Músico realiza cursos para recuperar a jóvenes adictos

lunes 24 de septiembre de 2018 | 4:00hs.
Luis ‘Beto’ Sánchez recorre el país compartiendo su historia.
Luis ‘Beto’ Sánchez recorre el país compartiendo su historia.
"Hacerse cargo". Frase de cabecera del Luis “Beto” Sánchez un “transformador” social (como él se denomina) que con su testimonio de ex adicto recuperado fundó la Organización No Gubernamental (ONG) “olla, pelota y guitarra” con lo que ha llegado a miles de barrios, pueblos, iglesias, escuelas y comunidades de Argentina y Latinoamérica. Con el transcurrir de su obra creó el seminario de capacitación “Transformadores sociales” que comenzó a dictarse en la ciudad el pasado 13 de septiembre y que todos los jueves congrega por más de dos horas, a casi un centenar de alumnos en el salón auditórium del Instituto Tecnológico de Alem (ITEC).

En diálogo con El Territorio Beto Sánchez se refirió a la situación y las razones que le otorgaron “otra oportunidad de vida” y que lo impulsaron a desarrollar esta capacitación ciudadana que ha recorrido el país y que en Misiones ya cuenta con egresados en Oberá y Posadas. La temática de estos seminarios que cuenta también con la presencia de psicólogos sociales y psicopedagogos es lograr “la empatía con el otro” dice Sanchez y agrega que el problema de la droga en los jóvenes y niños es algo que sino se trabaja “entre todos no vamos a poder”.

En esa misma línea, el también músico y militante social manifiestó que el taller está destinado a “personas que quieran trabajar y formar redes para ayudar a otros”.

Testimonio en carne propia
Una de las grandes enseñanzas que deja este cantante de regaee que llegó a editar dos discos compactos con su banda ProclamaZion, es el relato de su propia vida que no teme exponer en cada charla. Con el micrófocno en mano y la emoción a flor de piel, Sanchez relata frecuentemente que tras haber nacido y vivido hasta los 10 años en Uruguay se mudó junto a su familia a la ciudad de Buenos Aires. Al llegar al país comenzó a consumir drogas y ya en la adolescencia abandonó su hogar y decidió vivir en la calle. De la mano de un amigo viajó a Brasil donde conoció a su actual esposa Silvia, y con ayuda de ella y la iglesia evangélica a la que se sumó; logró dejar las drogas y dedicarse a la música y al trabajo social.

Asentado, formó una familia con cuatro hijos, dos de ellos nacidos en Brasil, hasta que su congregación lo envió de regreso a Buenos Aires. Desde ahí, desembarcó en la provincia de Santiago del Estero donde fundó la ONG "Olla, pelota y guitarra" entendiendo que conjugando estas tres cosas podría llegar a los barrios más humildes. Tiempo después abrió decenas de centros educativos, escuelas de música y comedores para niños y jóvenes, ofreciendo asilo y acompañamiento a quienes habían caído en el consumo de drogas y alcohol.

Hace cinco meses vive en Alem donde se encuentra trabajando con varias escuelas para acompañar y recuperar chicos adictos.