Fue un día perfecto

viernes 06 de mayo de 2011 | 0:00hs.
Como sucede una vez al mes, el Casino Club presentó su espectáculo principal con un concierto impecable de Estelares, quienes ofrecieron el miércoles por la noche un recorrido por celebradas canciones, tales como Un día perfecto y Ella dijo.
Aunque estuvieron ausentes el bajista y el tecladista estables de Estelares, el grupo logró afianzar un admirable recital por poco más de hora y media.
“Nosotros sobrevivimos gracias a la música, a ustedes y sobre todo a las canciones”, dijo el líder Manuel Moretti.
Para un público conformado en su mayor parte por jóvenes, Estelares apareció apenas el reloj marcaba las 22 y sin intermediar palabra los músicos comenzaron a inyectar rock and roll.
Arrancaron con Eléctricos Duendes para enganchar sin escalas con Las vías del tren y América, una canción compuesta por Moretti y que - según el músico estelar- encantó a Marcelo “Cuino” Scornik, autor de verdaderos hits como Mil Horas, El Salmón, Estadio Azteca.
“Es el autor de quizás las mejores letras de él ( Andrés Calamaro)”; por eso, “es un honor”, admitió Moretti. Ese fue el preludio para continuar con Moneda corriente; justamente la canción que Estelares grabó con Andrés Calamaro.
Sobre el escenario de la casa de juegos, Moretti agradeció el regalo que llevaba puesto: una remera que decía Wilco, el nombre de una banda country de Estados Unidos.
Dos fans - conociendo los gustos de Moretti- de Posadas consiguieron esa remera y se la obsequiaron más temprano al músico, un gesto que destacó el artista.
Paralelamente al regalo, Manuel agradeció a “Ale”- un técnico de la banda- que accedió a tocar en reemplazo de Pablo Silvera, el bajista original que faltó a la cita de Posadas.
Ante la responsabilidad que le tocaba en la noche al bajista provisorio, Manu - que no abandonó nunca sus lentes de sol- le dijo a Ale en tono de broma: “No vas a cobrar más por esto”.
 A su lado, el guitarrista Víctor Bertamoni y detrás el baterista Carlos Sánchez. Juntos conformaban un cuarteto que descargó las irresistibles canciones de Estelares, como Ella dijo, tema que no tardó mucho en aparecer en la lista de la noche.
Siguieron temas como Camas separadas, La ruta se ha roto y Arcabuses, el tema que Moretti compuso “en la etapa más espantosa de la vida”, confesó sin dar más detalles.
Después se vino un pequeño tributo platense. “Nosotros somos de Buenos Aires pero crecimos con la banda en La Plata, gracias a amigos como Rocambole”, apuntó Moretti.
“Este es nuestro homenaje a Virus”, añadió el músico antes de lanzar la exquisita versión de Pronta entrega. Por si faltaban más obras dilectas, Estelares siguió con Un show y Cristal.
De zapatillas, jeans, remera negra y camisa desprendida, Moretti agradeció a todos y se retiró con su vaso - al parecer con una medida de whisky- hacia la salida.
Para los bises, Estelares regresó con Moretti a la cabeza y comenzaron a tocar los conocidos acordes de Under preassure, clásico de Queen y David Bowie. Era nada menos que para una aggiornada versión de El corazón sobre todo.
Estelares, siempre con Moretti como el único vocero, se despidió con el único hit que restaba en el set: Un día perfecto, como para coronar - sin metáfora de por medio -cómo había sido aquella velada. 
Emparentada con bandas como Los Tipitos como una generación que heredó la impronta “salmoniana” (por Andrés Calamaro, conocido como El Salmón), Estelares se impuso con su estilística propia, una consistencia que incluye melodías y letras efectivas, gracias particularmente a Moretti, un apreciado compositor del rock vernáculo.
Sin embargo, las composiciones de Moretti han trascendido como un fenómeno, más aún que otras bandas paradigmáticas de la música popular argentina. Ella dijo, por ejemplo, tuvo hasta una versión tropical que - en la voz de otro músico- también se convirtió en hit en las bailantas.