Industriales madereros desestiman un repunte de la producción en 2019

Las decisiones económicas del 2018 dejaron alicaídas a las empresas, sin posibilidades de recuperación inmediata. El sector maderero no fue ajeno a la crisis, y por el contrario, fue uno de los que más sufrió la caída en las ventas y el sobrestock, debido -mayormente- a la pérdida en el mercado interno.
Un análisis de los primeros nueve meses del año pasado realizado por el Observatorio de la Madera y el Mueble que lleva adelante la Federación Argentina de la Industria Maderera y Afines (Faima) da cuenta de los números en rojo para las industrias.
Aduce que “el 78,3% de las empresas del sector maderero señala que cayó su producción en 2018. El 85% manifiesta que sus ventas cayeron y el 42% asegura que espera que la situación empeore en 2019”.
“La caída de ventas en el mercado local, sumado a los aumentos de costos asociados a tarifas de servicios, tasas de interés en niveles récord y algunos insumos dolarizados, condiciona la rentabilidad del sector, que desde las cámaras de la red Faima en todo el país señalan casi nula”, expresa el escrito.
“Si a ese informe le agregamos los últimos tres meses del año, la tendencia empeora, así que con eso nos podemos imaginar lo delicado que va a estar la situación este año”, afirmó a El Territorio Román Queiroz, presidente de la Asociación Maderera, Aserraderos y Afines del Alto Paraná (Amayadap), secretario general de Faima y uno de los autores del informe.
Asimismo, el documento detalla que un dato preocupante que arroja el relevamiento es que, a diferencia de la recesión de 2016, el actual ciclo contractivo tiene un impacto notorio en el empleo. El 35% de las empresas encuestadas señaló que disminuyó su dotación de personal.
“Este dato es llamativo dado el carácter mano de obra intensivo y de personal calificado difícil de reemplazar del sector que correlaciona con un bajo uso de la capacidad instalada”, expresó Pedro Reyna, presidente de Faima.

Mercado interno paralizado
Guillermo Fachinello, presidente de la Asociación de Productores, Industriales y Comerciantes Forestales de Misiones y Noreste de Corrientes (Apicofom), expresó que la preocupación se extiende entre los socios. Las mayores expectativas de la provincia se centran en la fábrica de casas de madera que se pondría en marcha en los próximos meses (ver Apuntan las expectativas...).
“Al pararse la obra pública y las inversiones privadas, se paró el mercado interno y eso nos perjudica mucho. Al futuro lo vemos incierto y tenemos que cuidar nuestras inversiones, nuestras industrias”, señaló.
También añadió que en Argentina “no tenemos reglas claras con la cantidad de aumentos, sobre todo energético y transporte, vivimos reclamando el tema de la logística, empezamos con los bitrenes, el puerto, pero todo va muy lento, no a la velocidad que creíamos. Y con el costo fiscal y financiero que tenemos, a lo que vale la tasa hoy, quién va a querer invertir”.
En la misma línea, desde Amayadap el protesorero Gabriel Marangoni adujo que “hay empresas que años anteriores a esta altura ya habían empezado la producción y ahora están estirando un poco más, algunas recién van a empezar en febrero por el stock que tienen”.
“El 2018 fue complicado, con una baja en general, sobre todo en el segundo semestre, porque en el primero lo veníamos viendo parejo, pero con la devaluación se planchó la producción, cayó la venta y se alargó la cobranza”, explicó.

Exportación
Según Marangoni, “varias empresas decidieron apuntar a la exportación, donde ahí o empatás o ganás un poquito, por eso los que ya lo hacían siguieron, y otros recién están incursionando”.
No obstante, por el momento, este mercado también está bastante detenido. “Estados Unidos dejó de comprar porque ahora allá es invierno, entonces primero bajarán el stock, así que está un poco parado”, argumentó.
Fachinello, por su parte, recalcó que “con la devaluación pudimos empezar a exportar, el mercado te asegura el pago, con ingreso de plata fresca, efectivo, es la ventaja, pero estuvimos muchos años descolgados del mundo y nos está costando recuperar los clientes”.
Seguidamente aseveró que los socios que exportan siempre vuelcan un porcentaje importante al mercado interno.
“En materia de comercio exterior, la corrección cambiaria puso un freno al vertiginoso ritmo de crecimiento de las importaciones. No obstante, algunos segmentos continuaron registrando fuertes aumentos. Por su parte, las exportaciones muestran impulso mayormente en productos vinculados a los primeros eslabones de la cadena de valor de la mano de rollos de madera y tableros de fibra, al tiempo que reflejan notorias caídas en los segmentos más elaborados de muebles, asientos y colchones, con caídas del 30% en las ventas externas”, especifica el informe de Faima al respecto.
Y agrega que “la producción del bloque de madera y muebles cayó 6% en los primeros nueve meses del 2018, siendo la industria del mueble el segmento más afectado, mostrando una baja del 8,3% en su nivel de producción”.