Hábitos para vivir mejor
domingo 13 de enero de 2019 | 6:00hs.
Hábitos para vivir mejor
Mariana Jacobs, psicóloga especializada en cuidados paliativos, lanzó un libro que se llama Lo que me enseñaron mis pacientes antes de morir y dice:
Bajá cincuenta cambios en tu trabajo
No importa lo grave que te parezca lo que pasa hoy: no lo es. Tu trabajo es lo que hacés, pero no es lo que sos. Todo lo que sucede cuando termina lo laboral es lo que se valora cuando se acaba todo.
Animate a patear el tablero
Es muy común que, al final de la vida, la gente se arrepienta de haber sostenido situaciones que no les hacían bien. Somos de aferrarnos, aguantar, alargar procesos, justificar. Nos cuesta cambiar. Y cuando el tiempo que queda es poco, solemos lamentarnos del que perdimos. Ese tiempo no vuelve. No lo desperdicies.
No te quedes con cosas por decir
No postergues más esas conversaciones difíciles o importantes. Tal vez pienses que se te va a pasar o que si lo decís alguien se va a ofender o lastimar, pero así sólo lo seguirás cargando vos. Decí lo que tengas para decir.
Perdón y gracias
Decí gracias cada día. Tenés salud, decí gracias; tenés familia, un techo, agua potable, trabajo, comida, piernas que te llevan donde querés, decí gracias. ¿Abriste los ojos a la mañana? Decí gracias. Además si te estafaron, te mintieron, te maltrataron, perdonalos a todos. No significa que tengas que quererlos y abrazarlos, tampoco dejar pasar todo, pero es mejor soltar. Guardar rencor enferma.
Conectate con lo trascendente
“No puedo aconsejarles que recen ni que tengan fe, menos que crean en algo, sólo puedo decirles que, en mi experiencia de acompañar en el final, algo que concibamos como más importante y más grande y amplio que todos nosotros y todo el universo, hace la diferencia”, explica la psicóloga.
Medí tu vida en amor
Asegurate de dar y recibir todo el amor que puedas. Amar, perdonar, agradecer, ser uno mismo, poner el foco en lo importante. Escucharse a uno mismo. En todas las formas y roles que tengas. Cuidá con amor a alguien, a algo, un cactus, a tu perro o a la naturaleza. Dar y recibir.
Bajá cincuenta cambios en tu trabajo
No importa lo grave que te parezca lo que pasa hoy: no lo es. Tu trabajo es lo que hacés, pero no es lo que sos. Todo lo que sucede cuando termina lo laboral es lo que se valora cuando se acaba todo.
Animate a patear el tablero
Es muy común que, al final de la vida, la gente se arrepienta de haber sostenido situaciones que no les hacían bien. Somos de aferrarnos, aguantar, alargar procesos, justificar. Nos cuesta cambiar. Y cuando el tiempo que queda es poco, solemos lamentarnos del que perdimos. Ese tiempo no vuelve. No lo desperdicies.
No te quedes con cosas por decir
No postergues más esas conversaciones difíciles o importantes. Tal vez pienses que se te va a pasar o que si lo decís alguien se va a ofender o lastimar, pero así sólo lo seguirás cargando vos. Decí lo que tengas para decir.
Perdón y gracias
Decí gracias cada día. Tenés salud, decí gracias; tenés familia, un techo, agua potable, trabajo, comida, piernas que te llevan donde querés, decí gracias. ¿Abriste los ojos a la mañana? Decí gracias. Además si te estafaron, te mintieron, te maltrataron, perdonalos a todos. No significa que tengas que quererlos y abrazarlos, tampoco dejar pasar todo, pero es mejor soltar. Guardar rencor enferma.
Conectate con lo trascendente
“No puedo aconsejarles que recen ni que tengan fe, menos que crean en algo, sólo puedo decirles que, en mi experiencia de acompañar en el final, algo que concibamos como más importante y más grande y amplio que todos nosotros y todo el universo, hace la diferencia”, explica la psicóloga.
Medí tu vida en amor
Asegurate de dar y recibir todo el amor que puedas. Amar, perdonar, agradecer, ser uno mismo, poner el foco en lo importante. Escucharse a uno mismo. En todas las formas y roles que tengas. Cuidá con amor a alguien, a algo, un cactus, a tu perro o a la naturaleza. Dar y recibir.
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