sumamente valioso porque permitió a los jesuitas poder evangelizar en idioma guaraní y a los guaraníes entender el latín, porque ese libro tiene cada página con las explicaciones en ambos idiomas. Ese primer libro de Yapuguay es uno de los incunables guaraníticos de mayor valor porque marca el principio del uso de la imprenta en los pueblos jesuitas de América del Sur”.
Según las categorías de análisis del ámbito literario se llama incunables a los primeros libros impresos luego de la aparición de la imprenta, es decir desde 1440 hasta 1500. Pero dado que la imprenta no tuvo una llegada uniforme y un desarrollo lineal en todas las regiones del mundo, también se considera en el nivel de los incunables a libros como el de Yapuguay.
Acerca de su muerte la información existente es imprecisa respecto a cuándo y dónde aconteció.