La innovación en el podio

martes 31 de diciembre de 2019 | 12:05hs.
La innovación en el podio
La innovación en el podio
“Fue un camino largo y difícil que requirió de todo nuestro esfuerzo, emoción, lágrimas, broncas a veces. Pusimos el alma en esta experiencia que nos abrió la cabeza y también muchas puertas. Quisiera que otros chicos puedan sumarse, superar el miedo que puede ser una atadura. Porque todos pueden lograr lo que nosotros logramos”, reflexionó Azul Silva (16), capitana de la selección argentina de robótica al momento de recibir el galardón Misionero del Año junto a sus compañeros. El combinado que exhibió su robot Julito en Dubái se quedó con el podio por su proyecto que aplica tecnología a una acción concreta para limpiar el planeta.       
En la terna finalista estaban también Abigail Fleitas que lleva adelante un merendero en el humilde asentamiento Las Tacuaritas de Fátima y la médica pediatra Ángela Natalia Martínez que hace posible el acceso a la salud de la población mbya. 
El Misionero del Año es el reconocimiento de El Territorio a las personas que se destacan por su labor en pos de una sociedad mejor. Se otorgó ayer a la tarde en una ceremonia que tuvo lugar en el Teatro de Prosa del Parque del Conocimiento con la presencia de los diez candidatos con sus hinchadas propias.   
A sala llena, con momentos emotivos, risas, mucha música y camaradería, el acto fue el tramo final de un proceso que comenzó un mes antes e involucró a toda la comunidad misionera que postuló a sus referentes en el campo de las ciencias, tecnología, arte, cultura, educación, deporte, ecología, desde las plataformas digitales, y luego votó por sus favoritos. 
Abrió la séptima edición de El Misionero del Año la actuación del Grupo Late con canto y percusión con instrumentos no convencionales y se sumó parte del Coro de Niños y Jóvenes del Parque del Conocimiento para interpretar Baianá de Barbatuques y Kusimama, una composición africana.
Luego, integrantes de la redacción y el directorio de el decano hicieron entrega de la distinción a los siete nominados: el equipo de orientación y apoyo de la Escuela Especial 49 de Garupá, que logró en una tarea conjunta integrar a chicos con discapacidad a la escuela común; Yamila Rodríguez embajadora del fútbol femenino; la organización ecológica Eco Tierra que trabaja en la concientización sobre el cuidado del ambiente y realiza acciones de limpieza de las costas de cursos de agua; el músico y compositor Andrés González que es un testimonio de resiliencia e inspiración desde su arte y su recuperación de un accidente automovilístico; el Hogar Carmelina de Alem, que contiene a los adultos mayores vulnerables; el docente Julio Pereyra que realiza su tarea educativa en articulación con instituciones formales para lograr la integración y la inclusión en la enseñanza de niños que están fuera del sistema o tiene trayectos irregulares y el Coro de Niños y Grupo Late Coordinado por Ana María Bertrán y Matías Almirón.
En tanto, la terna finalista quedó conformada por la médica Martínez de Montecarlo, la referente social Abigail Fleitas y, los ganadores del Misionero del Año 2019, los integrantes de la Selección argentina de robótica, conformada 100% por jóvenes estudiantes misioneros.
El Misionero del Año es un reconocimiento a la tarea, muchas veces silenciosa y comprometida de ciudadanos de este suelo que día a día dan lo mejor para transformar su entorno. 


Julito, un robot desarrollado en equipo

De la mano de Julito, un robot que tiene por misión limpiar el océano, estudiantes misioneros llevaron el nombre de la tierra colorada hasta la lejana Dubái de Los Emiratos Árabes, donde representaron a la Argentina en octubre pasado en el primer mundial de robótica ‘First Global Challenge’. Esta experiencia es fruto de un trabajo que conjuga talento, perseverancia, labor en equipo y claro, acceso a la educación en ciencia y tecnología. Todo esto se materializa en la Escuela de Robótica que funciona en la provincia hace tres años con el objetivo de acercar a los niños y jóvenes a contenidos de ciencia y tecnología aplicados a resolución de problemas que mejoren la calidad de vida de sus comunidades. El equipo lo componen Norberto Adrián Gómez (Epet 25 de Campo Grande), Santiago López (BOP 1 de Posadas), Annabella Montiel y Maytena López (Instituto Carlos Linneo de Oberá), Tatiana Figueredo (EFA San Arnoldo Janssen de Puerto Esperanza), Juan Beltrán (Epet 25 de Campo Grande), Magalí Duarte (EFA Padre José Marx de Campo Viera), Alan Rodríguez (BOP 1 de Posadas), Azul Silva (Instituto Santa María de Posadas) y Cristian Silva; los últimos cinco fueron los que viajaron a Dubái, pero el mérito es de todos.

Dos corazones nobles completaron el podio

El reconocimiento al Misionero del Año consagró a la Selección de Robótica, como los flamantes ganadores del 2019. Sin embargo, la terna finalista de los personajes más destacados la completaron Abigail Fleitas  y la pediatra Natalia Martínez,  dos misioneras que trabajan con dedicación y compromiso por una sociedad mejor.   
Abigail vive en el asentamiento Las Tacuaritas del barrio Fátima. La joven trans lucha semana a semana para cumplir los sueños de quienes comparten con ella el barrio. Creó el merendero Bichito de Luz y allí colabora con sus vecinos asistiendo a quienes más lo necesitan. Su noble corazón y sus ganas de ayudar superan cualquier obstáculo. 
Además de mostrarse agradecida con los misioneros que votaron su causa, Abigail aprovechó la  ocasión para alentar a todos a colaborar: “Seguimos trabajando por los que más nos necesitan y queremos pedir a todos que, si desean colaborar con la causa se sumen a nosotros. Necesitamos la ayuda de todos”. 
 Por otra parte, Ángela Martínez tiene 36 años y es médica pediatra. La profesional completa el podio de los ternados al Misionero del Año por su dedicación y compromiso de llevar salud a la colonias y aldeas de la tierra colorada. 
Al principio asistía a siete comunidades aborígenes, entre ellas Yacaporá, Doradito, Pasarela, Guabiramí y Kokue Poty. En la actualidad, únicamente se desempeña en la aldea mbya Perutí, una de las más populosas con gran número de niños. 
Al recibir el galardón, Martínez reflexionó: “Sueño, cerebro y manos son tres palabras que nos identifican a los médicos: Significan que siempre debemos tener un sueño en el corazón, pensar en cómo cumplirlo y trabajar para lograr ese objetivo”. Esa es su filosofía de vida.