Condenado por narcomenudeo esperará en su casa el juicio por un supuesto asalto

lunes 12 de agosto de 2019 | 4:00hs.
Condenado por narcomenudeo esperará en su casa el juicio por un supuesto asalto
Condenado por narcomenudeo esperará en su casa el juicio por un supuesto asalto
Cristian Valdez

Por Cristian Valdez fojacero@elterritorio.com.ar

El 18 de mayo del año pasado, diez meses y diez días después de haber sido detenido con seis gramos de cocaína en cinco envoltorios en su vivienda del paraje La Línea, de Panambí, Víctor Rosendo Álvez (38) -conocido como Nego o Cabelo- admitió en el ámbito judicial federal que se dedicaba al narcomenudeo.
Fue mediante un juicio abreviado que le valió una condena de cuatro años de prisión como autor del delito de tenencia de estupefacientes con fines de comercialización. Una investigación del Juzgado Federal en lo Criminal y Correccional del partido bonaerense de Tres de Febrero por un presunto envío de marihuana en una avioneta hacia Chubut lo dejó bastante comprometido a partir de escuchas telefónicas y aunque durante el proceso buscó despegarse de la acusación, finalmente reconoció que esa pequeña cantidad de droga hallada detrás de unas copas en un modular de la casa era para la venta.
Lo confinaron entonces en la Unidad Penal Federal 17 de Candelaria, donde cumpliría la condena el 8 de julio de 2021, pero estuvo hasta el pasado jueves debido a que le concedieron el beneficio de la libertad condicional bajo tutela de su concubina, Rosana Bogado, por lo que ese día regresó a la propiedad donde desarrollaba el ilícito que lo condujo a prisión.
Sucedió a instancias de un dictamen del Juzgado de Ejecución Penal Federal, donde se concluyó que estaba en condiciones de obtener la libertad después de sortear en los últimos meses varias fases del régimen penitenciario, siendo la anterior la correspondiente a salidas transitorias.
Su comportamiento siempre fue óptimo -dicen los informes penitenciarios-, aunque fue fundamental también una reducción de siete meses de pena que logró en función del estímulo educativo por haber hecho cursos intramuros. Eso hizo que llegara con anticipación al tiempo exigido para poder acceder a la condicional.
“Se valoró adecuado desenvolvimiento en su tratamiento individual, favorables aspectos personales, sociales y familiares, sumado a las buenas características de infraestructura, equipamiento y localización de la vivienda en el paraje de Panambí”, refiere el dictamen que aprobó su liberación enumerando en paralelo las condiciones que deberá cumplir, como trabajar sin cometer nuevos delitos ni consumir drogas.

Balazos en La Línea
El periplo judicial de Álvez no termina en la condena por narcomenudeo ni en la sospecha de formar parte de una organización narco que pretendía enviar marihuana con avionetas.
El episodio más grave en el que estuvo involucrado ocurrió el 19 de enero de 2016, cuando fue baleado en su domicilio por tres sujetos, en un hecho que si bien fue denunciado como robo, a su vez estuvo considerado por los investigadores como un posible ajuste de cuentas. Esa causa será ventilada a principios del mes que viene en un debate oral que tendrá lugar en el Tribunal Penal de Oberá y él será uno de los declarantes principales.
Es que junto a su concubina y un hermano declararon que fueron tres los delincuentes que lo abordaron a cara descubierta para robarle 70.000 pesos que tenían adentro de su automóvil (VW Vento) estacionado al frente de la casa. Álvez sufrió cinco disparos, tres en el abdomen, uno en un brazo y otro en una pierna. Sobrevivió de milagro.
En tanto, a partir de la descripción brindada, los sospechosos fueron capturados. Se trata de Sergio Rodríguez y los hermanos Juan y Martín Andrés Cardozo, alias Martinsiño, conocido por sus andanzas marginales.
El expediente 6037/16 está caratulado como robo en poblado y en banda agravado por el uso de arma de fuego, homicidio en grado de tentativa y portación ilegítima de arma de fuego y participación secundaria en el delito de robo en poblado y en banda agravado por el uso de arma de fuego. Por primera vez, víctima y victimarios estarán frente a frente.

Sospechas
Desde un primer momento los investigadores pusieron en duda la versión del robo y avalaron la hipótesis de un supuesto ajuste de cuentas, considerando ciertas características del ataque a balazos y los antecedentes de unos y otros. Es que todos fueron relacionados -en distintos momentos- con la venta de estupefacientes.
La violencia de los malandras -uno de los cuales disparó cinco tiros a quemarropa- también atizó la idea de una represalia. Según fuentes del caso, en el mundo del hampa es habitual que una venganza se “maquille” como un robo para distraer a los investigadores de la verdadera intencionalidad.
Desde un principio también resultó poco creíble que Álvez haya dejado tanto dinero en efectivo en el interior del coche, dado que estaba en su casa y que lo más lógico habría sido guardarlo en el interior de la propiedad, especuló una fuente del caso sobre eso. El informe federal marcó que no tenía trabajo fijo por lo que sus bienes no se condecían con sus ingresos.
Sobre ese episodio, su esposa declaró que se preparaban para almorzar cuando escucharon que alguien golpeó las manos. Apenas abrió el portón, al dueño de casa lo derribaron a balazos, sin mediar palabras.
Dijo que el escuchar el estruendo, corrió y se topó con tres sujetos armados y su marido en un charco de sangre. “Vos traé la llave del auto y no te vamos a matar”, le gritó uno de los malvivientes.
En esos momentos también se acercó un hermano de Álvez que reside en una propiedad lindera. Al verlo llegar, le dispararon, aunque volvió sobre sus pasos y resultó ileso. Fue quien llamó a la comisaría local.
Finalmente la mujer entregó a los agresores las llaves del Vento -dominio GYK 342- en cuyo interior había unos 70.000 pesos, teléfonos celulares y otras pertenencias, dijeron. Los acusados escaparon en el vehículo que pocos días después fue secuestrado.