La inflación del NEA en septiembre fue la más alta del país, llegó a 7,3%

jueves 18 de octubre de 2018 | 5:00hs.
La inflación del NEA en septiembre fue la más alta del país, llegó a 7,3%
La inflación del NEA en septiembre fue la más alta del país, llegó a 7,3%
Los precios minoristas se aceleraron al 6,5% en septiembre, el nivel más alto desde abril de 2002, y acumulan en los últimos 12 meses una suba de 40,5%, informó ayer el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec). Además, en lo que va del año, el costo de vida subió a 32,54%. La región con la mayor suba fue el Nordeste argentino con un 7,3%.
La inflación más alta se había registrado en abril del 2016, con 6,7%, pero según la denominada “inflación Congreso”, ya que hasta ese mes los precios no eran medidos por el Indec, por la declaración de la “emergencia estadística” ocurrida cuando asumió Mauricio Macri en diciembre de 2015. De tal forma, para encontrar un número oficial superior hay que remontarse hasta abril de 2002, cuando se midió 10,4%.
Números superiores al 40% en inflaciones anuales pueden encontrarse en 1992 cuando marcó 40,9% y en 2002 tras la devaluación cuando registró 41%. 
En el noveno mes del presente año, el rubro alimentos y bebidas experimentó una suba del 7%, acumulando en el año un incremento del 35,8%, pero la suba más fuerte fue en el rubro transporte, con 10,4%, seguido de prendas de vestir y calzado, 9,8%, y equipamiento y mantenimiento del hogar, 9,7%.
Previo al dato oficial, las consultoras privadas indagadas por ámbito.com calculan que el IPC de septiembre será de hasta 7,7% y que la inflación de todo 2018 tendrá un techo de 48%.


El director de la consultora Eco Go, Federico Furiase, sostuvo que el cálculo de inflación para septiembre fue de 5,5% y para todo el año alcanzó el 45%. “Aumentos en naftas y el efecto de la suba del dólar impulsaron la suba de precios. Alimentos registró un incremento de 6,5% y la núcleo de 5,6%", remarcó.
Por su parte, Víctor Becker, director del Centro de Estudios de la Nueva Economía (Cene), estimó que el salto inflacionario de septiembre “va a implicar un arrastre que pone un piso del 5% para el índice de precios del mes de octubre. Y vamos hacia una inflación que va a estar en torno al 45% para todo 2018”.
Becker enfatizó el aumento “muy significativo en el rubro transporte, de un 10,4% en septiembre, que tiene que ver con la política tarifaria del Gobierno”, y también el alza del combustible, que también está atada a la evolución del dólar y los precios internacionales.

Alimentos en la lupa
Un informe elaborado por el Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana (Isepci) que todos los meses realiza su Índice Barrial de Precios (IBP) reveló que sólo en septiembre la Canasta Básica de Alimentos (CBA) se encareció un 11,62%.
De acuerdo con el IBP, que releva precios de 350 comercios del conurbano bonaerense, en agosto una familia compuesta por una pareja con dos hijos necesitaba 8.007,93 pesos sólo para poder garantizarse los alimentos mínimos indispensables.
Apenas un mes más tarde, necesitó 8.938,49 pesos para comprar exactamente los mismos productos.
En tanto, la Canasta Básica Total (CBT) se encareció un 12,52%. Así, mientras una familia necesitó en agosto 19.859,58 pesos para vivir adecuadamente, un mes más tarde acceder a los mismos productos y servicios le insumió 22.346,22 pesos. 

“Octubre será elevado por arrastre”

El ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, aseguró que la inflación de los últimos diez días muestra que la presión en los precios está disminuyendo aunque en octubre aún será elevada por el arrastre del traspaso de la suba del dólar de fines de septiembre. “Cuando se miran los datos diarios de los últimos 10 días se ve una desaceleración importante”, afirmó en una entrevista con El Cronista, poco antes de que se el Indec diera a conocer que el IPC de septiembre. “Evidentemente septiembre y octubre serán los picos del año”, dijo estimando una proyección en baja para los próximos meses.


