Desde la cárcel, Rojas negó acusaciones: “No soy jefe de una banda internacional”

jueves 25 de junio de 2020 | 6:30hs.
Desde la cárcel, Rojas negó acusaciones: “No soy jefe de una banda internacional”
Desde la cárcel, Rojas negó acusaciones: “No soy jefe de una banda internacional”

Se trata de un criminal que ya fue condenado dos veces por narcotráfico y que hoy está detenido en una cárcel de máxima seguridad debido a que le endilgan tres homicidios. Pero, además es un gran orador, habla rápido, mucho, y se dice inocente, como la mayoría en su condición. 

Por eso, las palabras de Néstor Fabián Rojas hay que tomarlas con sumo cuidado. El Negro, como se lo conoce, está hoy detenido en la cárcel de Ezeiza e investigadores de Gendarmería Nacional determinaron mediante análisis de teléfonos de incautados en Posadas que planeó matar al juez Fernando Verón en marzo, además de coordinar una presunta mejicaneada con cuatro brasileños detenidos en San José con armas, chalecos, silenciadores y precintos. 
El plan fue detallado por El Territorio y, en horas de la mañana de ayer, desde la cárcel, el Negro brindó una entrevista al programa Acá te lo Contamos de Radioactiva 100.7. Allí admitió ser narcotraficante, pero negó ser asesino. También desestimó cualquier contacto con el mundo exterior desde Buenos Aires, aunque criticó ferozmente al juez de instrucción que lo investiga por el doble crimen de El Acuerdo. 

Expresó algunos detalles sobre su vida en el submundo de la venta de drogas y confirmó algo que El Territorio había publicado de forma exclusiva al momento de su detención en agosto del 2018: que luego del doble crimen de El Acuerdo, ocurrido en diciembre del 2015, fue detenido por unas horas, pero luego lo liberaron. 

¿Qué pensás de las acusaciones que te han cabido por el intento de asesinato del juez Verón?
Lo tomé como un baño de agua fría. No tengo nada que ver con esa situación. Acá hubo un allanamiento en el lugar y supuestamente también sale en las noticias que incautaron elementos contundentes para la supuesta investigación que se lleva. Yo estoy totalmente tranquilo porque lo único que se llevaron de acá fueron cosas particulares mías y una agenda de teléfonos que tengo de mis hijos, de mi madre. Unos cables USB que eran de tele, un cargador de radio, que son elementos permitidos.
 Acá no se ingresa con cualquier cosa, es una cárcel de máxima seguridad, es imposible. Hay detector de metales, hay escáneres. es muy estricto. No tienen nada contundente, estoy tranquilo por esa parte y no tengo nada que ver. Lo único que están tratando es de implicarme en cualquier situación alocada, esto se está quedando como una película de ciencia ficción. No lo entiendo. 

¿Por qué te están ligando con este caso?
No tengo la más mínima idea porque lo único que tengo por entendido en el allanamiento tampoco se me explicó. Se me sacó de mi celda como a los cinco brasileños que también está acá conmigo, aislados. Porque acá hay cosas que se están escondiendo, que no quieren que se sepan, no quieren que tengamos relación con los demás internos. 
Nunca me dieron la posibilidad de defenderme de causas anteriores, me alejaron de todas mis causas,  que es anticonstitucional. Directamente me están implicando, hasta ahora no se me notificó nada ni tampoco del procedimiento, no se me hizo firmar nada. 

Hay escuchas en dónde vos admitís haber asesinado a Canteros después de comer un asado.
Sí, perfecto. Hay escuchas, pero que no fueron presentadas al momento en que me imputaron el delito, ahí no se colocaron sobre la mesa. Había expedientes resguardados. 
Yo me hice responsable de lo mío y lo que es mío, es mío. Me hice responsable desde el inicio de que comenzaron los problemas. Yo lo que quiero es no tener un juez arbitrario, en primer lugar, ese juez no podría estar. 
Lo único que se solicitó al juez Miguel Guerrero es ver por dónde comienza esta investigación. Yo no niego, estuve en el lugar, vi el homicidio, vi el asesinato de esta persona. Hubo más personas. Esta persona (por Canteros) tenía también problemas con otros porque no trabajaba sólo para mí. 
Trabajaba para muchas personas, hacía acopio y esas cosas y ya venía teniendo problemas. Imagínese, un día antes de mi cumpleaños, fue el 5 de agosto, me quedé a comer un asado, todo perfecto. Si uno va a matar a una persona no se va a andar mostrando por el supermercado como acá, en ningún momento negué. 
Como le dije al juez, si usted dice que soy yo, muéstreme dónde comienza la investigación, cómo surgen las intervenciones telefónicas, si el teléfono es mío, si está a mi nombre. Que me hagan las pericias correspondientes para comparar las escuchas. 
Acá supuestamente hay fotos mías, soy yo y estoy en el lugar del hecho, pero Prefectura venía cuidando el lugar, ellos vieron bien quién asesinó a la persona esta

