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La familia de San Ignacio que vivió el peor viaje de sus vidas

miércoles 05 de febrero de 2020 | 4:00hs.
La familia de San Ignacio que vivió el peor viaje de sus vidas
La familia de San Ignacio que vivió el peor viaje de sus vidas
Un viaje de descanso y con el propósito de conocer San Javier y alrededores se convirtió en una pesadilla para la familia Muñoz de San Ignacio, quienes terminaron durmiendo en la plaza del pueblo y sin poder cumplir el objetivo el primer día del itinerario.
Si bien las primeras horas luego de conocido el suceso se difundió un parte policial relatando parte de lo que pasó el último fin de semana, ahora El Territorio habló con la familia para conocer los detalles del peor viaje de sus vidas.
Y fue Javier Muñoz, quien es un conocido carnicero en San Ignacio, quien detalló lo acontecido.
“Como no se puede gastar mucho y queríamos tomarnos un descanso, decidimos con mi esposa conocer Cerro Monje, el camping y otros lugares de la zona. La idea era quedarnos unos días por allá pero de imprevisto se rompió una pieza del auto, el portamaza derecho”, comenzó contando sobre el imprevisto que los encontró ya en La Dulce.
“Habíamos llenado el tanque de combustible y llevamos un poco de plata para pasar esos días. Estábamos en la zona del Cerro Monje, donde hay mucho monte, allí el teléfono quedó sin batería así que no me quedó otra que largarme caminando a buscar auxilio mecánico mientras mi familia esperaba en el lugar”, agregó a la historia, mientras las horas seguían pasando y la noche se acercaba.
Por su lado, María Cristina, esposa de Javier, relató “en un momento todo fue desesperante, estábamos en medio de la nada, llegaba la noche y yo ahí con mi hija discapacitada y dos nietos. Nunca imaginé vivir algo similar. Mi marido se fue caminando a buscar ayuda sin conocer nada ni a nadie”.
Luego, ya con el ocaso, apareció un hombre en moto al que le pidió ayuda y este le dijo que iría tras su esposo para llevarlo en la moto hasta el pueblo de San Javier.
“Para eso ya era de noche y no sabíamos qué hacer. Al rato llega mi esposo con la grúa y fuimos todos al pueblo. Nos costó la poca plata que teníamos, después de dejar el auto en el taller, y sin plata, decidimos buscar una plaza y quedar ahí esa noche. La verdad que casi no pude dormir porque tenía miedo, cuidaba de los chicos. Por suerte llevamos unas sábanas y toallas, con eso se taparon los chicos y algo durmieron. Al amanecer la gente se acercaba y charlaba con nosotros hasta una señora que también es discapacitada nos ofreció ir a su casa”, detalló sobre lo vivido la noche que durmieron a la intemperie.
Ya de día se acercó un móvil de la Policía y le relataron lo que estaban pasando. “Fue increíble lo que hicieron los policías, digno del uniforme que portan y mucho más aún porque entre ellos juntaron para los pasajes para que volviéramos a San Ignacio. Yo no podía creer porque cerca de $2.500 salieron los pasajes. Por eso estoy inmensamente agradecida, esa solidaridad recibida fue muy gratificante”, dijo María Cristina.
Ahora el deseo de la familia es poder encontrarse con todas las personas que los ayudaron, a los que no preguntó siquiera el nombre por la desesperación vivida.
Mientras tanto el auto sigue en el taller de San Javier a la espera de la llegada del repuesto.
En tanto y de acuerdo la Unidad Regional VI, los policías solidarios que ayudaron a la familia son el subcomisario Oscar Suárez, la oficial ayudante Karen Yaques, el sargento Simeón Alejandro Alegre y el cabo primero Maximiliano González.