Con el haber mínimo, Luisa Báez no podría costear la domiciliaria

martes 28 de julio de 2020 | 0:00hs.
Con el haber mínimo, Luisa Báez no podría costear la domiciliaria
Con el haber mínimo, Luisa Báez no podría costear la domiciliaria
Daniel Villamea

Por Daniel Villamea Corresponsalía Oberá

Cuando pensaba que todo estaba dado para retornar a su casa, la misma donde asesinó a su marido, Luisa “la Palita” Báez (74) se chocó con la cruda realidad que implica ser una jubilada que percibe el haber mínimo, por lo que se ve imposibilitada de afrontar los gastos que requeriría la prisión domiciliaria.

Seguramente la septuagenaria nunca imaginó que le convendría seguir presa antes que volver a su propia residencia.

Tal como reconoció en juicio abreviado, el 9 de julio del 2018 la mujer asesinó de dos balazos a su esposo, el aduanero César Oscar Paganetto (64), hecho por el que fue condenada a reclusión perpetua y actualmente se halla alojada en la Unidad Penal V de Posadas.

Pero tal como reconocieron desde su círculo más íntimo, Báez acordó la pena sabiendo que al ser mayor de 70 años puede acogerse al beneficio de la prisión domiciliaria, lo que en práctica no le resultó tan sencillo por no contar con los recursos económicos para hacerse cargo de todos los gastos.

Si bien es dueña de propiedades y vehículos, el trámite de sucesión es complejo por la intervención de su hija y los hermanos de la víctima, quienes entablaron una puja judicial paralela por los bienes.

Mientras tanto, la condenada perdió la cobertura de una conocida obra social a la que estaba adherida por su esposo. Y si bien cobra su jubilación, hasta el momento no realizó los trámites para contar con los servicios del Pami.

“Es caprichosa, creyó que siempre iba a tener Osde y decía que no quería Pami. Pero ahora no tiene nada. Tampoco están dadas las condiciones para que se mude a la casa porque cobra la jubilación mínima y no podría afrontar los gastos que tendría”, indicaron.

Requisitos técnicos
En consecuencia, si la septuagenaria dejara la cárcel, no podría costear su tratamiento para la diabetes y otras patologías, como tampoco los servicios electricidad, agua e internet, este último indispensable para el monitoreo de la tobillera electrónica que requiere la prisión domiciliaria.

Como contrapartida, al estar presa, el Servicio Penitenciario Provincial (SPP), a través de Salud Pública, le suministra todos los medicamentos e insumos que requiere por su enfermedad.

Apenas acordó la sentencia en juicio abreviado, desde su defensa comenzaron a tramitar el beneficio de la prisión domiciliaria, que se concretaría en la misma casa donde asesinó a Paganetto, ubicada en calle Cabo de Hornos y avenida Domingo Berrondo, en el barrio Villa Svea, de Oberá.

A su vez, dicha opción está sujeta a una serie de requerimientos legales y técnicos, puesto que la imputada debería ser monitoreada con una tobillera electrónica.

En el marco de dicho trámite, recientemente funcionarios del Patronato de Liberados trataron de inspeccionar el citado domicilio, pero el procedimiento se vio frustrado al encontrar la casa cerrada con cadenas y candados.

Por ello, elevaron un informe al Juzgado Civil Uno de Oberá -a cargo del trámite de la sucesión-, organismo que posteriormente solicitó y obtuvo las llaves necesarias para ingresar a la propiedad. Ahora resta que el Patronato de Liberados fije nueva fecha para concretar la inspección.

Tras permanecer varios meses alojada en la Seccional Segunda de Oberá debido a sus problemas de salud, a mediados del año pasado Báez fue trasladad a la UP V de Posadas, dependencia que cuenta con mejores condiciones sanitarias y, por ahora, constituye su opción más viable de residencia.

Acorralada
Según fuentes con acceso al expediente, la mujer se vio acorralada por las pruebas en su contra y aceptó su culpabilidad sabiendo que por su edad contará con el beneficio de la prisión domiciliaria.

Ocurre que desde un primer momento las pericias científicas apuntaron hacia la esposa de Paganetto.

El estudio de parafina halló rastros de pólvora en sus manos. Luego, el informe de balística determinó que los proyectiles que ultimaron al aduanero partieron del arma que se incautó en la escena, un revólver calibre 38.