¿Dónde estuviste mientras te buscaban por el doble homicidio?
Yo tengo seis hijos, tres en Argentina y tres en Paraguay. Estuve en Paraguay. Me fui después de cinco años y pico en mi primera transitoria. Cansado de todo lo que venía viviendo, de los traslados, de las torturas. 
Me mandaron en 2007-2008 a la Unidad 7, que es una de las más macabras cárceles del Servicio Penitenciario. Es una cárcel de castigo, a ese lugar a donde somete la Justicia Federal misionera a sus internos. 

¿Estás relacionado a los crímenes de Vega e Ibarra?
Sí, me imputaron por eso, declaré y no tengo nada que ver. Conozco a las personas pero al juez ya le dije que la única relación que tuve con esta gente es que sí, yo les compraba droga, pero lo que no sabía era que todo era de incautaciones federales. 
A esta persona lastimosamente, el fallecido (Sebastián Vega) yo lo conocía. En ningún momento lo negué, pero hace dos años que no tenían ningún tipo de comunicación o relación. 
Le dije al juez Verón “usted se dejó llevar por una cara bonita, yo nunca fui el novio de la Inés (se refiere a Denise Candia, también imputada) que está en la causa. Usted dejó salir a los verdaderos autores materiales del delito. Usted no investigó”. 
Póngase en mi lugar: ¿Voy a pasar yendo y viniendo, voy a ir a matar a dos personas, quedarme a comer un asado, pasar por el puente y al tercer día venir nuevamente? No tiene lógica.

¿Qué relación tenías con Vega y los demás imputados en la causa?
Tienen una escucha donde supuestamente soy yo el que caza el teléfono y dice “Hola, soy yo el Negro Rojas”. Le dije al juez Verón: “¿Por qué usted, ya que tiene una investigación de esta gente en el Juzgado de Campana, sólo se limita a la parte donde dice ‘soy El Negro Rojas?’”. 
¿Porque no se digita toda la investigación, todas las grabaciones? Ahí está su asesino. Que él sabe quiénes son, lo que pasa es que el señor no quiere dar el brazo a torcer. La macana ya se la hizo, dejó a salir a toda esta gente. 
Yo sé la diferencia de un homicidio y caer por una carga de marihuana o cocaína. Estamos hablando de una condena para toda la vida. No voy a ser tan estúpido.

¿Cómo empezó tu relación con el narcotráfico?
La primera vez que caí preso fue en el 2001 en Candelaria. Caí en una causa que me involucraron, que comprobé que no tenía nada que ver e igual así con el tiempo me hicieron firmar 4 años y 2 meses. 
Ahí estuvieron involucrados policías, yo nunca estuve en el lugar del hecho. Yo era un remisero, le presté el auto a mi hermano, mi hermano fue a hacer macanada, fui a reclamar mi auto y me involucran.
 Ahí me llevaron a la escuela. Acá es mentira que las cárceles regeneran. Las cárcel no regenera, las cárceles hoy en día son universidades criminales. Yo ahí salí a traficar. Yo conocí la droga y el tráfico ahí. Aprendí ahí porque conocí al pasero, al productor. Ahí tenés todo.

¿Tenés relación o negocios con bandas brasileñas?
Eso es lo que más me causa gracia de las acusaciones. Pero no tienen fundamentos de nada. Yo estoy tranquilo. Pueden investigar, intervenir, colocar escuchas. Lo que pasó es que supuestamente tienen escuchas, pero que las presenten, señores. Que me llamen, que me hagan un análisis de voz. 
En mi tiempo de trabajo sí trabaje para Argentina, para Chile, conozco a todos los que vos me puedas nombrar, desde el más chico al más grande. No digo que soy un nene de pecho, yo me hago cargo y responsable, pero que sea miembro o jefe de una banda internacional, nada que ver. Y si lo fuera lo voy a decir, pero no me quieran tirar los muertos ajenos. 
Que no me quieran tirar delitos de todos. De todos delitos que se están cometiendo hoy en Misiones me los tiran a mí porque no tienen cómo comprobar. Yo no tengo defensa. Para ser un jefe narco tenés que tener una estructura, un nivel económico, tenés que estar allá arriba. No se puede, esas son cosas de películas.

