2020-10-19

Carrera contra la incertidumbre

Cuando se le pregunta a Mariela Delgado cuál sería la descripción de su 2020 piensa, respira y suelta un “raro y clave”. Acostumbrada a los viajes constantes vistiendo la celeste y blanca, para la mejor ciclista misionera la pandemia sacudió sus objetivos, en un año que apuntaba a los Juegos Paralímpicos de Tokio, y actualmente la tienen en Posadas y “llevando una vida normal y ya no estoy acostumbrada a eso”, dice entre risas.

Para el planeta fue un cachetazo la llegada del coronavirus y para los deportistas de alto rendimiento fue un momento en el que el freno de mano se activó en plena carrera y el desconcierto aún persiste. En el caso puntual de Mariela, vive en un albergue del Cenard, en Buenos Aires, que está cerrado desde marzo y para ella ese lugar conforma su hogar desde hace varios años.

“Es un año de cambios que me pegó bajo, pero estoy bien. Me costó porque era preguntarme ‘¿entrenar? ¿para qué? ¿con qué objetivo? y hay que tener la fortaleza y voluntad de entrenar igual, enfocarse en el trabajo del día, de la semana y seguir con los valores de uno, y cuesta... siento que bajé el rendimiento porque no hay competencias y las carreras son las que te dan el nivel y al no haber inconscientemente uno baja la guardia”, se explayó.

¿Te sentís en desventaja por ejemplo con tus pares de Europa?
Sí, porque allá se está compitiendo y en algunos países siempre pudieron entrenar, incluso al comienzo de la pandemia y no hubo tantas restricciones. Igual estoy tratando de no estar mirando qué hacen las otras ciclistas porque me amargo si veo que están compitiendo, me siento atada de manos, miro lo suficiente nomás... yo estoy agradecida de estar entrenando normal acá en Misiones.

Ya estabas prácticamente clasificada a Tokio, ¿qué te faltaba para la confirmación?
Me falta competir en una categoría de C1 que iba a ser en San Pablo -Brasil- y una competencia de ruta. Cuando competí en el Mundial de Canadá nos dijeron, en teoría, que ya tenía la clasificación, pero tenía que ir a esas dos carreras sin importar el puesto, sólo presentarnos, pero no se cerró la clasificación y tengo que seguir pensando que tengo que prepararme para el Mundial. A nivel ranking está todo igual, al menos en eso está justo.

¿Se sabe algo de cuándo podrían abrir el albergue del Cenard?
Hablo con la gente de Cenard y nadie sabe nada. Muchos de los profesionales trabajan desde su casa y eso me desconcierta, quisiera al menos que me den una fecha porque también dejé parte de mis cosas allá.

¿Pensás que puede haber una competencia este año?
Por ahí se puede hacer el Campeonato Argentino de ruta en La Rioja a fin de año, no quieren dejar pasar porque es uno de los certámenes más antiguos. El tema es que se permita viajar en el país y se complica por el protocolo, por el gasto que implica para el organizador, porque tiene que tener la capacidad de bancar un evento así.

¿Cómo fue la vuelta a Posadas después de tanto tiempo y volver a vivir con tu familia?
Es raro, desde marzo estuve en Catamarca entrenando y hace mes y medio que estoy acá y me estoy adaptando. Además, entreno en el Cepard y me gusta porque es seguir en el mismo ambiente del deporte y está bueno también para darle un empuje al deporte provincial, me siento bien ahí. Estoy yendo lunes, miércoles y viernes y es como una pretemporada en el gimnasio que tiene el Cepard. Después pedaleo en ruta y me está sirviendo un montón porque acá -en Posadas- hay varios lugares para entrenar; voy mucho al bypass que es más tranquilo, extenso y tenemos banquina. Voy con Miguel Camargo -su primer entrenador- y es muy importante para mí, es un apoyo y me viene muy bien para entrenar porque me exige y me motiva.

En el caso de la familia estoy disfrutando de eso y de estar con mis amigos. Los domingos aprovecho que tengo libre, porque el resto de la semana estoy bastante ocupada.

¿Ves que hay más gente andando en bicicleta en Posadas?
Sí, hay más movimiento de ciclistas que antes y algo que me gustó mucho es la bicisenda que hicieron y pusieron los divisores, yo la re uso.

Habría que ir sumando cosas como los semáforos de bici y que la gente respete la bicisenda porque me encuentro con autos estacionados o que hay vidrios en esa parte; pero en definitiva  es bueno que la gente se movilice en bici.

Todavía siento que hay mucho por hacer y capacitar a las personas. Me he agarrado con varios porque hay que hacerse respetar, los conductores de auto no respetan a los ciclistas. También pienso que hay que poner bicicleteros en distintos espacios y en los negocios también porque uno tiene que estar buscando un poste o un árbol para dejar la bici y ese podría ser un servicio que se brinda a los clientes, que van a decir ‘vamos tal negocio porque tengo dónde dejar la bici”.

Ya pasaron cuatro años desde Río 2016 ¿qué sensación te quedó de ese cuarto lugar en la competencia de ruta?
Me costó caer que estuve cerca del bronce, pero sirve de experiencia. Igual siempre siento que las cosas pasan por algo y capaz no estaba preparada para una medalla; también me motiva para seguir trabajando, lo tomé así no me bajoneo ni nada porque era mi primer Juego y estaba todavía en formación de deportista. Después de eso comencé a hacer cosas distintas como ir a Europa a entrenar y competir en ese nivel para mejorar el rendimiento.

¿Qué sacaste de bueno en este parate?
Este tiempo de pandemia me sirvió para pensar y hacer cosas que antes no tenía tiempo como una maestría en desarrollo sustentable -Mariela es Licenciada en Turismo- y también estudio inglés. Pero en definitiva creo que este año nos sacó a todos de nuestro eje y contexto, en mi caso me siento rara, no me conozco.

Estoy como desubicada, no estoy en ese trajín de entrenar, competir y viajar estoy en otra cosa, llevando una vida normal por así decirlo y yo ya no vivía así. Me gustaría tener una fecha algo concreto de competencias o una concentración de ciclismo adaptado, porque acá -en Posadas- estoy sola y es voluntad propia entrenar a diario. Es mucha la incertidumbre y cuando me toque competir voy a saber si hice las cosas bien durante estos meses sin carreras.

¿Pensás en el post alto rendimiento?
Inconscientemente pienso sí porque estoy haciendo muchas cosas ¡y hasta me voy de mambo!, por ahora no sé qué voy a hacer, tengo que buscar un equilibrio, pero no sé ligado al deporte o al turismo, pero algo va a salir de una combinación de todo eso. Aunque creo que más vinculado al deporte que a otra cosa porque inevitablemente es algo que me mueve más.

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