2022-10-01

Me lo contó un policía (Basado en hechos reales)

La historia de Palito

Allá por los años 1992/93 aproximadamente, existía en el Alto Paraná un personaje oriundo de Eldorado, cuyo nombre nunca supe, sólo su apodo: Palito. Era un dulce ser que padecía alguna incapacidad mental, pero totalmente inofensivo, respetuoso y obediente.

Palito salía diariamente a la ruta nacional 12 con una pequeña vara de madera en cada mano, con la cual se golpeaba suavemente a ambos lados de su cabecita (de ahí su apodo Palito) y se lo veía caminar por la banquina, en dirección Eldorado-Iguazú o viceversa. Los choferes de colectivos de pasajeros lo conocían, le permitían viajar de Eldorado hasta Mado, otra línea lo acercaba hasta Puerto Esperanza, y desde ahí, otro chofer lo hacía llegar hasta Iguazú, o bien lo traía de regreso a su ciudad. Era conocido y apreciado por todos.

Una noche arribó a la Comisaría Segunda de Puerto Iguazú una persona manifestando que momentos antes había encontrado frente a su casa de Villa Alta a una persona malherida, la cual había sido trasladada al Hospital Samic de la localidad. Ahí se constató que se trataba de Palito y que, debido a la gravedad de las lesiones que presentaba, había fallecido.

La persona que informó el hecho se mostraba muy nerviosa y acongojada, y quizá por arrepentimiento o cargo de conciencia, terminó confesando en forma espontánea: “Anoche, sin querer, al dar marcha atrás con mi auto, atropellé a Palito, que estaba acostado en la calle. Juro que no lo vi; no lo hice con mala intención”.  El Juez dijo que se trataba de un “homicidio culposo” y la causa se cerró.

Los que lo conocíamos, tuvimos que acostumbrarnos a extrañar ver a Palito con sus pasos lentos, siempre por la banquina de la ruta, o sobre cualquier colectivo de línea, realizando sus interminables viajes. Quizá hoy sigue viajando… por los caminos del cielo.


Por Por Luis Eduardo Benítez
Comisario general (RE). Abogado

Te puede interesar