La Cepal prevé una mayor caída del PBI de Argentina para este año

La merma en la obra pública, uno de los datos que impacta en un menor PBI.
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) revisó sus proyecciones de crecimiento de la actividad económica para la región en 2018, y sus cifras fueron actualizadas a la baja.
Mientras que el organismo espera para este año una expansión promedio de 1,3% en la región (la estimación anterior era del 1,5%), para la Argentina prevé una caída de 2,8% del PBI (mientras que en agosto su proyección era de un leve crecimiento de 0,3%).
En la misma línea, Cepal señaló que para 2019 el PBI argentino también caerá, pero la cifra será menor: -1,8%.
En agosto, el podio de la estadística a la baja era compartido con Venezuela (-12%, que ahora subió a -15%) y Dominicana (-4,4, que bajó a -6,4%). En esta nueva proyección, Cepal agrega a Nicaragua a la lista de países que presentarán una caída del PBI para este año (la proyección para ese país es de -3,3%).
Pese a la proyección global, la dinámica del crecimiento muestra diferencias entre países y subregiones, según la Cepal.
En este marco, las economías de América del Sur crecerían a una tasa positiva (0,7%) este año, impulsadas por la producción de bienes primarios, en especial petróleo, minerales y alimentos. En tanto, para 2019 se espera un mejor desempeño en esta subregión, que crecería 1,6% en promedio.
“Las proyecciones para 2019 se dan en un contexto de aumento de la incertidumbre y de los riesgos en el mediano plazo”, reza el informe del organismo.
 Al mismo tiempo, advierte que “un riesgo que subsiste para las economías emergentes en general y, dentro de estas, para América Latina y el Caribe en particular, es el de un mayor deterioro del ambiente financiero internacional”.
“Los altos niveles de deuda corporativa y soberana acumulados a lo largo de años de condiciones financieras globales laxas constituyen un riesgo para algunas economías más expuestas a los cambios en el escenario financiero, como mayores necesidades de financiamiento externo, mayor proporción de la deuda en moneda extranjera, o mayor proporción de deuda de corto plazo”, añade..
Otro de los factores que el organismo tuvo en cuenta a la hora del análisis es la escalada en las tensiones comerciales: “Aunque éstas todavía solo se han visto reflejadas en moderadas revisiones a la baja del volumen proyectado de comercio mundial y de la actividad económica global para el año 2019, constituyen un riesgo para la actividad económica regional”. 

Caída de salarios, por baja rentabilidad e informalidad 

La mayor pérdida de poder adquisitivo en los salarios del NEA y NOA (bajaron 7,9%) fue analizada ayer por Alejandro Haene, presidente de la Confederación Económica de Misiones (CEM), y el economista Alejandro Rodríguez. Entrevistados por el programa Acá te lo Contamos de Radioactiva 100.7, coincidieron en que la pérdida del poder adquisitivo tiene varias razones.
Para Haene, “siempre, históricamente los salarios del NEA y del NOA, si se miran las estadísticas, fueron los menores en el país y por diferentes circunstancias. Una podría ser la menor rentabilidad de las actividades económicas frente a otras zonas”.
Diferenció en tanto que “la caída en la actividad económica ha sido mucho más importante en otras provincias que en Misiones. Primero porque nosotros veníamos de una situación con el dólar barato donde la gente compraba mucho en Paraguay y en Brasil. Con la devaluación del peso se promovió que muchas de esas compras ahora queden en la provincia”, comentó el directivo empresario.  

El interior sufre más
Para el economista Alejandro Rodríguez, la mayor caída del salario real en Misiones se explica también por el peso de la mayor informalidad. Y por los menores ingresos de los trabajadores. “Si empezamos a desglosar los números se puede entender mejor por qué se dio esa mayor caída en el NEA. En el sector privado la caída fue del 5%, en el estatal fue del 7,%, en el informal casi el 13%. Ese último dato indica mucho porque en las zonas donde la informalidad es más elevada, la brecha es mayor”, comentó.
Apuntó sobre la inflación que “el interior también sufre más algunos costos, como por ejemplo el transporte público. En las grandes ciudades hay un costo más bajo por movilizarse. Pero en general la pérdida del poder adquisitivo es generalizada, ningún sector resistió las subas combinadas de combustibles, prepagas, alquileres,  entre varios rubros”, dijo.