“Jamás pensamos que iba a terminar de esta manera”

“Recién nos estamos dando cuenta de la gravedad de lo que pasó. Teníamos como vecino a un asesino”, así comenzó el relato de Carmen Bertoni, vecina de Horacelia Marasca, la joven de 16 años quien fue asesinada por el padre de su hija.

“Yo vivo con mi hijo y con él empezamos a atar cabos de cómo fue que pasó todo. Según dicen, esto es lo que me contaron, ella se fue al boliche ese domingo porque al otro día era feriado y su pareja ya la esperaba con el cuchillo preparado para matarla”, siguió relatando Carmen que aún sigue asombrada por todo lo que pasó al lado de su casa.

En comunicación con Territoriodigital, Bertoni se refirió a los rumores que siguen en torno a la investigación, “yo quiero aclarar que yo no me siento culpable por lo que pasó. Nosotros, los vecinos, no nos metíamos porque ellos vivían peleando y a las horas ya estaban bien. Su relación ya era de esa manera. Escuché que desde el comedor del barrio dijeron que la culpa la teníamos nosotros que no hicimos nada pero no nos metíamos por eso”

Por otra parte, Nicole de 12 años de edad, amiga de la víctima y contó a este medio cómo era su personalidad. “Ella era tranquila, era como una niña más. Yo me juntaba a jugar con ella, nos juntábamos con otras amigas a pintarnos las uñas, pero en cuanto llegaba su marido nosotras nos íbamos porque le teníamos miedo”

“Yo fui la que escuchó todo, los gritos y empujones que se escuchaban desde dentro de su casa ese domingo a la noche. Cuando empecé a escuchar me asusté porque pensé que era un nene que pedía auxilio, entonces la llamé a mi mamá y nos fuimos a la parada de colectivos que queda enfrente. Después de los gritos, escuchamos como un golpe en seco desde ahí el total silencio y ahí volvimos nomás adentro”, comentó Nicole.

Además, la menor que era muy amiga de Horacelia remarcó cómo veía ella su relación con Martín Monzón, “él nunca la dejaba salir sola y ella empezó a cambiar mucho su personalidad. Al principio ella nos contaba todo sobre su vida, después nada. En los últimos días nos pareció muy extraño que a ninguno de los dos se lo veían por la calle, ni siquiera salían a comprar nada”