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El conocimiento puesto en la preservación del medioambiente

domingo 17 de marzo de 2019 | 5:00hs.
El conocimiento puesto en la preservación del medioambiente
El hongo descansa y crece en este recipiente llamado placa de Petri.
El hongo descansa y crece en este recipiente llamado placa de Petri.
María Elena Hipólito

Por María Elena Hipólito sociedad@elterritorio.com.ar

En el Campus Universitario de la Universidad Nacional de Misiones funciona desde 2012 el Instituto de Biotecnología Misiones (Inbiomis) Doctora María Ebe Reca. Actualmente está dirigido por la docente e investigadora María Fonseca y junto a su equipo se encuentra trabajando en diferentes líneas de investigación.
El Inbiomis está orientado a la investigación, transferencia, servicios a terceros e incubación de empresas en las áreas de biotecnología aplicada a procesos relacionados con el sector de energías alternativas, agroprocesos, alimenticio, entre otros.
Fonseca señaló que en los laboratorios trabajan con hongos que producen enzimas que tienen diferentes utilidades; dependiendo del hongo es la enzima que se va a buscar. La enzima denominada celulasa, por ejemplo, tiene aplicación en la producción de bioetanol. “Estas enzimas lo que hacen es desdoblar el azúcar, entonces eso después puede ser utilizado como fuente de carbono para los microorganismos para hacer el etanol”, explica la profesional.
En una segunda línea de investigación, de unos hongos llamados de ‘pudrición blanca’ lo que se obtiene es la enzima lacasa, que es oxidativa y tiene aplicación en el campo de la biorremediación y lo que hace es degradar diferentes compuestos que son contaminantes en el ambiente. “Por ejemplo, en la industria textil cuando se trabaja se genera un efluente, ese efluente es coloreado y el color de ese efluente puede ser degradado por estas enzimas y de esa forma se disminuye la contaminación ambiental. Estamos trabajando con hongos de pudrición blanca, se llaman así porque degradan la lignina de la madera, que es su compuesto más recalcitrante”, explicó.
Las lacasas también son utilizadas en el campo de la biorremediación para el desarrollo de biosensores que permiten detectar compuestos como plaguicidas, compuestos fenólicos contaminantes en el agua. “Este hongo degrada con la lacasa la lignina de la madera de forma natural, entonces otra aplicación que podría darse con estas enzimas es en la industria de la pulpa y el papel para evitar la utilización de diversos químicos para degradar esa lignina. Otra aplicación sería en la clarificación de jugos y vinos, eso ya sería dentro de la industria alimenticia”, enumeró.
Fonseca contó que recientemente fueron beneficiarios de un Fondo para la Investigación Científica y Tecnológica destinado a estudiar la biorremediación con estos hongos de pudrición blanca. Es así que trabajarán con efluentes que vienen de la industria citrícola gracias a un convenio de la universidad con CTM Cooperativa Agroindustrial de Misiones Limitada. “La idea es absorber el efluente sobre sustratos sólidos que sean adecuados y de esa manera después aplicar el hongo para que puedan degradar ciertos contaminantes que puedan haber y de esa manera contribuir a que se genere menos contaminación ambiental”, destacó.

Más de una década de trabajo
El equipo viene trabajando en estas cuestiones hace más de diez años. El interés está puesto en la enzima que produce el hongo y como en la naturaleza se produce en menor medida, ellos tienen distintas maneras de acceder a ella en grandes cantidades.
“La característica fundamental es que todos son hongos de pudrición blanca autóctonos de la provincia, los que crecen en nuestra selva paranaense. Esa es la novedad de nuestra investigación, hacernos del poder soberano de nuestros productos”, afirmó Fonseca.
Entonces hay diferentes maneras de producir este hongo en mayor cantidad. Una de ellas es optimizando las condiciones de cultivo para que el hongo produzca en grandes cantidades y la otra es a través de la ingeniería genética.
“Ahora estamos avanzando bastante, generamos el caudal de información necesaria como para empezar a pensar en el proceso que queremos lograr y para poder hacerlo necesitamos más infraestructura y equipamiento de alta generación. Esa por ahí es nuestro limitante, porque por ahora nos manejamos a escala de laboratorio, necesitamos montar una planta piloto, para lo cual necesitaremos una inyección monetaria importante”, aseguró.
El equipo que trabaja en el instituto es multidisciplinario y cuenta con cerca de 60 personas, de las cuales 15 son investigadores del Conicet y de la Unam, 23 son becarios del Conicet, cuatro becarios posdoctorales y 12 tesinistas de las licenciaturas en Genética y Bioquímica.

Otras líneas de investigación
El Inbiomis también aborda la línea del control biológico que tiene aplicación en los cultivos, en la que lo que se estudia son hongos que tienen aplicación sobre insectos que afectan a los cultivos. Trabajan con lo que sería biofertilizantes, especialmente en yerba mate, utilizando microorganismos que favorezcan de alguna manera el crecimiento de la planta. Para eso el instituto tiene un convenio con la Fundación Roth por el que se hacen los estudios en campo.
En otras de las líneas, la de la biomedicina, los investigadores se encargan de estudiar los marcadores moleculares, que vendrían a ser como marcas que existen en el ADN, que pueden servir para detectar ciertas enfermedades como por ejemplo los cánceres de mama y de próstata.
“En la línea de principios activos, por ejemplo, lo que estamos haciendo es aislar y caracterizar una enzima que es la fibrinolítica a partir de un tipo de hongo llamado basidiomycetes que tienen una aplicación en enfermedades cardiovasculares. La idea es en un futuro poder llegar hasta el fármaco para poder realizar un tratamiento en estas enfermedades”, explicó Fonseca.
Asimismo, una línea que se incorpora ahora es la de hongos comestibles y analizar si tienen efectos antioxidantes que son beneficiosos para la salud. Por último, dentro de lo que es la biodiversidad y la bioinformática lo que se está haciendo es conocer los genomas, es decir, la información genética que se encuentra en el organismo de diferentes hongos. 

Perfil

María Fonseca.
Directora del Instituto de Biotecnología de Misiones (Inbiomis).Licenciada en Genética, doctora en Bioquímica e investigadora adjunto del Conicet, profesora adjunto en la Facultad de Ciencias Exactas, Químicas y Naturales.


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