Asimismo, ninguna puerta ni ventana del domicilio fue forzada, circunstancia que complicó a la sospechosa.

Según vecinos y conocidos, hacía tiempo que Paganetto y Báez se llevaban mal y las discusiones iban en aumento. También refirieron que la mujer ejercía violencia sobre su pareja, pero él no la denunció por pudor.

Pero la acusación más fuerte se escuchó por parte de Miriam Paganetto (46), quien en una entrevista exclusiva con este medio reveló detalles desconocidos de la turbulenta relación que mantenían sus padres. “Yo sé que mi mamá asesinó a mi papá”, reconoció visiblemente abatida por la tragedia.

Dos tiros
Con relación al hecho, el lunes 9 de julio del 2018, cerca de las 22.30, Báez llamó a un servicio privado de emergencias médicas y refirió que se sentía mal. Al arribar la ambulancia, salió de la casa por sus propios medios y solicitó su traslado al centro de salud.

Recién cuando estaba siendo asistida comentó que su marido se hallaba sin vida en el mismo domicilio, pero no precisó las circunstancias. Fue así que dieron aviso a la Policía y se constó el hecho, ubicando a la mujer como la principal sospechosa del homicidio.

Al otro día, el Juzgado de Instrucción Uno ordenó el allanamiento de la vivienda, donde la Policía encontró un revólver calibre 38 con cuatro balas y dos cápsulas percutadas.

Precisamente, Báez era conocida por llevar un revólver en la cartera para protección, en lo que coincidieron su hija y varios allegados.

La autopsia determinó que la víctima falleció de dos disparos, aunque el primero produjo la muerte porque ingresó por la axila del brazo izquierdo, atravesó el tórax y afectó el pulmón y el corazón. Un segundo proyectil entró por el abdomen y atravesó el hígado.

“Le dijo ‘te voy a matar’”
Apenas se conoció la noticia del homicidio y las circunstancias que rodearon al hecho, innumerables voces apuntaron las sospechas hacia su esposa, conocida por su carácter irascible y de armas tomar, literalmente.

“Mi mamá siempre tenía el arma con ella, lo vi mil veces”, aseguró Miriam Paganetto.

En coincidencia con lo que comentaron otros allegados, la mujer aseguró que toda la vida su madre ejerció violencia sobre su papá, aunque él nunca la denunció, tal vez por pudor.

“Cuando yo quise defenderlo a mi papá en vida, él me lo prohibió. Una vez le dije que la iba a denunciar, pero me respondió que no haga nada. También le dije que lo iba a terminar matando y me contestó: ‘No importa, ella va a tener que pagar en vida’. Aparte, pienso que él sabía que si la dejaba, ella lo iba a buscar y lo iba a matar igual. Y en el fondo, siempre pensé que lo iba a terminar matando de los nervios. No imaginé que le iba a pegar dos tiros”, reconoció.

“Ella le dijo: ‘Te voy a matar, en los diarios vas a salir, hijo de puta’. Pensé que era una amenaza más de tantas, pero había sido que lo estaba amenazando de verdad. Ella venía planeando todo desde hacía tiempo”, opinó.


Dolor de hermanos

Miguel Ángel y Héctor Orlando Paganetto lamentan el calvario que padeció su hermano a manos de su mujer, las agresiones físicas, el maltrato psicológico y el peor final. Asimismo, cuestionaron la prisión domiciliaria, recordaron los antecedentes de violencia de la Palita y aseguraron que se trata de una persona muy peligrosa.

“Toda la vida le amenazó de muerte a mi hermano y cumplió. Es una asesina y si le dan la prisión domiciliaria puede volver a matar. Tienen que ser conscientes de eso”, reflexionó Héctor. Por su parte, Miguel opinó que “darle prisión domiciliaria es como dejarla libre y es un peligro para mucha gente”. Héctor aseguró que la víctima vivió un infierno al lado de su mujer y que si aguantó tantos años fue porque se sentía amenazado y temía por su familia, hermanos y sobrinos.

“Ella siempre le golpeó, pero él negaba. Un día me dijo que estaba todo arañado porque le corrió a una gallina y se metió debajo de un rosedal. Otra vez lo vi muy golpeado y me dijo que tuvo un asalto en la casa, pero averiguamos y nunca hizo la denuncia”, agregó.