Límites en defensa propia

lunes 03 de agosto de 2015 | 0:00hs.
Embarazada de 34 semanas, viajaba con su hijo de 2 años y un adolescente de 16 en una moto. Escenas parecidas se ven con frecuencia en las calles. Pero esta vez salió mal. La motocicleta colisionó de frente con otra. El niño cayó al asfalto y falleció en el acto, según el informe policial.
La mujer murió más tarde, en un centro de salud, como resultado del estallido del útero. Con 34 semanas de gestación, hay posibilidades de sobrevida para el niño que cuenta con cuidados neonatales. Pero tampoco esta vida pudo salvarse.
El accidente fatal ocurrió en Garuhapé, el sábado al atardecer (Página 23). Pero podría haber tenido lugar en otros lugares y horarios. Por su bajo costo –tanto de adquisición como de mantenimiento y consumo- la moto es para muchísimas familias el principal medio de transporte.
Sin embargo, la legislación vigente estipula claramente límites que pocos respetan. En Posadas, desde el 2013, rige una ordenanza que prohíbe que los niños menores de 12 años viajen en moto. En algunas provincias argentinas, la veda se extiende a las embarazadas.
Estos límites son en defensa propia.  Sancionar normas más rígidas y controlar su cumplimiento, sin dudas reducirá los accidentes. Pero la mejor prevención es tomar conciencia del cuidado de la propia vida y de la de los seres queridos. Y eso se logra con educación vial. Con una evaluación correcta de los riesgos a los que se exponen, las embarazadas no montarían motos, ni los padres cargarían en ellas a sus hijos menores.

Por María Marta Fierro
Prosecretaria de Redacción
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