Detenidos por el secuestro de Wu, cada vez más cerca del juicio oral
martes 21 de agosto de 2018 | 5:30hs.
Detenidos por el secuestro de Wu, cada vez más cerca del juicio oral
Uno de los detenidos basó el pedido de prisión domiciliaria en la
enfermedad que supuestamente padece su madre y dificulta la atención de
dos nietos menores que tiene a cargo desde que fueron abandonados por
los progenitores. El otro argumentó en las dolencias de sus padres, que
de acuerdo a sus dichos, limita considerablemente el cuidado de sus
hijos de 1 y 4 años.
Esos motivos, que a mediados del mes pasado fueron analizados y
rechazados en primera instancia, tampoco prosperaron en la Cámara
Federal de Apelaciones de Misiones que, contrario al deseo de los
acusados, dejó firme la decisión de que continúen privados de la
libertad.
Progenitores enfermos
El primero, bajo el patrocinio de la defensora oficial Susana Criado,
requirió el arresto domiciliario aduciendo que sus sobrinos, de 2 y 7
años, supuestamente requieren su presencia en la casa ante la enfermedad
degenerativa que padece su madre (abuela de los niños).
Si bien admitió que no es tutor de los menores, argumentó que el
abandono de sus progenitores a temprana edad, sumado al padecimiento de
la anciana, ha derivado en indispensable que cuanto antes de ocupe tanto
de su cuidado como de la contención, alimentación, educación e higiene
de sus sobrinos.
Puchalski, en tanto, con la misma intención, refirió mediante la
defensora oficial coadyuvante Silvia Raquel Galarza que es padre dos
hijos pequeños, de 4 y 1 año, con los que ha perdido contacto debido a
su detención pero más allá de ese contexto puso de manifiesto el estado
de salud de sus progenitores, asegurando que es grave.
Refirió que su padre actualmente padece cáncer prostático, encontrándose
bajo tratamiento, en tanto que su madre padece de hipertrofia
ventricular izquierda por lo que también está bajo cuidados médicos
específicos. Eso derivó en el resquebrajamiento del vínculo con sus
hijos debido a la poca frecuencia de las visitas.
Los dos pedidos fueron rechazados con argumentos casi similares. Los
hijos de Puchalski “están contenidos por grupos familiares que le
proveen educación, atención médica y la contención necesaria a los fines
de su desarrollo”, resumen los informes sociales practicados por
Gendarmería Nacional.
En caso a punto del debate
La negativa judicial los deja en las puertas de recibir una condena en
un debate oral que se realizará en el Tribunal Federal de Posadas bajo
la imputación de coautores del delito de secuestro extorsivo agravado
por la intervención de tres o más personas.
Es que de acuerdo a la acusación fiscal, no actuaron solos cuando
decidieron materializar el plan criminal, sino en complicidad con Shihua
Lin y Maximiliano Penayo, además de los hermanos Alejandro y Fernando
Senesoopha.
De acuerdo a la reconstrucción que hizo el titular del Ministerio
Público, Diego Sther, cerca de la medianoche de ese martes 16 de agosto
de 2016, la víctima (Wu) se encontró con una mujer que habría terminado
siendo el señuelo. Se subió al auto y lo guió hacía la Costanera de
Villa Cabello, donde Penayo junto a Rojas, lo habrían abordado y
reducido para llevárselo cautivo.
Figura en la acusación que la víctima fue introducida en otro coche y
trasladado a una vivienda del barrio San Isidro -alquilada supuestamente
por Shihua Lin y Penayo para ese fin- donde esperaban teóricamente
Fernando Senesoopha, Puchalski y una tercera persona, que aún no fue
detenida.
Cuando las negociaciones avanzaban, el joven raptado aprovechó un
descuido de su captores y logró escapar. Desde una casa lindante avisó a
su familia que estaba bien y desbarató el plan de la banda.
Se allanó inmediatamente el domicilio donde estuvo cautivo, detectándose
elementos de prueba que terminaron siendo clave en el proceso
investigativo y en las horas posteriores fueron detenidos los acusados y
posteriormente determinados sus roles.
Penayo y Rojas están acusados de reducir y trasladar a la víctima hasta
el barrio San Isidro. En esa vivienda supuestamente esperaban Fernando
Senesoopha, Alexis Puchalski (y el tercer involucrado) estando
encargados de custodiar a la víctima.