¿Conocés a Baden y a los brasileños detenidos en San José?
A los brasileños detenidos en San José los conocí acá porque también me los quisieron implicar. Yo conviviendo con esas personas sé la situación de ellos. Conocido puedo tener con el que nombres dentro del mundillo, pero relaciones de cosas no. Cada uno se tiene que hacer responsable de su delito. Yo no me pudo hacer responsable del delito de esas dos personas detenidas. 

Después del doble crimen, ¿estuviste detenido algunas horas en la comisaría de Jardín América y te liberaron?
Me liberaron porque al comisario le gustaba la plata, como a muchos más. Como el juez también liberó a Vedoya porque le dio 1.400.000 pesos. Sí estuve demorado. Ellos sabían quién era yo. No pagué, me sacaron. En ese momento fui coaccionado a tener que dar 250.000 pesos. No es que no sabían quién era yo. Hay policías corruptos y policías buenos. Se sabe. Cada uno busca llevar la comida a su mesa como puede. 
Yo asesino no soy, estúpido no soy y quiero que se vean bien los puntos. Es más fácil pagar para hacer esas cosas (asesinar), pero no, no soy estúpido porque eso trae más atrasos y complicaciones, pero que no me tiren el muerto encima por querer tapar otras cosas. 
Se sabe bien que Vega trabajaba con GNA, Policía, volteaba cargas. No tenía sólo problemas conmigo, pero cuando me enteré de eso yo me alejé.

¿Nadie tenía problemas con vos? Decís que no mataste a nadie, pero a dónde vas hay muertos.
Yo no niego que donde pasé hubo muertos, pero de ahí a que lo haya hecho no tiene nada que ver una cosa de la otra. No me puedo hacer responsable de algo que no hice. Y si lo hice lo iba a decir e iba a dar los motivos, porque se merecía, porque tengo sangre, porque tengo huevos. 
Acá lo que no quieren es llegar a la verdad, acá me están incriminando en ese doble homicidio para tapar otras cosas más graves.
Yo no quiero que crean en mi verdad, quiero que el juez incompetente este se dedique a buscar la verdad porque ahora quedó en evidencia que él no quiere buscar la verdad y él sabe la verdad. Me di cuenta que no quiere llegar a la verdad, que está tapando cosas porque lamentablemente es un juez corrupto. Lo sé yo y lo sabe toda la provincia de Misiones. 

Solidaridad con el juez Verón

La Asociacion de Magistrados y Funcionarios del Poder Judicial de Misiones repudió ayer el presunto plan para asesinar al juez Fernando Verón y se solidarizó con el magistrado y su familia “exigiendo a la vez el total esclarecimiento de los sucesos y la seguridad de su persona”. Por otro lado, El Territorio le ofreció ayer, tras conocerse las declaraciones de Rojas, la posibilidad de plantear su posición a las acusaciones, algo que agradeció.

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La causa por el homicidio de Aldo Canteros llegó a juicio

