Lluvias del fin de semana mitigaron la sequía y aliviaron a productores

lunes 15 de enero de 2018 | 6:00hs.
También los cultivos cubiertos sufrían por calor y baja humedad.
También los cultivos cubiertos sufrían por calor y baja humedad.
Con más de 150 milímetros de agua caída en la capital provincial e intensidad similar en toda la provincia, las lluvias del sábado (que continuaron, aplacadas, ayer) provocaron algunos daños en caminos terrados, sobre todo en la zona rural, pero para los productores fue mayor el beneficio que la desventaja.
“Hubo ciertos problemas para circular, pero nada que no se pueda solucionar. Necesitábamos esta lluvia, fue muy linda”, señaló a El Territorio José Villasanti, presidente de las Ferias Francas de Posadas.
El déficit hídrico se hizo sentir en la primera quincena de enero, lo que sumado a las altas temperaturas dejó en una incómoda posición a los productores, puesto que ni siquiera el riego resulta suficiente en estas circunstancias.
“Los niveles de agua en arroyos y estanques estaban muy bajos, en todos lados el pasto estaba seco, sin vida, y los cultivos también, sobre todo los que están a cielo abierto, aunque el invernadero puede ser contraproducente si no se maneja bien”, advirtió Villasanti.
Explicó que bajo cubierta se requiere de una ventilación regulada para que circule el aire, mientras que quienes tienen aspersores deben utilizarlos con discreción, evitando los momentos de mayor calor.
La rutina de los chacareros se modifica en estas circunstancias, puesto que deben regar las plantas aún más temprano en la mañana o al atardecer, cuando el sol no pega tan fuerte.
“El riego -agregó el presidente de las ferias- tiene que hacerse con cuidado, porque el agua sale caliente, los caños levantan temperatura y eso es peor que no regar”.
De su lado, el histórico dirigente Eugenio Kasalaba también ponderó las virtudes del meteoro del sábado, que sirvió para paliar las características de un difícil mes: “En enero se complica por los largos días de sol. Cuando hay temperaturas cercanas a los 40º, uno pone el termómetro en la tierra de un mandiocal o un maizal y va a dar 50º, eso es terrible para la planta”.
Lamentó que la deforestación deja muchas vertientes en peligro, lo que complica aún más la producción.
Indicó asimismo que las verduras de hoja son las más beneficiadas, al igual que el maíz, que todavía se está plantando y que se vendería para Semana Santa.
En varios puntos de la provincia hubo ayer inconvenientes para circular por caminos terrados, habida cuenta del deterioro producto de precipitaciones que en un día concentraron una cifra cercana al promedio mensual.
Productores consultados señalaron que en algunos sectores se generaron grandes huellas, mientras que en otros, por el resecamiento de la tierra a causa de la sequía, el agua no alcanzó a penetrar y el resbaloso barro superficial fue un problema.
En el sur provincial se perdieron muchos arreglos que se habían podido hacer en estas semanas con el acompañamiento del tiempo.
Se esperan más lluvias para esta semana, por lo que las reparaciones se verán demoradas.
Para Villasanti, sin embargo, lo sucedido el sábado fue muy positivo: “No salió el sol, así que no se levantó la humedad. Que quede la humedad en el ambiente es bueno para todas las plantas, hasta las que están en invernáculo, no es lo mismo regar con agua casi hirviendo. Nos hacía falta esta lluvia. Mandioca, maíz, zapallo, sandía, sobre todo, necesitaban el agua”.

Casi un mes en un día
Las precipitaciones del sábado provocaron anegamientos y demandaron asistencia en barrios de Oberá, Garupá y Posadas, aunque por fortuna no hubo daños de gravedad ni se requirió de evacuaciones.
La cantidad de agua caída superó lo esperado, ya que totalizó en la capital provincial 151 milímetros, cercanos a los 160 de promedio mensual.
Antes de llegar a la mitad del enero ya se acumularon 170 milímetros, sumados también los casi 7 producto de chaparrones y garúas en la jornada de ayer.