Hoy se cumplen 15 años del brutal homicidio de Marilyn Bárbaro

miércoles 17 de abril de 2019 | 9:50hs.
Ticha, ya fallecida, buscó incansablemente que el atroz homicidio de su hermana no quede impune.
Ticha, ya fallecida, buscó incansablemente que el atroz homicidio de su hermana no quede impune.
María Elena “Marilyn” Bárbaro (54) fue asesinada en la noche del 17 de abril de 2004 en su domicilio de calle México y avenida Italia, a pocas cuadras del centro de Oberá.

Con el correr de los años el caso Bárbaro se constituyó en un crimen emblemático de la provincia de Misiones debido a las circunstancias que rodearon la investigación policial, el cuestionado papel de la justicia y serias sospechas de injerencia del poder político, como tantas veces denunció Juana “Ticha” Bárbara, hermana de la víctima y también fallecida.

A pesar de la parálisis que la aquejaba y su evidente indefensión, los homicidas no tuvieron piedad y la masacraron a golpes. Un sinuoso reguero de sangre atravesó la sala y bajó por el sótano, hasta donde la arrastraron y enterraron aún viva, tal como confirmó la autopsia.

Desde un primer momento fueron implicados los hijos de una diputada provincial y de un conocido comerciante, aunque finalmente fueron sobreseídos, al igual que otros dos sujetos.

Oscar Schnimg, actualmente de 35 años, fue el único de los cinco sospechosos que reconoció haber estado en la escena del crimen. Por ello ya estuvo preso casi siete años y aguarda el juicio en libertad.

Schnimg está imputado de homicidio simple y, según fuentes judiciales, en el segundo semestre del año sería sometido a juicio oral por un Tribunal integrado por jueces civiles, puesto que todos los magistrados del foro penal local se fueron inhibiendo por diferentes motivos. En tanto, alertaron que si el debate continúa postergándose podría producirse la prescripción de la causa.

Los cinco acusados
Desde un primer momento Schnimg nombró a sus cuatro presuntos cómplices: Matías Ortiz, hijo de la ex diputada Marlene Carvallo; Gabriel Piotroski, Patricio Do Santos y Daniel “Chaparro” Núñez, detenidos a las pocas horas.

Las evidencias eran tantas, que el entonces jefe de la Unidad Regional II de Policía, comisario Odilio Klipauka, comentó a los medios que el caso estaba virtualmente resuelto.

De todas formas, tras innumerables recursos y apelaciones la causa nunca llegó a juicio, el crimen continúa impune y hace mucho tiempo que todos los sospechosos recuperaron la libertad.

El abogado Ramón Enriquez, abogado de la familia, recordó que “hablando con Ticha nos daba mucha impotencia el hecho que se llegue con un solo imputado al juicio, Rubén Schnimg. Pero por lo menos que salga el juicio y que se diga algo de este terrible crimen, que no quede impune”.

Se estima que el móvil del homicidio habría sido el robo, ya que la víctima tenía dinero de la venta de pinos. De todas formas, los asesinos no hallaron el botín.

Tal como consta en el expediente, el sábado 17 de abril del 2004 Juana y otra de sus hermanas visitaron a Marilyn en su casa y se retiraron a las 19.45. Minutos después irrumpieron los homicidas.

A consecuencia de la parálisis infantil, la víctima era inválida y nada pudo hacer para defenderse del ataque de los agresores que la asesinaron a golpes.

Todos libres 
En enero del 2011, Rubén Schnimg, quien entonces era el único detenido por el brutal asesinato de Marilyn, fue liberado tras casi siete años de reclusión en la Unidad Penal II. Fue beneficiado con la excarcelación bajo caución juratoria. Antes, en octubre de 2008, la jueza Kunzmann de Gauchat había ordenado el sobreseimiento y la liberación de Ortiz, Piotroski, Do Santos y Núñez.

Piotroski y Ortiz habían estado recluidos en una clínica privada; mientras que los otros tres procesados permanecieron en la penitenciaría local.

En tantos años la familia de la víctima agotó los reclamos e instancias judiciales, al punto que recurrió sin suerte a la Corte Suprema de Justicia de la Nación. En 2011 el fiscal Elías Bys solicitó la suspensión del sobreseimiento de los acusados, cuestión que quedó estancada en la maraña del expediente judicial.

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