El crimen de Aldo Andrés Canteros ocurrió el 5 de agosto del 2018.
El 3 de agosto del 2018, el Negro Rojas llegó a la chacra de Aldo Andrés Canteros (31) en Gobernador Roca. Ambos mantenían una sociedad destinada al acopio y transporte de droga a Buenos Aires y Entre Ríos, en la que participaban también la mujer de Canteros, Liliana Machado, entre otros. 
Lo que ninguno sabía es que ya estaban siendo vigilados desde varios meses antes por efectivos de la Delegación de Inteligencia e Investigaciones de Prefectura Naval Argentina. Los efectivos estaban en el lugar e incluso filmaron la presencia de Rojas, que entonces tenía pedido de captura internacional por el doble homicidio de El Acuerdo. 
Pasó por la cabeza de los prefecturianos pedir al Juzgado Federal de Eldorado una orden de allanamiento y detención, pero como no pudieron determinar la presencia de droga en el lugar -algo que tampoco arrojaron las comunicaciones del grupo-, decidieron no hacerlo. 
Nadie podría imaginar lo que ocurriría después. Para Rojas la decisión de los prefecturianos significó unos días más de su clandestina libertad, pero en el caso del narcomecánico la última circunstancia que podría salvarle la vida: dos días después el Negro lo asesinaría a tiros en ese mismo lugar, según se cree.
La causa del homicidio cayó primero en el Juzgado de Instrucción Siete de Posadas, a cargo entonces del juez Carlos Giménez, pero debido a la investigación que estaba llevando el juez Miguel Ángel Guerrero por la organización narco - y entendiendo que el crimen ocurrió en ese contexto-, todo fue remitido a la Justicia Federal. 
Al respecto, altas fuentes consultadas expresaron que la instrucción fue clausurada, por lo que la causa se convertirá en la próxima condena del múltiple homicida. Rojas - que según este expediente tiene 43 años y nació en Puerto Iguazú-  ya fue notificado de la novedad y los cuerpos terminaron de digitalizarse en las últimas horas para el envío al Tribunal Federal. 
El juez Guerrero acusa a Rojas de organizador de conductas compatibles con el tráfico de estupefacientes y homicidio agravado y es quien determinó su traslado a la cárcel de Ezeiza, donde ahora se encuentra. Desde allí Rojas habría pergeñado un plan para asesinar al juez Fernando Verón, tal y como detalló este medio en la víspera. 
Por la misma causa también se sentará en el banquillo la viuda de Canteros, Liliana Machado, acusada por ser partícipe necesaria de almacenamiento agravado. Es que cuando hallaron el cuerpo del mecánico asesinado, en su chacra de Gobernador Roca efectivos de la Policía de Misiones y Saic también se toparon con 1.800 kilogramos de marihuana ocultos y enterrados en el predio. 
En la estructura criminal Rojas era quien organizaba y financiaba las operaciones desde Jardín América o Hipólito Yrigoyen, donde alquilaba una casa. Además se registraron visitas en Eldorado, donde los efectivos de la Secretaria de Apoyo para las Investigaciones Complejas (Saic) le incautaron un arma. 
Canteros y su mujer  eran quienes guiaban los cargamentos  hasta los destinos como punteros o barredores. Es decir, iban en otro vehículo delante de la droga para avisar si no había controles en la ruta. Además, en su chacra se almacenaba, como quedó confirmado, droga y se acondicionaron vehículos para el transporte. 
La intención del Negro era seguir enviando estupefacientes para cambiar y comprar vehículos más grandes, como un camión. Eso le permitiría hacer menos viajes y gastar menos en la logística. En este marco, estaba empezando a ver la posibilidad de traficar cocaína, algo que también quedó demostrado al momento de su detención. 
Las comunicaciones interceptadas a Rojas establecieron que Canteros terminó acribillado porque Rojas descubrió que quería “mejicanearlo” y hacer negocios por su cuenta. También que fue él mismo el que se encargó de esconder la mercadería en el predio. 

Las escuchas

Sin embargo, eso no es lo más importante. El análisis de los teléfonos y las escuchas quedó registrado cómo el Negro Rojas admite los tres crímenes por los cuales se lo acusa en Misiones. Los registros fueron publicados en exclusiva por El Territorio en septiembre del año pasado. 
Respecto al asesinato de su socio Canteros ese 5 de agosto, unas vez ocurrido el homicidio, Rojas llamó a uno de sus subordinados y le contó lo que había sucedido: “Le volé la cabeza, a él y a su compinche”. Según se desprende de esa conversación, Rojas señaló que había sido víctima de una emboscada por parte de Canteros y mientras estaban reunidos -comiendo asado, tomando vino y cervezas- aparecieron otros tres cómplices. 
Estos habrían simulado ser “milicos” y -a criterio de Rojas- querían matarlo, por lo que tomó su arma, hirió a uno de ellos y a Canteros, mientras los otros salieron corriendo. El mecánico terminó siendo asesinado luego de recibir dos balazos en la cabeza, uno en la pierna y otro en el abdomen, según se desprende del informe forense. “Le metí bien en la cabeza”, se lo escuchó decir. 
Respecto al doble crimen de Vega e Ibarra, que es investigado por el juez Verón, su confesión se dio en forma de amenaza: “Para que te quede claro, te voy a despellejar vivo. Pero primero te voy a dar donde más te duele, acordate. Yo soy el Negro Rojas. Vas terminar como Vega, ¿entendiste?”.