Brasileños jugaron una carta de salida pero seguirán detenidos

viernes 19 de junio de 2020 | 4:00hs.
Por Jorge Posdeley
Brasileños jugaron una carta de salida pero seguirán detenidos
Brasileños jugaron una carta de salida pero seguirán detenidos

Cayeron fuertemente armados, con identidades fantasmas, con vinculaciones misteriosas y con objetivos tan sospechosos como temibles. La historia de los brasileños detenidos en San José en septiembre del año pasado sigue arrojando nuevos capítulos y ahora dos de ellos pidieron ser excarcelados para poder volver a su país. 

El pedido fue presentado a mediados de mayo por el defensor oficial de dos de los cuatro extranjeros que, por el temor que infundían, debieron ser trasladados y alojados en el penal de máxima seguridad de Ezeiza en Buenos Aires. 

El planteo del letrado fue presentado en nombre de los brasileños identificados como Fabio Moreira de Oliveira Pereira y José Brink Gutierres, quienes están detenidos en Argentina desde el 14 de septiembre del año pasado, cuando la Gendarmería Nacional Argentina (GNA) los interceptó en un control rutero en el cual salió a la luz que los extranjeros habían ingresado ilegalmente al país, portaban identidades falsas, se movilizaban en una lujosa camioneta robada y, como si todo eso fuera poco, también llevaban siete armas de guerra y vestían uniformes de la Policía Federal Argentina (PFA). 

A raíz de ese hecho, todos quedaron procesados en una causa por el delito de “tenencia ilegal de arma de guerra en concurso material con supresión y/o sustitución de un objeto registrado”, cuya competencia de investigación también dio inicio a un proceso judicial paralelo en el cual aún debe intervenir la Corte Suprema de Justicia para determinar si el expediente debe ser tratado en el ámbito de la Justicia ordinaria o de la Justicia Federal de la provincia. 

En medio todo ello, el defensor de dos ellos pidió que ambos sean excarcelados y se les permita el regreso a su país de origen. Los pedidos fueron argumentados en relación al tiempo que ya llevan tras las rejas en comparación con la expectativa de pena que significa el delito por el cual están privados de su libertad. 

Ambas solicitudes recibieron el rechazo de primera instancia y en las últimas horas se le sumó además el revés por parte de la Cámara Federal de Apelaciones de la provincia, cuyos magistrados intervinieron en la cuestión tras un apelación presentada ante la primera negativa recibida. 

En respuesta a los pedidos, la Justicia expuso una batería de argumentos que dan cuenta de la inviabilidad del otorgamiento del beneficio. Entre las cuestiones más importantes esgrimidas, los camaristas intervinientes recordaron que los dos implicados ingresaron al país en forma clandestina, sin documentos de identidad y que ninguno registra residencia en la Argentina ni arraigo, circunstancias que configuran un latente peligro de fuga. 

Además, mencionaron que los dos registran antecedentes condenatorios en su país de origen, de acuerdo a la información entrecruzada con la Secretaría Pública del Estado de Rio Grande do Sul.

En tanto que el último argumento esgrimido se relaciona con la cuestión de que todavía se encuentra pendiente la decisión de la Corte Suprema de Justicia respecto de la competencia del expediente. 

A partir de todo esto, los camaristas decidieron confirmar el rechazo de las excarcelaciones y por lo tanto los dos apelantes deberán continuar privados de su libertad junto a sus consortes de causa en una celda de la Unidad Penal I de Ezeiza, dependiente del Servicio Penitenciario Federal (SPF), un recinto carcelario considerado de máxima seguridad. 

Bandas, causas y conexión

Destrabar la cuestión de la competencia, por su parte, también puede repercutir en otra investigación que está en marcha a raíz de la reciente detención de un posadeño que está sospechado de brindarle logística durante la estadía la banda brasileña en Misiones.

Se trata del hombre identificado como Luis Miguel B., detenido el 26 de mayo tras otro procedimiento de la GNA. El sujeto fue atrapado en sospechosas circunstancias junto a un paraguayo sin documentación pero con sombríos vínculos en el mundillo narcodelincuencial. 

La captura de ambos se dio en plena cuarentena, mientras se movilizaban armados dentro de un automóvil robado en la costanera de Candelaria, donde presuntamente aguardaban la llegada de un cargamento de droga o estaban a punto de comenzar a guiar el traslado de una carga de ese tipo. 

Después de ello, los gendarmes avanzaron hasta su casa en el barrio Hermoso de Posadas, donde atraparon a dos personas más e incautaron -al igual que en el caso de los brasileños atrapados en San José el año pasado- armas y vestimentas de la PFA. 

En detalle, el procedimiento  general terminó con la incautación de una pistola Glock 9 milímetros, un fusil M-16 semiautomático, una escopeta, una bolsa con distintas municiones, cascos, antiparras, coderas y una chomba, todos de la PFA.

Los cuatro detenidos en este caso quedaron a disposición del Juzgado de Instrucción Uno de Posadas, cuyas autoridades les tomaron declaración y enviaron las armas a peritar, pero para poder avanzar en la posible vinculación de ambos grupos se debe aguardar que la Corte resuelva a cargo de quién queda la causa de los brasileños atrapados en San José. 

 
La banda y su sombra
La banda brasileña fue capturada en septiembre del año pasado durante un control de Gendarmería Nacional Argentina (GNA) en el puesto Centinela de la localidad de San José. Los extranjeros circulaban por la ruta nacional 14 a bordo de una camioneta Honda Raw -con pedido de secuestro por robo en Chaco- y llevaban consigo siete armas de fuego: dos pistolas calibre 9 milímetros -las que usan las fuerzas armadas-, cuatro de 380 y una calibre 40.

Ninguna de ellas tenía la documentación pertinente. En el rodado además dieron con dos supresores de sonido o silenciadores y precintos, como así también camperas, chombas y gorras con la inscripción PFA. Incluso, las chombas tenían abrojos con nombres de supuestos efectivos de la fuerza que también aparecieron en los atributos similares hallados en la casa del posadeño a fines de mayo. Para los pesquisas no es una simple casualidad, sino una conexión directa. Ortigoza, Nebrisky, Flores, son las falsas identidades que se apreciaron en las imágenes capturadas en los artibutos falsos que llevaban los brasileños.

Nebrisky es el nombre coincidente y el lazo entre los distintos procedimientos. Tras su detención en San José, el grupo fue calificado de alta peligrosidad, a tal punto que fueron asociados al Primer Comando Capital (PCC) o al Comando Vermelho (CV), dos bandos narcocriminales de Brasil. Todos fueron alojados por separado y con seguridad reforzada en distintos puntos de Posadas hasta que se dispuso el traslado del cuarteto hasta la cárcel de Ezeiza por temor a posibles intentos de rescate, tal lo registrado en la Unidad Penal II de Oberá en 2018 con otros brasileños detenidos.

 

La causa de los brasileños puede tener conexión con un grupo posadeño.
Los brasileños debieron ser llevados al penal de máxima seguridad de Ezeiza ante el temor que infundían.