Entre olvidos, varias contradicciones y una testigo clave que no aparece

jueves 26 de abril de 2018 | 5:00hs.
Entre olvidos, varias contradicciones y una testigo clave que no aparece
Entre olvidos, varias contradicciones y una testigo clave que no aparece
El paso del tiempo es inexorable y suele ser un inconveniente a la hora de reflotar ciertos recuerdos. Ayer, en la segunda jornada del juicio oral y público por el doble homicidio de Lidia Bezus (69) y su hijo Diego Kosaczuk (29), algunos testigos afirmaron que no recordaban ciertas cuestiones que declararon hace casi tres años, cuando se inició la instrucción del caso. 
María Elena Regalado (36), novia del imputado Jorge Miguel Chiluk (28), evidenció algunas contradicciones respecto de lo que había manifestado previamente y afirmó que “la verdad es lo que dije ahora” porque antes “estaba muy nerviosa”. 
La principal discrepancia en su relato de la víspera tuvo que ver con su relación con Vanesa Machado, familiar del también acusado Sergio Elías “Tuti” Machado (28), quien es considerada una testigo clave del hecho y hasta el momento no se presentó ante el Tribunal Penal Uno. 
La mujer fue citada para la primera jornada del debate y no asistió, como tampoco lo hizo ayer. En consecuencia, el Tribunal ordenó su arresto por 24 horas y su traslado por la fuerza pública a la tercera audiencia prevista para hoy.
La comisaría de Guaraní deberá dar con el paradero y proceder a la detención de Machado, ya que su propia hermana brindó detalles de su domicilio actual en dicha localidad.  
Ante los magistrados, Keli Machado (52) confirmó que su hermana Vanesa fue quien propagó el comentario de que Chiluk y Tuti Machado fueron los autores del sangriento hecho registrado el 16 de julio del 2015 en Paraje Samambaya, localidad de Los Helechos. 
“Yo no vi nada, fue todo por comentarios. Me contó mi hermana, Vanesa Machado”, se excusó.
En consecuencia, luego de que las partes desistieran de la presencia de algunos testigos, para hoy sólo está prevista la declaración de Vanesa Machado, tras lo cual se escucharán los alegatos y posteriormente se conocerá la sentencia. 

Buen concepto 
En la víspera declararon los hermanos Rolando y Fabio , propietarios del aserradero donde Chiluk trabajaba al momento del hecho. 
Si bien en la planilla de asistencia consta que el 16 de julio del 2015 el acusado trabajó con normalidad, en la acusación se hizo hincapié en que el predio del aserradero es amplio y de difícil control del personal, por lo que el imputado podría haber salido sin que noten su ausencia. 
De todas formas, por lo dicho ayer por los hermanos Hartel, el control interno tampoco era tan endeble y alguien tendría que haber avisado si Chiluk salió sin avisar.  
“Cumplía en el trabajo. Era buena persona y no faltaba”, opinó Rolando Hartel.
Y agregó: “Si está asentado es porque estuvo. Si algún empleado se retira del lugar avisa, pero si se retira y vuelve, no queda constancia”. 
Además recordó que a veces iba en moto a trabajar, pero “recuerdo que en esa época tenía alguna falla porque él andaba con una bolsita con repuestos”. 
En tanto, Fabio Hartel indicó que Chiluk trabajó menos de un año con ellos y que siempre fue correcto. 
“Es factible que un empleado llegue tarde y se le ponga presente; pero creo que no fue el caso, porque en el lugar donde él se desempeñaba si falta un empleado no se puede trabajar. Él estaba en la machimbradora y se necesitan entre dos y tres personas para trabajar”, explicó. 
“Conmigo siempre fue muy educado, por eso cuando lo acusaron del hecho me sorprendió. Nunca me pasó por la cabeza que pueda hacer algo así. Cuando la Policía lo buscó se fue sin ningún problema”, agregó. 
Por su parte, la fiscal Estela Salguero remarcó que el predio es amplio y abierto, por lo que existe la posibilidad de que el imputado haya concurrido a su lugar de trabajo para figurar como presente y luego se haya escapado. 
Al respecto, Ariel Acosta (42) empleado de la administración del aserradero, indicó que “salir sin permiso se complica porque se trabaja con máquinas. Pero puede pasar, aunque es difícil porque algún empleado hubiera avisado, ya que trabajan por hora y nadie quiere perder”. 

Todo de oídas 
Frente al Tribunal, Keli Machado recordó que su hermana Vanesa le comentó detalles del hecho, como ser que ese día Chiluk estuvo a la chacra que había sido de su familia, vecina a los Kosaczuk. “Mi hermana me dijo que salió con otro, pero no me dijo el nombre, sólo que era un flaco”, mencionó. 
La fiscal replicó que en la instrucción nombró a Tuti Machado, pero la testigo dijo que no recordaba. “Yo no vi nada, fue todo por comentarios. Me contó mi hermana, Vanesa Machado”, remarcó. 
También por comentarios sabía que Chiluk estuvo involucrado en robos y que habría dicho que “les iba hacer pagar caro” a quienes lo denunciaron.
En este punto, el abogado Roberto Bondar, defensor de Machado, le preguntó a la testigo “si Chiluk fue quien asesinó a las víctimas”, ante lo cual fue recriminado por la fiscal y el presidente del Tribunal le solicitó que reformule su pregunta. 
María Elena Regalado contó que sigue siendo novia de Chiluk y el último domingo lo visitó en la cárcel de Oberá. Dijo que lo conocía como Marcelo y desmintió que lo haya escondido en su casa.
A su turno la fiscal le recordó que estaba bajo juramento y solicitó que se lea su declaración en la instrucción para cotejar con sus dichos anteriores, lo que para Bondar fue “una amenaza directa de la fiscal”, ya que “si no declarás esto vas presa”.
En la instrucción, Regalado dijo que era amiga de Vanesa Machado, pero ayer subrayó que eran sólo vecinas. “La verdad es lo que dije ahora. Antes estaba nerviosa porque la Policía me buscó de mi trabajo”, argumentó. 
Por su parte, dos integrantes de una cuadrilla de tareferos afirmaron que Machado nunca trabajó con ellos ni lo hizo el día del hecho, como habría declarado. 

El tribunal rechazó nuevos testigos

La defensora oficial Teresa Gómez de Roth, quien asiste a Chiluk, solicitó nuevas pruebas a partir de los datos aportados por Rolando Hartel, quien manifestó que dos compañeros del imputado tendrían información que aportar, ya que eran quienes trabajaban con él en la machimbradora. Pidió que se cite a ambos con el argumento de la gravedad del delito y la posible pena a prisión perpetua. La fiscal y la defensa de Machado se opusieron ya que éstos podrían haber sido incorporados como testigos en la instrucción. Tras un breve cuarto intermedio, el Tribunal resolvió denegar la solicitud de la defensora oficial.


Por Daniel Villamea
fojacero@elterritorio.com.ar